POV Tamara:
Todo comenzó cuando solo era una chica de cuatro años, entonces ella apareció, Geminis. Soy Tamara Ocean, una chica dulce y tímida que se aleja de todo y todos para no hacer daño a los que quiere.
Siempre he sido muy apegada al horóscopo astral, soy nacida un 17 de junio, pertenezco a Geminis, y un día despertó en mi.
Geminis, el signo de los gemelos, siempre llamó mas mi atención este que el resto de la simbología zodiacal.
Pues Geminis a mis cuatro años tomo el control por primera vez, y entonces no pude hacer nada, solo observar lo que hacía con mi cuerpo, esa vez, no tenía sed, Geminis se presentó ante mi solamente, ella no puede hablar, pero escribió en un papel su nombre y mi apellido, como si fuéramos hermanas.
Pero la otra vez, se llevó una parte de mí, todavía lo recuerdo como si fuera hoy. Al principio pensé que ella era una buena compañía que siempre iba conmigo, pero ese momento conocí la realidad, la dura realidad.
*flashback*
3:27AM:
-mghh- dije soltando un pequeño bufido- ¿porque me desperté a esta hora?-dije mirando el reloj y yendo al espejo, vi que el iris de mis ojos era mas verde de lo normal. Yo ya había descifrado cuando era que cambiaba mi personalidad- ¿que quieres a estas hoas Geminis? Déjame dormir- dije pero fue en vano pues ya me empezó a guiar el cuerpo.
Mi casa era bastante grande, mi familia dormía en el piso de arriba, incluida yo. Geminis bajó las escaleras con pesadez, pues mis pies casi que se arrastraban. Fui guiada directo a la cocina, donde dormía Maxx, mi perrito. Entonces Geminis tomó un cuchillo y se fue acercando lentamente a Maxx, que estaba dormido en el suelo.
-Geminis, ¿que vas a hacer?- dije claramente asustada, tenía el terror marcado en la cara- ¡Geminis basta!- dije con lágrimas en los ojos al ver como me acercaba peligrosamente con el cuchillo en la mano al cuello de Maxx- ¡No!, ¡Geminis que hiciste!- dije espantada al ver como el cadaver de Maxx estaba en el suelo, su pelo suave y blanco como la lana ahora se había empapado del rojo carmín de su sangre, ella lo mató.
Lágrimas y ma lágrimas salían de mis ojos, cascadas amenazaban con caer. No sabía que hacer, no pude hacer nada para salvarlo. Geminis tomó el cuchillo y le quitó los restos de sangre en el y lo puso donde ella lo tomó, después de eso, me dejó libre, o eso pensé yo. Corrí por las escaleras hacia arriba y llegué a mi cuarto y me encerré en el.
-¿¡Que fue lo que hiciste Geminis!? ¡Acabaste con lo que mas quería!- dije sentándome en la cama y jalando mis cabellos con frustración.
Entonces perdí el control y Geminis me llevo a una mesa donde tomó un lápiz y escribió en un papel: "Solo tenía sed"
*fin del flashback*
Cada vez que recuerdo más, más mal me siento, soy la única en todo este maldito hospital con este síndrome. Todos me creen un monstruo, pero no me conocen, no conocen a Geminis.
Los recuerdos azotan mi mente como di de látigos impactando en mi espalda se tratara. Cada vez tengo mas remordimiento de una cosa que hice y al mismo tiempo no hice. Solo observé y lloré en silencio, no lude hacer nada.
Ya casi es de noche en este hospital psiquiátrico, donde vivo ahora, mi... ¿hogar? No, esto no es un hogar, esto no es vida. Creen que vivir es tener un horario de entrada al patio del lugar y estar todo el día sedado y bajo el control de las malditas pastillas. Yo no las tomo, pero tengo compañeros de "sector" por así llamarlo, que están vigilados y en camas, o amarrados. Eso realmente me da miedo.
Ya llega la hora de dormir, me acuesto en mi cama y espero a que la doctora pase a revisar y apagar la luz, pero no viene, nunca llegó.
Salí a ver que pasaba y escuché mas gritos de lo normal, si, porque siempre hay alguien que es terco y no quiere dormir, pero, locos con locos se entienden.
Seguí caminando y encontré por el pasillo un rastro de sangre, que llevaba al cuarto de retención, es era una habitación para las personas que tenían un nivel de alteración muy alto o en simples palabras: estaban locos.
Entre de un golpe y allí estaba Ian, el chico del cuarto de al lado desmembrando pieza por pieza el cuerpo de Aeon, la doctora.
Toda la habitación que ahora era blanca estaba manchada de sangre, las paredes salpicadas y habían extremidades por todas partes, órganos y pedazos de piel esparcidos por todo el lugar. El cuerpo de Aeon, le faltaban los pies y una pierna entera desde el muslo, un brazo y el otro estaba mutilado desde abajo del codo. Su abdomen estaba perforado brutalmente y estaba abierto en dos, parecía que habían sacado todo lo de adentro manualmente.
Entonces fue cuando Ian se dió cuenta de mi presencia y tomó el cuchillo que aún tenía restos de sangre fresca y se dirigió a mi con una sonrisa macabra. Supe lo que quería, me disparé a correr por los pasillos como loca:
T: ¡Auxilio! ¡Ayuda! ¡Me quiere matar!
Grité pero al pareces a nadie le importó y es que algunos de los que aquí están gritan cosas así o aun peores.
Entonces fue cuando un chico salió de un cuarto que estaba a pocos metros de mí con un a camisa de fuerza, pero no parecía un médico, sino otro paciente mas, eso si que era raro.
???: Escúchame, entra en mi habitación y busca un comunicador y llama.
T: Como, ¿que digo?
???: ¡Solo hazlo!
Entre en el cuarto, no se porqué pero me inspiró confianza ese chico, creo que ademas de mi era el único cuerdo aquí. Llame y enseguida sentí pasos. Eran médicos que venían, y eso no era casualidad.
Entonces se hicieron cargo de Ian y me preguntaron que donde venía la sangre. Los guíe hacia la habitación de retención y para mi sorpresa: allí no habían uno sino dos cadáveres...
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Holiii a todos, espero que estén bien. Los saludo desde una nueva historia, esta vez de misterio/suspenso y algo de gore. Es mi primera en este género así que los comentarios sean para bien o para mal son siempre bienvenidos( no me tiren hate) Si les gustó no olviden puntuarla y nos vemos en un próximo capítulo👋😘