CAPÍTULO 3

LO QUE VEO Y LO QUE NO VEN

A un par de días de mi cumpleaños, papá me dijo que no podríamos ir a Inverness por temas de su trabajo, pero aseguró que lo celebraríamos de todas formas.

¿Estoy decepcionada? Pues sí, quería visitar Inverness con mi familia, pero entiendo que papá deba trabajar ese día. Es profesor de la universidad de Glasgow, así que entiendo la cantidad de trabajo que puede llegar a tener.

Respondo un mensaje de Nora y voy al pequeño jardín de mi casa a pasar un tiempo entre las plantas del invernadero. No es nada especial, mamá la construyó, es un lugar diminuto donde dejé las pocas plantas que tengo ahí. Así que me pongo unos guantes especiales y comienzo a perderme en ellas, pese a que es invierno.

Cuando termino, salgo y de inmediato una llovizna cae sobre mí. Maldigo para mis adentros. Camino lo más rápido que puedo para entrar y beber un poco del chocolate caliente que me espera.

Al entrar, mamá está frente al computador y con sus lentes puestos. Parecía concentrada y creo que la interrumpí, aun así, deja de ver la pantalla y me sonríe.

― Ireland, el chocolate está en la cocina.

Asiento y la dejo trabajar.

Me sirvo el chocolate y tomo el teléfono que dejé en la encimera viendo que tengo un montón de notificaciones de Nora.

Nora: ¡Ireland! Adivina quién será nuestro profesor de matemáticaaaaa

Ireland: ¿Quién?

Nora: ¿Ni siquiera vas a adivinar? :(

Ireland: No, ya dime que muero de curiosidad.

Nora: Ya no tengo ganas :)

Resoplo y dejo escapar una risa por lo bajo. Dejo a un lado el chat de Nora y me meto en Instagram, y hallo de inmediato un post de la preparatoria, en la página de chismes, donde salgo yo en el suelo, una caída que tuve hace unos días. 

Suspiro al leer el nombre.

“Torpe Booth”.

La mayoría sabe quién soy yo por mi torpeza, y ya me acostumbré a que la gente me asocie a esa palabra. Sé que no soy así, y lo dejo pasar porque prefiero que me digan torpe que loca.

Ya tuve un accidente en el kinder donde la profesora llamó a mis papás donde habló de mis alucinaciones y les sugirió “sutilmente” que me llevaran a un psicólogo. También recuerdo que a esa misma profesora le pedí ayuda cuando uno de ellos me asustaba demasiado.

Era muy pequeña para entenderlo, pero cuando tuve la edad suficiente entendí que lo que la gente no ve con sus propios ojos no lo cree.

Mi papá citaría a Santo Tomás porque él no creyó que Jesucristo resucitó al tercer día cuando María Magdalena llegó con la noticia. Aunque, creo que no le creyó porque era la única mujer en el círculo de Jesus.

“Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”.

Sí, me aprendí ese evangelio por mi padre. Como es académico se encarga de que aprenda más cosas de lo que se considera normal y me lo dictó varias veces cuando le contaba lo que me pasaba. 

Admito que me enojaba cada vez que citaba ese pasaje de la biblia porque no lo entendía y ahora lo hago.

Y bueno, cuando Nora lo escuchaba recitar pasajes de la biblia se preguntaba si mi papá era un devoto cristiano, a lo que le respondía que no. Creek Booth solo es un católico que no pisa la iglesia y cree hasta cierto punto, porque como el académico que es debe dudar, ya que eso es lo que nos hace humanos. De todas formas, me hizo leerme la biblia para no quedar en la ignorancia.

A pesar de lo paternal que puede ser, siento que papá no me cree del todo. Se lo conté de pequeña y no lo culparía si pensara que lo estuviera imaginando, porque cuando crecí dejé de mencionarlo e intenté comportarme normal.

☪

― Deja de llorar ― Pidió el niño de un profundo cabello azabache ―. Volveré.

― ¿Lo prometes? ―preguntó la niña con nuevas lágrimas asomándose por el rabillo del ojo.

La niña ve una pequeña sonrisa del niño. 

¿Por qué no puedo ver su rostro?

― Lo prometo, Ireland. No tardaré, me tienes que esperar, ¿de acuerdo?

La niña asiente.

Exhalo con profundidad al despertar en medio de la oscuridad. Parpadeo varias veces intentando despejarme, y al hacerlo noto las pestañas húmedas. Me toco y siento las pestañas mojadas. Estuve llorando mientras tenía ese mismo sueño repetitivo.