Capitulo #5.

Capitulo: El Demonio Escarlata
 

Si las flores no existieran ¿Se le podría llamar hermoso realmente a algo?.

Abril.

La mirada de Aki era más que desconcertada, si soy sincera el tema de los sangres maldita no es mi preferido y aún para mi causa desconcierto. 
-¿un sangre malita? ¿Estoy maldito? ¿Es lo que tratas de decirme? - si el estaba molesto tendría todo el derecho, le dije que solo serían unas horas y que lo dejaría irse pero a pesar de eso, más parecía afirmar lo que decía. 
El pobre solo había entrado a la sala de la casa y ya se le habían cerrado todas las alternativas de una salida.

Todos se fueron y nos dejaron solos a Aki Natzuki y a mi.

- Por favor toma asiento, nuestro trabajo es protegerte, así que puedes estar seguro de que no te pasará nada mientras estés aquí dentro.- para ser la primera vez que Natzuki hablaba con otro sangré maldita resultó ser un tanto amable.
Cómo esperábamos el chico se sentó, sus piernas temblaban, es obvio que no es muy valiente.

- ¿Puedo preguntar algo?  - me sorprendió que hablara. - bueno realmente quiero preguntar muchas cosas Diosa.
- adelante - no tenía otra alternativa, y después de todo, sangre maldita o no el terminaría creyendo que esto fue un sueño.
- ¿Cómo puedo dejar de ver esas cosas?
- un talismán, después de todo llevas ya uno puesto. 
- ¿El talismán de mi abuela tiene algo que ver?  
El traía un talismán en la muñeca, pero ya era inservible.
- correcto, solo necesitamos darte uno nuevo y todo listo. Natzuki, ve al templo y trae 2 talismanes. - parecía sonreír .
- Si.
- dijiste que tenías varias preguntas las escucharé y después de eso podrás irte. Supongo que tiene que ver con lo que ves.
- así es, quiero preguntar ¿Quien me maldijo? 
- el nombre "sangre maldita" solo es eso un nombre no es literal. Para serte honesta a los dioses también se nos dificulta explicar que son y como paso.

Para aquellos que ven los dos lados del mundo, se les tiene una historia, nisiquiera los dioses sabemos cuáta verdad tiene.

- todo comienza antes de que la cultura de los dioses fuera puesta en este mundo. Cuentan así que que un demonio escapó del Inframundo que estaba callendo en un valle de horror y tristeza, para así venir  a la tierra. Unos dicen que que aquel demonio era tan bueno y puro el Lucero, más que cualquier arcangel, otros dicen que era el mismo Lucifer. Aquel demonio tuvo la libertad que estuvo a punto de perder en la tierra, tomo la semejanza del humano y vivió feliz. Tarde o temprano el demonio se enamoro de una joven mujer, y tuvieron 4 hijos. Ellos nacieron con un poder increíble, ellos podían ver el mundo de su padre, pero no tocarlo. Claro que el demonio nunca les dijo la verdad y ellos crecieron y se volvieron 4 jóvenes apuestos, vivieron bien y se casaron, y sus hijos crecieron con el mismo poder de ver, pero no todo fue felicidad. Un día uno de los hijos del joven menor murió acesinado en las manos de los tenebris, ellos no solo veían el mundo también podían interactúa con el, podían tocarlo, sentirlo, verlo.

- El demonio escarlata, así fue llamado, como tal no tiene un final la historia, dicen que el joven mato a su padre al darse cuanta de quién era.  otros dicen que callo en depresión y murieron ambos, eso no importa. Pero lo que hicieron fue transmitir esa sangre, cada cierto tiempo nace gente con esa maldición.

- ¿Pero si esto es de nacimiento ¿Por que toda mi vida nunca ví nada como esto? 
- ya te lo dije, el talismán tiene un poder que impide que veas. Ya sabes es sagrado. ¿Quien te lo dió? - en cuento pregunté, puso una cara un tanto melancólica y dió una sonrisa.
- mi abuela, cada medio año hiba de visita y me daba uno de estos. 
- ¿Y dónde está ella? 
- murió hace 7 meses exactos.
- encerio... Lo lamento de verdad. Pero es muy raro que no te allá contado nada, por lo que me dices tu abuela sabía de esto. Imagino que ella era igual a ti. 
- lo dudo, ella no es mi abuela ni mis padres son biológicos. Solo un día me recogieron de las calles. - su historia era un tanto triste, trágica para un ser humano. El había perdido algo al igual que todos ¿Por qué era diferente? 
- entonces de alguna manera ella se dió cuenta. Eso significa que se preocupaba por ti estoy segura de que ella... 
- tengo el talismán -  de pronto tocó la puerta  Natzuki. Me pare rápido del sillón y el me siguió después. 
- Escucha Aki, con esto se termina todo ¿Ok? Este talismán tendrá el mismo efecto que el anterior. No estoy segura de cuento tiempo pueda durar.

Y si no dura lo suficiente, y si el no vuelve por otro.

- Aki ¿tienes un teléfono? - pregunté - ¿me lo prestas?
- este, si claro. 
- voy a colocar una alarma que diga la dirección del templo y "visitar importante" para dentro de 3 meses, ya que después de unas horas no sabrás dónde estuviste ni recordarás esto. 
- cuando vuelvas al templo nos aseguraremos de que te lleves un talismán. - le dijo Natzuki con la intención de calmarlo.
- entonces ¿Eso es todo? ¿Puedo irme? 
- claro, no estás maldito ni nada. Solo es cosa de familia.  - era un chico joven tal vez 16 años, era muy joven para morir. 
Le puse el talismán en la muñeca y el se apenó un poco, guarde un talismán de mas en su bolsa por si acaso. 
Natzuki y yo lo acompañamos por el puente para que pudiera salir y lo dejamos en el puerta del templo.

- es mejor que vallas directo a casa podrías perderte. Acuéstate en cuanto llegues y amarra bien eso - dije mirando el talismán.
- si, muchas gracias tendré cuidado y fue un gusto deidad. Por cierto no me dijiste de que eras diosa.
- será mejor que te vallas se hace tarde. - recalque.
- claro, adiós y de verdad muchas gracias salvo mi vida, Diosa Kou.

Debo de admitir que Aki era guapo pero no fue la primera vez que lo pensé en todo el día. 
A pesar  de que le dije que respondería sus preguntas no lo hice con todas. 
El chico se me hizo un tanto familiar, parecía una flor apunto de marchitar. Que triste que se tuviera que ir.