Capítulo 37| Flor de loto

C O L Í N
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Mis heridas sanaron rápido por lo que en pocos días ni se notaba que me habían golpeado. Admito que fue humillante pero me lo merecía, cada golpe sabía que lo merecía por haber jugado sin querer con los sentimientos de Calí. La platinada ya ni siquiera me prestaba atención y había notado que me esquivaba en los pasillos del liceo, Mar al contrario siempre que me veía me sonreía y me saludaba desde lejos. Cada que la veía sentía una extraña opresión en el pecho y me volvía torpe al instante en que la rubia estaba cerca de mí, sin duda alguna mis sentimientos por Mar cambiaron. Hasta mis amigos se dieron cuenta de ello por eso ahora soy la nueva burla de ambos y se los permito porque al menos así puedo ver reír a Anker a estado muy decaído últimamente.

– ¿Qué tal nenas? – Kevin llega hasta donde estamos con Anker en el estacionamiento viéndose algo diferente a lo habitual y es lo primero que nos causa gracia a ambos.

– Sabes que aún no es Halloween ¿verdad? – comenta el pelinegro sin poder contener más la risa y yo me huno a su carcajada mirando el ridículo atuendo que lleva nuestro amigo. Estaba vestido como un activista hippie amante del medio ambiente, una remera de manga corta color café que le quedaba enrome, un pantalón que lo hacía ver como un gitano de color marrón y su corto cabello tenía una bincha verde de tela.

– Ja, ja, muy graciosos – habla con un tono seco el castaño – Tengo una cita con Lila y ella quería que me pusiera ropa que esté libre de maltrato animal y sea amable con el medio ambiente – nos contesta el castaño mirando su ropa que ahora entiendo por qué se ve así, no estoy en contra de las personas que visten así pero ver a mi amigo así solo me causaba gracia.

– Da igual porque estés así te vez ridículo amigo, suerte con la burla de media escuela – ambos miramos a Anker con cierto asombro pues no es para nada normal que hable de esa manera tan acida. Mire con detenimiento al chico a mi lado y note un morado bajo sus ojos y una clara señal de cansancio que lo invadía.

– Eso no me importa gracias por los buenos ánimos Anker deberías escribir un libro de auto ayuda se te daría de maravilla – contesta a la defensiva Kevin que ya se notaba algo enojado por las palabras del moreno y la cosa hubiera ido a peor si yo no intervenía.

– Ya señoritas no comencemos una pelea por algo tan estúpido, Kevin te vez ridículo pero te apoyaremos y Anker sé que es difícil renunciar a una persona pero si ella no es feliz a nuestro lado debemos dejarla ir – pasando mis brazos por sus hombros los tomo del cuello haciendo que ambos se encorven – Ahora se disculparan cabezas huecas y entremos al liceo – digo viéndolos a ambos luchar por liberarse de mi brazo pero aprieto más el agarre. – No los oigo disculparse – hablo con un tono más enojado dejando en claro que no los dejare ir hasta que los oiga pedirse disculpas.

– Perdón por burlarme de ti Kevin – habla Anker queriendo liberarse de mi brazo, su tono no era para nada sincero por lo que apreté aún más su cuello – Esta bien perdón Kevin no volveré a burlarme de ti – contesta el moreno ahora si hablando con sinceridad y lo suelto ahora concentrando mi agarre únicamente en Kevin.

– Perdón hermano por decirte esas cosas no lo volveré a hacer – suelto al chico y acomodo mi ropa viendo como algunos mortales nos veían raro. Pero entre esas mirada me encontré con la de Mar caminando en nuestra dirección y por inercia yo acomode mi ropa y cabello pareciendo algo paranoico por verme bien.

La rubia venia caminando con suma tranquilidad pero algo en ella hacia que el tiempo fuera más lento o solo era mi percepción de ella la que se dañó con tan solo verla. Cuando ella se detuvo frente a mi puedo jurar que se detuvo mi corazón en cuanto la vi alzar sus brazos para darme un abrazo. Rayos no sabía que tan intensos se estaban volviendo mis sentimientos por ella o quizá solo estaban contendidos desde hace tanto tiempo que ahora que pueden salir no logran contenerse dentro de mi pecho. Rodeando su cintura con mis brazos apoyo mi mentón sobre su cabeza, cierro mis ojos para sentir su perfume y el olor marítimo inundo mis fosas nasales. El abrazo fue algo corto pero yo lo sentí como si hubieran pasado varias horas, Mar abrazo a su primo y luego a Kevin elogiando su atuendo. El castaño aprovecho el elogio para dejar en evidencia que con Anker nos burlamos de su ropa.

– Hola chicos – de la nada como siempre aparece Sam, a veces me dan ganas de comprarle un collar con cascabel para saber cuándo viene. Le dije varias veces que no se me puede aparecer de ese modo pero ella no me hace caso y siempre me dice que el amor llega de manera inesperada.

– Hola – nos giramos a ver a la responsable de que Kevin se vea como un hippie, Lila estaba frente a nosotros con un vestido blanco corto, botas largas marrones y un sombrero marrón sobre su cabeza. Al igual que Kevin se veía como una hippie amante de abrazar arboles pero eso la hace feliz porque al ver a Kevin sus ojos brillan. – Kevin ¿enserio te vestiste así para ir al festival? – la chica siempre demostró ser algo sensible y juraría que estaba a punto de llorar por la manera en que su voz se fue volviendo más aguda con cada palabra.

– Dije que me lo tomaría enserio preciosa – en ese momento los demás éramos un estovo en la conversación de aquellos dos por lo que nos abrimos dándoles su espacio. Mar miro a la parejita mientras nos alejábamos y sonrió viendo como Lila sacaba de su bolso una flor de loto y se la entregaba al castaño.