"Casa"

Después de tanta caminata y correr desesperadamente por las bromas y chistes de Nathan, llegamos a un lugar al parecer abandonado, se veía unas partes bien destruidas, la pintura ni se notaba que estuvo algún día ahí, las puertas se veían muy maltratadas y el lugar no olía de la mejor forma.

—Mm viviremos ¿aquí?—camine un poco y casi me caigo sino fuera porque todavía mi mano seguía entrelazada con la de Nathan hubiera caído como un espagueti.

—Ve y descúbrelo Fia—cuando dijo "Fia" me di la vuelta bruscamente.

—¡No me digas Fia, no sabes lo que significa, talvez no debí irme, talvez todavía podía estar bien con Leo, no dejarlo, talvez fue un error venir, talvez ser libre no es mi destino, todo esto es mi culpa, no es la tuya! y todavía moriré en pésimas condiciones—empece a decir disparates estaba exaltada, no podía todavía procesar que me había ido de aquel casa.

Me fui de ahí.

Nathan no me dijo absolutamente nada solo me jalo mi brazo sin lastimarme y me guió por aquel lugar tan desaliñado, por adentro era peor pero aún así no se veía ningún rastro de que elgui haya estado viviendo aquí en estos últimos meses o días, parecía en verdad abandonado.
Hasta que Nathan se detuvo en frente de un tipo de clóset que está muy dañado y sucio.

El seguía sin decir ninguna palabra mientras el entro a ese clóset me hizo una seña que yo entre también, he leído en los libros que cuando se encierran en un clóset dos personas los obligan a hacer los minutos en el cielo, ¿cuántos eran? ¿5? La verdad no recuerdo.
El hecho es que entre y los dos estábamos en frente del otro escuchando nuestras respiraciones, mirándonos a los ojos pero este desvío la mirada y apretó un botón secreto en la cerradura.
Y es así como el piso del clóset empezó a bajar poco que poco hasta que mientras bajabamos se podía ver ya un tipo de piso subterráneo, y todo se veía lujoso, moderno, y practico.
Al llegar al final en ese tipo de ascensor secreto el seguía sin decir nada y lo entiendo soy la culpable de eso, lo culpe y se muy bien que no es su culpa el solo quepa darme una mejor vida y como una idiota le dije es.

¿Más estupida no puedo ser?

—Tu habitación está en ese lado de allá,  sigue ese pasillo y ahora está, esa es la cocina si tienes hambre cocina, yo estaré en mi habitación—por fin hablo pero frío, se reconocer cuando alguien es más que frío y eso era el en estos momento.

¿Lo arruinarte demasiado no?

—¿Vive alguien más aquí?—me digne a preguntar.

—No—respondio frío.

—¿Tienes hambre?—pregunté con una cara inocente.

—¿No puedo enojarme contigo no?—pregunto y luego sonrió de una manera en la que solo Dios sabe.

—Vamos, cocina tu que yo arrgalre tus cosas en tu habitación—este camino directo hacia mi habitación.

Yo puse al microondas unas palomitas  pero recordé que en mi bolso hay cosas personales que el podía leer como mi libro se notas.

¡Carajo!

Corrí como más de lo que acostumbro para ir a la habitación y este estaba a punto de sacarlo del bolso.

—¡No!—corrí hacia el libro pero en u intento de tomarlo caí encima de él.
Mis ojos verdes se abrieron mucho, lo de el estaban iguales pero menos que los míos.

Me quedaré admirando su belleza solo un minuto.

Sus ojos color azul como el cielo, tan profundos, únicos y hermosos, su pelo color chocolate, se veía brillante que tenía unas ganas de tocarlo y pasarlo por mi dedos, sus labios entreabiertos color rosa suave, se veían tan suaves que que gustaría probarlos, saber que se siente el roce con los míos.
Sus cejas perfectamente, sus pestañas largas, su mandíbula cuadrada y podía apreciar de esta cercanía los pequeños rastros de barba que había rasurado, quería acariciarlos con mis dedos sentir esa sensación.
Estaba tan fascinada con Nathan que no me di cuenta que poco a poco nos estábamos acercando pero en ese justo momento sonaron las palomitas he hizo que me sobresalte y luchando con mi misma me levantará al igual que el.

—Y si ¿vemos una película?—pregunto un poco confundido en su cabeza.

—Emm claro pero ¿cuando me dirás lo de los cinco y todo eso?—pregunte, en verdad tenía curiosidad y no entendía ni un carajo.

—Hoy vemos la peli y ya mañana te explicaré—me respondío y me parecía bien.

—Ok, tuve a poner la película y yo iré por las bebidas—respondí nerviosa porque quería que se olvidara de lo de hace unos minutos y que estuvo  
a punto de sacar mi cuaderno.

—Esta bien.

Fui y e.cambie esta ropa ya me estaba matando, antes de todo tome una ducha, pero solo me lave el cuerpo no me iba a mojar el pelo, iba a costar y demorar mucho que se seque.
Me puse más cómoda con una camisa grande con Bob esponja adelante y con un short color negro.

—Ahora si más cómoda, y tu dame espacio—me siente al lado de Nathan y vimos 2012, esta es una película muy muy vieja, pero sigue siendo genial.
A ratos comentábamos sobre la película, a otros comíamos y reíamos, y en unos solo era un pequeño silencio viendo la película.

—Bueno ya terminó así que emm me iré a dormir—le hable dudosa, pero no sabía porque parte de mi cuerpo se quería quedar junto a el.

—Emm yo igual supongo—mencionó y fue a su habitación.

En el momento que se fue no sabía qué hacer, me sentía desesperada con un gran nudo en la garganta, entre a mi habitación, pero no podía dormir, me viraba a la derecha y recordaba su sedoso pelo y ojos cielo, me viraba a la izquierda y recordaba sus labios carnosos, su color y los suaves que se veían, estoy entrando en una gran tentación.
No podía cerrar mis ojos porque recordaba cada parte de él, mi mente no pensaba en nada más que Nathan, no resistía, mi cordura se iba a ir al carajo, no lograba entender porque no podía ser fría con él, es como si un imán me atraer a el de una forma tan grande que mi consciencia le da ganas de irse de viaje con mi razón. 
No resistí.
Me levante tan desesperada que abrí la puerta para salir y camine unos cuantos pasos, todo estaba en silencio y profunda oscuridad solo se escuchaba mi entrecortada respiración o eso creía. Sentí que mi cuerpo choco contra el de alguien, y ese era…