Dioses de piedra y filo

Capítulo 13

Me miro al espejo por millonésima vez consecutiva en la última media hora. Yo nunca he sido una chica fornida ni musculosa ni mucho menos, siempre he tenido una complexión menuda. O así era hasta hace poco, nunca pensé que tres meses de entrenamiento pudieran llegar a cambiar tanto mi cuerpo. Bueno, tampoco es que se me haya puesto un cuerpo de escándalo, pero ya no estoy tan delgada como lo estaba antes, al menos no se me notan los huesos.

Hace unos días tuve que ir con Naia a comprar ropa nueva porque la mía ya no me sirve. Ella sigue deshaciéndose en lágrimas cada ocasión que me ve, aún no ha aceptado lo que va a pasar. Por extraño que parezca a mí no me ha sucedido, en poco tiempo he asimilado el que muy seguramente sea mi destino en el laberinto. Algo que me ha resultado de gran ayuda es el apoyo de los que están pasando por la misma situación que yo. A pesar de que mi grupo es un poco dispar, nos llevamos bastante bien entre nosotros. Lauren y Brighid se han vuelto muy buenas amigas, además, los chicos son personas increíbles.

En las clases de teoría hemos estado viendo un montón de criaturas horripilantes que habitaban el laberinto cuando se redactó le documento, según la maestra la mayoría de ellas ya no existen, pero eso no les quita lo feas que eran.

A veces intento charlar con mi padre de lo que me pasa en el día a día resulta complicado, creo que él está más preocupado por mí que yo misma. Parte de la religión que profesamos es aceptar lo que el destino quiere que hagamos y acatar el cometido que nos encomienda a cada uno, aceptarlo y comprenderlo. Así que eso es lo que he hecho. Como lo hizo mamá.

Ella supo que su fin estaba cerca y lo asumió, a pesar de que los tres hicimos hasta lo imposible para lograr vencer a la enfermedad, lo malo es que en esta ciudad poco se puede hacer en su situación así que terminó perdiendo la guerra. Al enterarnos de que todo esfuerzo iba a ser en vano ella decidió disfrutar por entero del reducido tiempo que le quedaba.

Su muerte afectó duramente a papá, no es que haya sido un mal padre, es que de un momento para otro perdió a la que fue la única pareja que él ha tenido en su vida. Él se desconectó del mundo durante unos meses, tanto que yo tuve que vivir con mis abuelos paternos, los maternos también estaban destrozados. Yo era muy joven cuando murió mamá, pero a mí también me marcó. Me la encontré al volver del colegio, ese día habíamos tenido que llevar a nuestras madres a clase para hablar sobre sus profesiones, yo estaba triste porque la mía no pudo ir, sin embargo, estaba emocionada por las ganas que tenía de llegar a casa para contarle lo que había aprendido. Me topé con la decepción de que ella no me hizo caso.

Estaba desayunando cuando la vida le abandonó, se encontraba sentada en la cama, con una bandeja de comida sobre su regazo y con la boca llena de avena con fruta deshidratada a medio masticar. Ni siquiera tuvo tiempo de tragar, los siervos de Morrigan llegaron antes. Eso me dejó grabada una repulsión con la que todavía lucho, gracias a mis nuevos amigos y a los antiguos estoy superando mis fantasmas.



#6826 en Fantasía

En el texto hay: brujas, hadas, laberinto

Editado: 02.10.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.