Dile al corazón

Capítulo 21: ¿Vincent?

«Nunca sabes qué esperar del destino, hasta que te lo topas de frente».

.

 

—¿Me vas a contar de una buena vez que estamos haciendo aquí? Te recuerdo que apenas saliste del hospital Luna. El doctor claramente mencionó que no debes estar metiéndote en problemas, tu condición no es grave, pero puede volverse así si juegas con tu cabeza —gruñe al seguirme. Rodé los ojos ante su sermón, ¿ahora no podía hacer nada por las condiciones que me pondría en una peor situación?

—Estamos buscando una respuesta del porqué la aptitud de Naomi ha cambiado en tan pocos días —miré hacia adelante, intrigada por la vista que me estaba dejando este barrio.

—Puedo decir que seguirla hasta su casa no es la mejor solución a tus problemas, creo que ser directo para estos casos es la mejor opción —alzó las manos con la clara intención de decirme ¿no crees que eso es más fácil que esto?

—Lo sería sí Naomi fuese esa clase de persona, y tengo motivos por los cuales estar de esta manera —alzó las cejas, interrogante. Inflé mis mejillas un tanto decepcionada—. Naomi no ha ocasionado ninguna pelea, ni siquiera contigo Vincent, ¿eso no te dice nada?

—No, la verdad que estoy bastante feliz de que dejase de molestarme la mañana, además, eso no significa nada. ¿Eso es todo lo que tu cabeza paranoica puede maquinar? Déjame decirte que estoy bastante decepcionado por seguirte hasta aquí, sí ese es el caso.

—No vale de nada explicarte, no lo vas a entender de cualquier forma —quité mi mirada de él y dudosa, paré mis pasos—. Por cierto, ¿en dónde estamos? No he visto este lugar a pesar de que he estado navegando los universos ocultos de New York. Se ve... bastante tétrico a mi parecer.

Se detuvo a mirar las calles por las que habíamos pasado, frunció el ceño con preocupación mirando por donde estábamos pasando.

—No solo eso, es bastante peligroso estar aquí, debí darme cuenta antes y no prestar atención a tus pasos —suspiró y me miró un milisegundo antes de mirar a sus espaldas—. Creo que deberíamos dejar tu sección detectivesca aquí, este no es como el lugar en el que rescatamos a mi hermana, es mucho... más peligroso estar aquí, y más a estas horas.

—¿Por qué? A pesar de que no es el mejor estilo para un barrio no debe ser tan malo —detuve mis palabras cuando vi como en un rincón había gente fumando, lo que no sabía si eso era droga de verdad o simple hookah—. Vincent, sí este es un barrio tan peligroso como dices, ¿qué hace Naomi viviendo aquí? No me la imagino viniendo aquí hasta tales horas de la noche—tragué saliva al darme cuenta de que probablemente no conocíamos nada sobre ella. Lo que me preocupaba bastante.

—¿A mí me preguntas? La persona que no conversa más de dos minutos con ella, ¿en serio? —Sonríe por una fracción de segundos, para luego tomarme de los hombros y salir de allí.

Aunque no estaba totalmente de acuerdo con lo que quería, me dí cuenta que aquellas personas, ya nos estaban mirando fijamente.

—No me importa lo que opines sobre irnos o no, pero ya no siento seguridad aquí, a pesar de que puedo defenderme bien, no puedo garantizarte que sea un buen peleador. Y sin duda que no te dejaré a ti en medio de esto, vámonos mientras nadie vea la pulcritud de nuestras almas. Solo hazme caso por esta vez, ¿quieres? —Miré dudosa hacia atrás, pero luego asentí rápidamente.

Esas personas estaban caminando hacia nosotros. Y sí se ponían en su faceta de su lenguaje obsceno, sin duda que mi boca no se quedará callada. A pesar de nuestros vagos intentos de salir de allí, ya habíamos entrado a profundidad, y algunas personas se empezaron a interesar en nosotros. Sobre todo, en mí. Y en mi cuerpo. Hice una mueca de desagrado, por favor, guárdense sus comentarios vulgares, nada me sería más satisfactorio que salir de aquí sin tener un esguince entre mis manos.

—¿Qué hace por aquí una lindura como tú? Deberías despegarte de este chaval, no te servirá de nada si andas por aquí —Vincent apretó los dientes molesto—. ¿Qué? ¿Acaso sabes defenderte, nenita?

Miré a Vincent que tenía los hombros tensos, no me gustaba que le hablasen de esa manera a un amigo mío, pero él no me permitió dar un paso hacia adelante como tenía pensado, más bien, fue él quien lo dio. Sorprendida, miré su espalda. Comúnmente no era impulsivo, bueno, no tanto como ahora, lo cual se me hacía extraño. Tenía ganas de salir de allí, pero también quería saber dónde estaba la casa de Naomi, pero viendo las circunstancias en las que nos encontrábamos, dudaba de que eso sucediera en el día de hoy.

—¿Estás seguro de que soy una nenita? Apenas me acabas de conocer, no sabes para nada de lo que estoy hecho.

El chico ríe, de pronto, dos chicos más aparecieron frente a nosotros. Joder, esto se estaba tornando mal. Tragué saliva y miré hacia atrás, esta vez, aquellas personas se detuvieron a mirar cómo nos harían papilla, esa fue la mirada que me dieron al ver la tranquilidad y la diversión en sus facciones.

—Hermano, no es por dañarte la fantasía, pero la chica se ve que tiene más barrio de lo que tendrías tú en tu vida. ¿Y aun así dices que sabes defenderte? No busco pelea si eso es lo que te preocupa, solo vine a conversar con la hermosa dama, que, viéndola ahora sé perfectamente por qué me interesó —se relamió los labios y estuve a punto de soltar un improperio, no me gustaba en lo absoluto esa mirada.

Esa obscenidad que tenía hacia mi cuerpo. Por Dios, ¿cómo es que vivías con esta gente Naomi? ¿Qué estaba pasando? Vincent, sin previo aviso, había sonreído. Lo que sorprendió tanto al chico como a mí. No era tiempo para sonreír. Miré a los alrededores buscando una salida que nos garantice salir ilesos de este lugar, a pesar de que el tipo este dijo que no quería pelea, lo veía con las ganas. Desde que apareció delante de nosotros.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.