Seguimos mirando la nada, esperando que el tiempo se congele para aprovechar el tiempo que tenemos, así tan en calma a pesar de la mala noche que hemos pasado, siento mi cabello más ligero y eso por lo corto que está, me pasó una mano y este ya no cae sobre mi pecho.
—Te miras bien con el cabello corto— rompe el hielo que se había provocado después de su agradecimiento con un halago.
—Lo sé— le sonrió mientras me levantaba para entrar a mi cuarto a cambiarme.
—La humildad ante todo eh— me río ante su comentario y me cambió a prisas nuevamente para que él no espere tanto afuera— ¿Cómo le haces para cambiarte tan rápido?
—Tengo un hada mágica que me ayuda— bromeó mientras me pasaba las manos por mi pantalón, para quitar un poco las arrugas.
—Si me lo hubieras dicho hace unos días no te hubiera creído, pero ahora lo veo probable— me dice mientras se acomoda el cabello en el espejo.
Le sonrió y lo despeinó y al ver su cara de malhumor me hizo reír y lo ayudó a acomodarse el cabello, nuestra cara queda a centímetros, no decimos nada solo nos miramos, me toma del cachete.
—Tenías el maquillaje mal difuminado— me dice mientras se ríe, me arde los cachetes.
—Hay que bajar a comer— le digo mientras tomo ventaja y agarro mis cosas para bajar.
El desayuno sucede con normalidad, entre bromas y juegos normales, mi corazón me dolía por el hecho de que yo sabía que ese beso no significo nada para él, a él le gustaba una chica de su salón, Leslie, una chica con cabello largo castaño, ojos hermosos que combinaban con su hermosa sonrisa, esa sonrisa que hombres pagarían solo por verla, por que se la dedicaran a el o tan solo una mueca, lo miro comer cereal mientras juega con Robert y siento esa punzada, duele, es de lo peor que te guste tu mejor amigo, por que la regla de los mejores amigos es que esa persona sea feliz a pesar de la tuya, bueno, esa era mi regla, que el sea feliz, a pesar de que no sea conmigo, mientras tanto yo estaré aquí amándolo en secreto entregándolo todo desde las sombras, como lo he hecho siempre, ante ese pensamiento se nubla mi vista y es a causa de las lágrimas que se quedan estáticas en el borde de mis ojos las limpio justo en el momento que mi madre entra y me mira...
—Tu cabello...—me pasa una mano por los mechones cortos y me muestra una sonrisa —Se te ve muy bien, antes no lo pude ver bien, ya que estabas de espaldas
—Gracias, Quisiera pintarlo— los ojos de Dylan voltean a verme con una clásica expresión de estás loca, mi madre asiente y se ríe con la expresión de Dylan, que al mismo tiempo me hace señas para que le diga lo del evento —Madre, quisiera llevar a mis amigos al evento de caridad...—le suelto a mi madre que muestra seriedad en su cara, oh no, no le gustó la idea...
—Creo que escuche mal cielo— mi madre se encontraba molesta y lo note por la manera en la que me miraba, si las miradas mataran ya estaría muerta y enterrada 5 metros bajo tierra.
—Sería una gran oportunidad— le digo su cara cambia a intrigada— Imagínese la aburrida Adeline Allen, hija de la hermosa diseñadora Mercy West, asiste al evento con 8 chicos guapísimos que le ayudan a la gran modista— le exagero a mi madre, mientras ella cierra los ojos para analizar, mientras que Dylan se muere de la risa y continúa él.
—Tienes razón Ade, sería una gran oportunidad de presentarte a la sociedad— dice Dylan con un tono formal a lo que mi madre asiente.
—Con una condición, elegirás a uno de tus amigos para bailar— volteo a ver a Dylan y este asiente por la que aceptó el trato—Ah y el baile es 5 días—ambos nos asombramos ya que tenemos menos días para derrotar a Seth, tomamos nuestras cosas y nos dirigimos hacia la escuela.
El día transcurre rápido entre varias bromas no tan grandes ya que los chicos estaban extraños, Noah estaba más callado de lo habitual, aunque Owen seguía siendo el mismo también ocultaba algo ya que en ratos se quedaba mirando la nada como si estuviera pensando algo, Daarick no hablo para nada y él nunca se calla, el hecho de que él no tuviera sus recuerdos, lo apago bastante, y los demás luchaban por mantener a todos unidos, ya que aprovechaban para discutir, pues los sentimientos eran mas grandes que nosotros, éramos adolescentes a un paso de la adultez, pero eso no nos hacia capaces de soportar la complejidad de nuestra mente y pensamientos afortunadamente acabaron las clases y nos fuimos directo a la tienda, estábamos callados, así que decido romper el hielo.
—Ya encontré a Thot...— todos voltean a verme y Daarick me da un sape, que le devuelvo con un pellizco.
—Niños dejen de pelear — dice James —No es tiempo de pelear por mi.
—Y hasta ahorita dices! — me regaña Samuel y yo solo me rio.
—Se llama Dylan— empiezo a contarles todo y ellos empiezan a escuchar evito contarles del beso, ya que además de que no era relevante, no era algo que quisiera decirles, para empezar a contarles el plan elaboramos y la idea de que ellos fueran al evento conmigo, miro como Daarick quien se encuentra sentado a lo lejos está mirando a otro lado, me acerco hacia él y le tomo la mano—Sé que no lo recuerdas y que no nos crees cuando te decimos que eres un dios, pero créeme cuando te digo que eres Anubis te dedicabas a embalsamar los cuerpos de los faraones y guiarlos a la necrópolis.