Disappear | Libro #1 (saga Disappear)

Capítulo veintinueve

Capítulo 29

"Yo iré contigo"

 

¿Estoy feliz? Sí, nunca me había sentido tan bien. Hoy por la mañana, luego de la terapia grupal, Michelle me dijo que mañana era libre de regresar con mi familia. Y sí, he progresado mucho, tanto que me sorprende mi nueva yo.

Finalmente podré vivir una vida lejos de aquellos malos hábitos. Y todo gracias a Michelle que desde que llegué, me tuvo paciencia y me ayudó a dejar a un lado las drogas y los pensamientos suicidas. Fue duro al principio, sí, y no negaré que estuve aterrada, porque todo era un nuevo ambiente, uno al que no estaba acostumbrada.

Pero ver la vida de otra manera, me hace sentir algo diferente porque sé que no todas las personas que te rodean buscan siempre lo peor de ti.

Ahora me encuentro en la habitación emocionada para contarles a Lily y a Gina lo que Michelle me ha dicho hace unos minutos.

— ¡Chicas, adivinen que me acaba de decir Michelle!

—Ni te molestes, no me interesa, no me agradas. —respondió Gina.

Rodé los ojos ignorando sus palabras, ella y yo no nos llevábamos bien, pero nada ni nadie me quitaría la felicidad que me acaba de dar la noticia de Michelle.

— ¿Qué dijo? — preguntó Lily curiosa.

— ¡Mañana regreso a California! ― solté un chillido emocionada dando saltitos como una niña de cinco años feliz  por su juguete nuevo.

¿Sí leen lo que digo? ¡Ya ni me conozco!

— ¡Felicidades! Me harás mucha falta, Beatriz.

— ¡Es Beatrice. Se pronuncia Biatris, no Beatriz!

—Sabes que mi inglés no es bueno. Soy latina ¿Lo olvidas?

—Pues creo  que lo único que no me hará falta de éste lugar, será corregir la manera correcta de pronunciar mi nombre. Pero si las extrañaré a ambas, les agarré cariño, a pesar de que, ¡otras sean unas maleducadas!

Sí, ese comentario fue directo hacia Gina. Pero ya sabemos como es ella. Nada le interesa.

—A mí no me importa, nunca me caíste bien. — rode los ojos nuevamente. La morena era un caso imposible.

Connor llegó a visitarme alrededor de las cuatro de la tarde, como era de costumbre, nos encontrabamos sentados en el jardín hablando. Y fue entonces cuando no me aguanté mas y le conté sobre la noticia que me habia dado Michelle ésta mañana.

—Estoy orgulloso de ti, sabía que lo lograrías.

El rubio pasó su brazo alrededor de mi cuello para abrazarme en un gesto cariñoso. Lo observé con una sonrisa antes de responder:

—Sin ti a mi lado nunca hubiese podido hacerlo.

— ¿Ahora que harás? Es decir, cuando llegues estará tu ex y tu novio falso asfixiandote.

—Lo estuve pensando y llegué a la conclusión de que estoy agradecida de tenerte a mi lado.

—Si, sí, yo también lo estoy, ¿Pero, eso que tiene que ver? — me miró divertido luego de fruncir el ceño.

—Que me quieres tanto que regresaras conmigo a California y te quedarás unos días en mi casa. A mamá no le importaría porque claramente nunca le importa lo que hago, y Hannah estará encantada de conocerte.

— ¿Cuándo llegamos a ese grado de confianza? — se hizo el ofendido.

—Cuando decidiste acompañar mis tardes en Florida.

—De acuerdo, yo iré contigo. Pero no seré tu novio falso para ahuyentar a tus babosos enamorados.

—Hecho.
 

***

 

Llegó el momento, por fin estaba tomando un avión de vuelta a casa, Connor me acompaañaba tomando mi mano en el avión , era un buen chico y sin duda estos meses habían sido de ayuda para conocernos mejor, así que si, puedo decir que ahora eramos muy cercanos. Estaba cansada y no me di cuenta cuando me quedé dormida en los brazos de Connor.

— ¿Cuándo pensabas decirme? — le grité con lágrimas en mis ojos.

—Cuando finalmente te decidieras y no jugaras a dos puntas. — Adam me respondió tranquilo acortando la distancia entre nosotros. —Yo te amo, Bee. Pero no tolero que jueguen conmigo.

—Nunca jugué contigo, Adam. No soy esa clase de persona, yo te amo de verdad. — respondí cerrando mis ojos y rozando mis labios contra los suyos.

—Entonces sí lo amas a él, era conmigo con quién jugabas. Yo no soy tu puto juguete Beatrice. — al escuchar esa voz abrí mis ojos y me di cuenta que no estaba en los brazos de Adam... sino en los de Liam.

¿Cómo pasó? ¿Cuándo?

—No es como tu piensas, Liam.

