M A R
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Camino por el aparcamiento buscando a alguna de las chicas pero todavía no llego ninguna. Me siento en las escaleras de la entrada y espero allí mientras paso un mensaje a nuestro grupo de “Princesas griegas” un nombre irónico que Mel propuso y a todas nos pareció gracioso. Pregunto si alguna esta cerca de venir y cuando voy a guardar el celular otro mensaje de otro grupo cae.
Las leonas de Lynbrook
Zarahi: niñas en dos días será la presentación de las nuevas integrantes del escuadrón, les recuerdo que esto representa a nuestra escuela hagamos que el espíritu escolar se encienda.
¡vamos leonas!
Ahora mis nervios están a flor de piel me había olvidado por completo la presentación que arranca con el inicio de temporada. Con los dedos temblorosos conteste al grupo con un emoticón de celebración. Quería hacer esto en verdad me gusta ser una animadora Zarahi me demostró que somos mas que bailarinas haciendo pirámides.
– Mar, que bueno que te encuentro – frente a mi estaba la capitana de porristas con su celular en sus delicadas uñas. Traía un entero corto de color blanco y estampado de hojas azules con unos tacones blancos estilizaban sus piernas. – quería hablar con todas sobre el peinado que deben de llevar y mandare un mensaje al grupo para recordarles de todos modos – de su bolso rosa claro saco un listón negro con un estampado con letras blancas que ponía “Leonas de Lynbrook” repetido a lo largo de la cinta. – tienes que hacerte una coleta alta y luego te pones este listón escondiendo la goma de pelo – sin dejarme decir nada Zarahi dejo el listón en mi mano y me saludo con dos besos para ir a decirle lo mismo a Kenna.
Vuelvo a sentarme en las escaleras viendo la cinta en mis manos, pronto sería una animadora oficial. Mi celular suena y veo en la pantalla un mensaje de Red diciendo que se durmió pero que viene en camino. Sonrió guardando el aparato en el bolsillo de mi falda y miro a mi alrededor. Cuando mi mirada vuelve al frente me sobresalto al ver a Colín parado frente a mi.
¿Cómo llego aquí sin que lo escuchara?
– Hola Moon – saludo con voz profunda al tiempo que sus labios se apoyaron en mi mejilla. Cerré mis ojos disfrutando de la sensación cálida de su saludo. Al abrirlos me encuentro con su mirar verde como si esperara algo de mi.
– Hola Colín – la voz me salió algo rota pero logre disimularlo o al menos en no pareció notarlo. Se sentó a un lado de mi logrando que un nudo se me formara en el estomago. ¿Cuándo fue que todo cambio entre nosotros? – Dije que te alejaras – necesito tenerlo lejos para que mis sentimientos se aclaren o al menos pasen. Tal vez solo tengo estos nuevos sentimientos por que Colín esta con Calíope, puede que sean celos por que él la trata como me gustaría que me tratara a mi.
– Sabes muy bien que yo no sigo las ordenes de nadie – responde despreocupado viendo a los estudiantes pasearse de un lado a otro. Me pongo de pie comenzando a caminar dentro del liceo, atrás de mi puedo notar que me viene siguiendo y en un acto desesperado por huir me meto dentro del baño de mujeres.
Entro al ultimo cubículo del baño trancando para comenzar a llorar recostada contra la puerta. Mis manos tiemblan y con los puños cerrados golpeo la puerta reteniendo las ganas de gritar. Tres golpes en la puerta me sobresaltan y aclarando mi garganta hablo.
– Esta ocupado – del otro lado no recibo respuesta por lo que continuo derramando lagrimas en silencio. Nuevamente los golpes se repitieron pero ahora con mas fuerza que la vez anterior. Abriendo la puerta estoy por decir que esta ocupado cuando veo a la persona frente a mi.
Un metro ochenta de alto o quizá mas, cabello negro, ojos que cambiaban del negro al rosa, vestimenta de motoquero y mirada fría. Frente a mi estaba Anteros el hijo de la diosa Afrodita y el dios Ares. El protector de los amores no correspondidos y al recordar eso comprendo el por que de su visita.
– El dolor de tu corazón me trajo – dijo el dios antes de que pudiera formular palabra alguna. Mi corazón siente dolor, no logro comprender como es que estos sentimientos que mi corazón llora aparecieron de un momento a otro. – Mar los sentimientos que tienes hacia Colín nacieron hace mucho tiempo y lo sabes. Tus sentimientos cambiaron hacia tu amigo que lo hayas ocultado por temor no quiere decir que desaparezcan – lagrimas vuelven a caer por mis mejillas y apartando al dios me miro al espejo.
El sol de verano estaba en su punto mas alto y junto a mis amigos estábamos andando en nuestras bicicletas por la calle. Nuestros padres nos dejaban dar la vuelta por el vecindario de tía Alida por que no pasan muchos vehículos. Aquel día en particular yo estaba mas feliz de lo normal al fin mi madre dejo que papá me quitara las rueditas de entrenamiento. Con ya cinco años podía manejar sin ayuda de esas cosas y me sentía grande entre mis amigos.
Mi trayecto estuvo bien no me había caído y mis amigos ya estaban algo casados por lo que dimos una ultima vuelta a la manzana. Iba tan concentrada en mantener mi equilibrio que no vi el bache en el suelo y termine cayendo de la bici raspando mis rodillas y parte del bazo derecho. Estaba a punto de llorar cuando vi a Colín venir hacia mi para ayudarme. Con su botella de agua limpio mis raspones y beso mis heridas.
– Gracias Col – un extraño nudo se formo en mi panza y un calor subió por mi garganta cuando él sonrío.
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Editado: 10.10.2020