꧁dipsomanía꧂

Capítulo 35

𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 35

ℒ𝒶 𝒶𝓁𝑒𝑔𝓇í𝒶 𝓃𝑜 𝒶𝓃𝒹𝒶 𝑒𝓃 𝒹𝑜𝓈 𝓅𝒶𝓉𝒶𝓈 

____________! CC ¡___________

 

Tecleaba con mucha rapidez sobre mi computadora, quería que los informes estuvieran listos antes de que Mario regresara de almorzar, clasificar en carpetas y tener todo organizado para su comodidad. La puerta se abrió de golpe dejando escuchar un ligero tatareo de una canción.

–¿Cómo te va con eso CC? – el chico de cabellos rubios dejó algo sobre el escritorio, pero yo seguía con mi vista fija en la pantalla del computador 

–Ya mismo termino ¿Qué tal estuvo tu almuerzo? – pregunté girando la cabeza suavemente

–Estuvo algo solitario sin ti– se quejó al apoyarse en mi mesa

–Lo siento, el señor Gal quería que lo acompañase con sus amigos– me excusé

–No importa, esta bien– sonrió 

–Ya está listo– lo miré sonriendo con orgullo. Miré la maseta con girasoles sobre mi escritorio–¿Y eso? –

Tomé la maseta de barro con las lindas flores, estaba pintado con manchas rosas y azules

–Es un detalle para ti– sonrió 

Noté la tarjeta en el medio del arreglo floral, con letras doradas y cursivas estaba escrito “El lenguaje de las flores”

–¿El lenguaje de las flores? – pregunté con extrañeza–¿Qué significa? –

–Averígualo– se dirigió a su propio escritorio para revisar su trabajo

–Gracias– le sonreí

–No es nada– se sonrojó apartando la mirada– Gracias por el trabajo también, iré con Michel a entregarlos ya regreso–

A paso acelerado se fue de la oficina. Yo abrí el buscador para encontrar el significado de esa peculiar frase. Un anuncio invadió la pantalla antes de que pudiera picar el primer resultado de la búsqueda.

“¿Te interesa el ingreso a la universidad? 

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¿Universidad? Nunca estudié en una. No es porque no hubiera querido, no tenía los ingresos para entrar, además que la carrera que quería la muy costosa y demandada. Pero ese rayo de esperanza hizo que mis emociones se elevaran

 “Al oeste de…”

Estaba en la misma ciudad a la que Amber y las demás iban a ir a trabajar, el nuevo burdel. Esto no podía ser más perfecto. Siempre quise estudiar, prepararme, y ser algo más de lo que ahora.

Abrí el anuncio sin demora, chequé la información y envié un correo lo más rápido que puse para postular. Al cabo de unos minutos me contestaron. Me mandaron el formulario de inscripción, los requisitos, el horario de los exámenes de ingreso. Todo

¿Será posible?

No es demasiado tarde…

Imprimí todo y revisé el temario del examen. No puede ser. Estos temas hace años que no los estudio. En el colegio del que me gradué, tuve buenas notas, pero no fueron perfectas y en verdad tendría que estudiar demasiado si quería aprobar. De lo que investigué la carrera a la que postularía tenía tan solo 200 cupos para estudiantes, es poco.

La puerta fue abierta nuevamente, el maletín negro cayó sobre el escritorio después de ser lanzado gentilmente por su dueño.

–¿Sigues aquí? – me miró con sorpresa

–Si ¿Por qué? – no entendía

–CC, ya es muy tarde. Tu jornada laboral terminó hace 40 min– 

Mierda. Revisé mi celular y había 23 llamadas perdidas de Gal, con otros 10 mensajes. Tomé mis cosas, me despedí de Mario y me dirigí corriendo al ascensor.

Estaba inquieta, supongo que no me esperó, tardé demasiado en bajar. Tomaré un bus, tengo dinero, pero no se la dirección exacta de donde debería bajare. QUE DESASTRE, ME VOLVERÉ LOCA.

Las puertas metálicas se abrieron en el piso subterráneo del estacionamiento y a lo lejos pude ver el auto negro con su conductor arrimado en el capó.

 Respiré aliviada y me acerqué. Le toqué el hombro para que volteara y al verme su rostro se relajó.

–Me preocupaste– suspiró

–Lo siento, perdí la noción del tiempo– me abrió la puerta para que entrara–Gracias por esperarme–

–No es nada, la próxima vez deja un mensaje– miró las cosas que llevaba– ¿Y eso? –

Señaló la plata entre mis brazos, acarició un pétalo del girasol amarillo.

–Oh! Me lo regaló Mario, es lindo ¿no? – 

–Es muy bonito, no sabía que te gustaban las plantas– comentó 

–Bueno, cada que tengo una flor se muere, al parecer no tengo tino con eso– reí– A usted se nota que le gustan…–

Si quitar la mano del volante se encogió un poco de hombros.

–Si, pero en exteriores. Dentro de casa hace mucho desorden y suciedad– se quejó 

Creo que esperaba una respuesta similar, después de todo un hombre con las cualidades como Gal Walker está costumbrado a admirar que a involucrarse.

 


 

El auto se detuvo a unos metros de llegar a la puerta de la casa. Se volteó para verme. 

–¿Qué pasa? – pregunté con confusión

Alrededor de nosotros solo había un campo abierto, con verde pasto y ningún árbol, el atardecer calmado y una ligera brisa siempre acompañaban el panorama haciendo de este muy calmado alejándolo de la ruidosa cuidad.

–¿Recuerdas lo que te enseñé ayer? – preguntó bajándose del auto

–Si…por supuesto– desabroché mi cinturón

–Pues es hora de ponerlo en práctica– sonrió ligeramente cerrando los ojos

–¿Qué? – 

–Ponte en el asiento del piloto–

–Gal… esto es muy mala idea–

–Dijiste que querías aprender–

–Si, pero, no sé como hacerlo. Solo conozco la teoría– refuté con nervios– si choco su auto estoy segura de…–

–No vas a hacerlo, confía en ti. Se que puedes– cambiamos de puesto, ahora era yo la que estaba al volate

–Usted está loco…– mis manos temblorosas quitaron los tacones que usaba 



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En el texto hay: millonario, vida dura, burdel

Editado: 19.05.2024

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