La puerta del laboratorio se atasco y hubo que empujarla fuerte para que se deslizara por completo, Rina entro primero a encender unas lámparas, Kouro le siguió y dio una mirada a su alrededor.
Definitivamente nadie había puesto un pie allí desde que se marchara, el lugar estaba medio derruido, había telarañas en el techo, una gruesa capa de polvo cubría todos los muebles, el piso crujía al andar sobre este y, sin embargo, en medio de tanta ruina Kouro se sintió en paz consigo mismo por primera vez en mucho tiempo.
-Esta algo descuidado-se excuso Rina, quitando algo de polvo con la mano-pero pondremos este lugar a punto para ti muy pronto.
-Está bien, si algo necesito ahora es trabajar-llevaba a sus mascotas-voy a necesitar construir unas cosas, para ellos, requieren nichos especiales.
-Por supuesto, oye, siento que tuviera que traerte a escondidas, la casa está llena de gente y tu solo apareciste de la nada, imagínate la conmoción.
-Entiendo, tampoco habría soportado verme en medio de todos, no hoy-bajo la mirada-si no les importa, pasare esta noche en mi estudio, mañana podemos hablar.
-Como desees, Kouro-se acerco para tomarle las manos-no sabes lo felices que nos hace tenerte aquí, si necesitas algo, lo que sea, no dudes en llamarnos.
-Lo hare, buenas noches-se dirigió a la escalera-Rina, por cierto, muchas felicidades.
-¿Eh?-se sonrojo-¿Quién te lo dijo?
-Es algo que se ve, ¿Lo sabe Hakai?
-Se lo dije hace una hora, descansa.
Kouro subió al segundo piso, no está en mejor estado que el primero pero una sorpresa le aguardaba, una bellísima zorro Kitsume le miraba serenamente desde la cama.
-Abuela- dejo las jaulas y se recostó junto a ella, igual que en su niñez-me hiciste tanta falta.
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A la mañana siguiente desayuno con la familia, el comedor parecía vacio sin sus padres y aunque había llorado de consternación por la pérdida no era sino hasta ahora que lo entendía y que caía en la cuenta de cuánto los había querido, pronto noto que a pesar de no haber dicho una palabra o explicado los motivos de su súbito regreso todos estaban inusualmente amables con él, su pesar debía ser demasiado notorio y más le valía hacer algo al respecto, no quería que la gente sintiese lastima por él.
Dedico las primeras semanas a restaurar el laboratorio, a aceptar saludos de los que le visitaban para darle una bienvenida formal y a informarse de todo lo que se había perdido mientras viajaba; Hakai, obediente a la promesa hecha a su madre, se dispuso a protegerle y ver por su bien más como un padre que como un hermano mayor, Rina tenía una actitud similar, le acompañaba gran parte del tiempo, lo alejaba del trabajo cuando sentía que abusaba de este, se aseguraba de que se involucrarse con la familia y fue ella quien le propuso meterse en los asuntos del reino haciendo el papeleo que Tadashi había llevado en sus últimos años, lo gracioso es que a Kouro ya se le había ocurrido.
-¿Qué haces aquí?-Hakai lo pesco en el despacho de su padre.
-Oh, hola, hermano-culpable no parecía-se me ocurrió venir y revisar el trabajo de papá, para decidir su puedo ocuparme de este.
-¿Eso quieres hacer?
-Lo que no quiero es ser solo una carga-dijo-reabrí el laboratorio porque hay cosas que quiero investigar, nuevas tecnologías que nos ayuden ahora que papá no está, tomar este trabajo es beneficioso para ambos.
-No te esfuerces demasiado, así no va a quedarte tiempo para pintar.
-Sí, eso…lo deje-se apuro a excusarse-ya sabes que solo era un pasatiempo, no necesito tener tiempo para pintar, pintaba porque me sobraba algo de tiempo-recogió algunos papeles-me llevare estos para revisarlos, ¿está bien?
-Claro-espero a que llegara a la puerta y entonces pregunto-Kouro, ¿Algún días nos dirás porque abandonaste todo y volviste así?, lo que haya pasado…bueno, soy tu hermano, intentaría ayudarte.
-Gracias Hakai, aun no estoy listo pero creo que si podre algún día…solo tengo que encontrar la manera.
Y la encontraría, así pusiera en riesgo su propia vida, encontraría la manera de arrancarse el corazón y vivir sin el tormento de sus emociones, era una idea obsesiva y poderosa que se había adueñado de su mente, lo de mejorar el reino y hacer el trabajo de su padre le quedaba bien como cubierta para experimentar, con animales y energías, los nuevos poderes que ahora sabia que tenia.
Editado: 07.08.2018