— ¿Y entonces cómo es, Bee? — voltee para encontrar a Adam detrás de mi.

Sí, ahora estaba en el medio de ambos en una situación un poco extraña e incómoda conversación.

—Bea...— Liam me llamó.

— ¿Qué? — respondí apenas audible.

Y entonces abrí mis ojos. Connor intentaba despertarme para avisarme que ya habíamos llegado a California, fue un vuelo largo pero no le di tantas vueltas. Porque en el camino en busca de nuestro equipaje, no paraba de pensar en ese sueño.

¿Adam y Liam? ¿Yo de por medio en una pelea? ¡Vaya pesadilla!

Busqué con la mirada algún rostro familiar, pero no había nadie, ni mamá, ni Hannah o algún amigo. Rodé los ojos sabiendo que sucedería de nuevo, había sido olvidada. No me veían desde hace casi ocho meses y ni siquiera fueron capaces de recogerme en el aeropuerto, ¡Vaya bienvenida!

— ¡Beatrice!

Detuve mi caminata al escuchar su voz. Giré buscando de donde provenía y entonces la encontré caminando hacia a mi. Entonces sí, estaba equivocada... Hannah no se había olvidado de mi llegada.

Con una sonrisa en mi rostro corrí hacia ella y la abracé con todas mis fuerzas, la había echado mucho de menos. Y a pesar de que uno de los factores por la cual era tan miserable y mis pensamientos iban tan erróneos, era que sentía quizá una pizca de envidia por todo lo que ella había logrado, mientras que a mi todos me exigían igualar su talento.

Pero con el tiempo aprendí que ella fue la única que tomó el papel de mamá desde aquel accidente en Pittsburgh, ella fue la única de la familia que me defendió, que se jugó por mí, me cuidó y sobretodo, hasta el día de hoy me apoyó. Hannah es la madre que nunca tuve y ahora me doy cuenta que ella nunca quiso hacerme sentir mal u opacarme. Ella siempre buscó lo mejor en mí.

— ¡Hannah! No sabes cuán feliz estoy de verte nuevamente. — ella fruncio el ceño deshaciendo el abrazo. Me observó cob una ceja alzada y con desconfianza.

— ¿Quién eres tú y qué hiciste con mi hermanita malhumorada?

—No seas estúpida, no cambié un carajo.

—Esa sí es mi hermanita. — rió abrazandome de nuevo. Voltee buscando a Connor con la mirada para presentarlo a mi hermana mayor. Lo encontré caminando hacia nosotras.

— ¿Sí sabes que es de mala educación dejar a tus invitados cargando con todo el equipaje? Ah cierto, tu no sabes de modales, preciosa. Joder, ¿Qué llevas aquí? ¿Piedras? — se quejó mi amigo rubio sin notar la presencia de mi hermana.

—No seas llorón. Hannah, el es mi amigo Connor Fields, lo conocí en el avión cuando iba a Florida y terminó acompañando mis aburridos días. Connor, ella es mi hermana mayor Hannah Blake. — los presenté.

— ¿Otra gruñona en la familia? — lo golpeé disimuladamente con el codo — ¡Ouch! Quiero decir, un gusto en conocerte.

—El gusto es mío. — mi hermana respondió riendo. —Déjame ayudarte con el equipaje, Beatrice es muy... bueno, ya la conoces.

—Bueno, al parecer Beatrice es la única gruñona de la familia después de todo. Gracias, Hannah.

—Ehh... ¡Sigo aquí!

—Mejor vamos yendo al estacionamiento, el camino a casa es largo.

Cuando Hannah encendió el auto y nos dirigimos a casa, decidí preguntar lo que por dentro me carcomia.

— ¿Por qué mamá no vino a recogerme en el aeropuerto contigo? ¿Se olvidó que llegaba hoy?

Mi hermana me dio una mirada de lástima por un segundo dándome a entender que no le importaba a mi madre. Llevaba ocho meses sin verme y aún así fue incapaz de recogerme en el aeropuerto.

—Bea, mamá anda muy estresada con todos los papeles y la mudanza, los Devine nos ayudaron un poco antes de irse a Londres pero...

— ¿Mudanza? ¿Cuál mudanza? — pregunté confundida.

— ¿Mamá no te contó? — me observó a través del retrovisor unos segundos para luego regresar la vista al volante.

—No me llamó ni una sola vez desde que me fui y ahora resulta que no se acordó de que hoy llegaba de Florida, ¿Tú qué crees?

Connor observaba la conversación en silencio, quizá un poco incómodo pero sin embargo, tomó mi mano y me dio una mirada para que me calmara.

—Los Devine se mudaron hace dos meses a Londres y Miranda Foster, la madre de Liam y Emma, le ha conseguido un trabajo a mamá en la agencia donde trabaja.

—Entonces, eso significa...

—Significa que nos mudaremos a Londres con los Devine.




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