Dijiste Quererme (amores En Peligro)

Capítulo 12 Un Día Antes De La Boda


 

-Está vivo. 

-¿Qué? 

-Que está vivo- recalcó -Alberto está vivo. Para informarte de eso te hice venir hasta el hospital. Te estuve marcando un millón de veces y jamás me respondiste. 

Pablo estaba turbado y tardó en reaccionar.  Natalia lo puso al tanto de la forma en que encontró a Alberto. 

-No hay duda de que Diego decía la verdad. Jorge, o al menos alguien, golpeó a su amigo con una herramienta de acero. Lo mandó a un coma. 

Pablo cortó la respiración para despabilarse del asombro. 

-Es increíble. ¿Se va a salvar?- Dijo al fin Pablo, rascándose la cabeza. 

-Probablemente. Él está estable. Es cuestión de que despierte. En cualquier momento lo hará. 

-Mañana se casa. ¿Te das cuenta, Natalia? Su novia lo ha de estar buscando como una loca, desesperada. Él ya debería estar con ella en Ciudad Victoria. 

-Hay algo muy raro que debes saber-. Natalia no pudo evitar imprimir un dejo de misterio a su voz. 

-¿Qué cosa? 

-Estuve revisando el facebook de Alberto y el de su novia. Y encontré que ella tiene a otro hombre. 

-No te entiendo. 

Natalia sacó el celular de su filipina, y mientras accedía a su cuenta de facebook para desde ahí enlazar a la de Brenda, siguió explicando. 

-Si tú observas el perfil de Alberto, efectivamente, se ve muy enamorado y a un paso de dar el sí en el altar a esa chica. Sin embargo, en la cuenta de ella se ve otra cosa. 

-¿Otra cosa? 

Natalia le puso la pantalla del celular enfrente de los ojos. 

-Es ella y no tiene ninguna foto con Alberto. En cambio con este tal Edgar Aparicio se ve muy entusiasmada. 

Pablo escudriñó los ojos para ver con atención la publicación. 

-Y checa lo que el tipo dice en sus etiquetas. 

Pablo tomó el celular de Natalia con ambas manos y leyó con atención el encabezado de la fotografía. 

-Caramba. ¿Entonces, como es que Alberto hace una semana le presumía a Diego que se casaría con la mujer más maravillosa del universo? 

-¿Es extraño, verdad? 

-Completamente. 

Pablo manipuló con sus dedos el celular de Natalia. 

-No lo vas a hallar-. Advirtió Natalia. -Esa Brenda no tiene ninguna fotografía de Alberto. Y esas etiquetas del tal Edgar tienen menos de tres días. 

-O sea que Alberto no las ha visto. 

-Lo mas seguro es que así sea. 

-Esa mujer acaba de interrumpir la boda. 

-¿Tú crees? Quizás ella se enteró de las andanzas de Alberto con la tipeja de mi vecina. 

-No lo sé. Pero es preciso buscar a Diego para avisarle. 

-¿De modo que no lo has visto? 

-No. Tampoco responde las llamadas ni ve los mensajes. Anoche fui a su casa. 

-¿Y? 

-Su mamá me dijo que se disgustó y se fue de la casa. 

-¿Qué pasó con su mujer? 

-Carmen hizo sus maletas el mismo día que salió de la delegación. 

-Yo habría hecho lo mismo. 

-¿También habrías peleado a golpes por un hombre? 

-Pablo, ella no peleó por él. La prueba es que se fue de la casa, lo dejó. Se cansó de ser humillada y mal querida. Que el esposo de una mujer no la valore ni respete no es para menos. 

-¿Entonces no le interesa Diego? 

-Quizás lo que pasó en el baile fue la gota que derramó el vaso y le abrió los ojos. Ella se enfrentó a esa mujer por la rabia de sentirse humillada y tenía que descargar su coraje. No es fácil luchar todos los días en casa por sostener un matrimonio, un hogar, y un día comprobar que tus esfuerzos no rindieron frutos. Carmen fue humillada y sólo supo reaccionar con dolor. La comprendo.

-Me imagino. 

-Busca a tu amigo porque cuando Alberto se recupere va a necesitar de alguien para que venga por él y lo lleve a recuperarse en casa. 

-De acuerdo. Te veré cuando ya lo haya encontrado. ¿Hoy es tu última noche en este lugar, verdad? 

-Si. La doctora regresa mañana de su viaje. 

-Que oportuno fue que estuvieras aquí. Eres el ángel de la guarda de Alberto. Dios te puso aquí para él. 

-Vaya selección de Dios para estas misiones. 

-Alberto no es un mal tipo. 

-¿No? Mira dónde está. Un buen hombre, que no se mete en líos de faldas, se casa con el amor de su vida y no acaba medio muerto con un agujero en la cabeza por coscolino. 

-No seas tan cruel con él. Seguro la estaba pasando muy mal por el rompimiento del compromiso con su novia. No es fácil cancelar una boda a un par de días de realizarse. 

-Pues ve tú a saber. No sé qué historia se teje en torno a ellos. 




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