Stella
Ambición, poder, grandeza, líderes, astucia ... Son las cinco cualidades de la familia Morello, desde que mis padres murieron, por la familia Leggio, todas las riquezas nos pertenecieron a nosotros.
Pero el poder hace perder el control, ahí comenzaron las muertes, mentiras, todo...
A la edad de quince años nos escapamos del psiquiátrico, y nos hicimos cargo de todo el poder que manejaba nuestro padre.
Pero el tan solo ponía la cara de vez en cuando. Siempre las líderes en nuestra familia, desde el comienzo, fuimos nosotras, las mujeres manejamos absolutamente todo...
Pero con tanto poder a la edad de quince años, te hace perderte... Entonces nuestro tío Luciano Morello, decidió volvernos a internar en aquel psiquiátrico, luego de estar casi toda nuestra niñez ahí adentro.
Pero nosotros somos familia, conocemos las intenciones de todos, y la de el no era cuidarnos, el siempre quiso el poder de mi padre. Y con su muerte, aprovecho la situación y nos encerró.
Siempre fuimos Dante, Massimo y yo, juntos como una puta plaga, dónde vamos siempre nos acompaña el caos y destrucción.
Juramos vengarnos de nuestro tío, pero primero tenemos otro demonio que destruir.
-Stella, vamos...- dijo Massimo mientras yo veía nuestra antigua casa. Todo se veía igual, no quería entrar ahí. No veníamos desde que nuestros padres fueron asesinados en ese mismo lugar.
Dante me estiró la mano para que la tomara, pero no lo hice, caminé con la frente en alto como hacia nuestra madre cada vez que entraba, no importaba si antes había muerto alguien importante para ella, Siempre me dijo que las emociones tenemos que dejarlas aún lado, tener la mente fría no importa que. Y así lo hice, me crié de esa forma, no se si es la mejor, pero gracias a ella, soy una puta líder.
Abrí la puerta de mi casa y el polvo inundaban todo, el hogar que fue en algún día, ya no existía. Tan solo quedaban los recuerdos de nosotros cuatro...
-Es difícil, ¿No?- dijo dante.
-Ya murieron. Mamá no querría vernos así, sufriendo por su muerte. La frente en alto y la mente fría, recuérdalo.- dije para luego dirigirme a la oficina de nuestra madre.
En todos los pasillos inundaba el polvo, pero cuando pase por la habitación de mis padres el olor a putrefacción inundó mi nariz.
Me detuve y cuando estaba por abrir la puerta sentí la mirada de alguien, al darme vuelta Massimo me estaba mirando apoyado en la pared y con un cigarro en su labio.
-¿No dijiste que teníamos que mantener la mente fría Stella?- dijo encarando una ceja, con una sonrisa victoriosa en sus labios.
-Si, eso dije- me acerque a el mientras pensaba con qué mierda cambiar de tema -¿Marcus dónde esta?-
-Lo dejamos dónde siempre.- dijo mientras me observaba fijamente a los ojos, yo sé que el sabía que estaba mintiendo, pero antes que siguiera hablando me estaba dirigiendo a la oficina pero el tomo mi brazo.
-No quiero que seas débil ahora Stella, te necesito fuerte.- mire su agarre en mi brazo y luego a el, haciendo que me soltara inmediatamente.
-Estoy bien Massimo, tan solo no quiero estar aquí.- dije mientras miraba hacia otro lado. El me tomo y me abrazo rodeandome con sus brazos.
-Todavia no hicimos nada con los Leggio y menos con Elizabet, pero primero lo primero.- dijo para luego soltarme y meternos en la oficina.
Al entrar me imaginé a nuestra madre sentado detrás de la mesa, con un vaso de Whisky en sus manos.
Descarte inmediatamente los recuerdos y me senté detrás de la mesa, la sensación de poder la sentí como un escalofrío en todo mi cuerpo.
Al igual que cuando me sentaba de pequeña a escondidas en la silla de mi madre.
-¿que haremos con Marcus?- dijo mientras tomaba asiento.
-Primero...- me detuve al escuchar como alguien tocaba la maldita puerta. -¡¿Quien mierda es?!-
Termine de hablar y entro dante con el maldito libro que llevaba a todos lados. Se sentó y los mire a ambos atentamente.
-¿Dónde están ellos?- dije mientras miraba a Dante.
-En el comedor.- mierda, ¿por qué justo teníamos que encontrarlos a ellos.? Ya teníamos todo planeado para escapar, pero justo el calienta pene de Massimo se entero que Eider estaba por escapar junto a Marcus, y cuando dijo que no se iría sin ella la fuimos a buscar para luego encontrarnos con dos personas más.
-Antes de hablar sobre que hacer con Marcus, hablemos sobre que haremos con Denis, Aaron y Eider- Massimo me obsevo fijamente cuándo la nombre a ella.
-¿Que sucede con Eider?- dijo mientras me fulminaba con la mirada.
-No podemos confiar en ellos Massimo. Quieren salvar a Sasha y ni siquiera saben sobre Nicholas, no saben una puta mierda. ¿De que nos van a servir?-
-Tiene razón- dijo Dante mientas servía whisky en un vaso.
-Tu sabes que no Stella, estamos vulnerables todavía, recién acabamos de salir y tú quieres descartarlos. Creo que tendríamos que hablarles sobre el- me rei al escuchar las estupideces que decía mi hermano mientras que ponía mis codos en la mesa.
-Primero, deja de pensar con tu verga. Segundo, nosotros sabemos el secreto sobre nuestro querido Nicholás Foster Leggio, ni siquiera el estúpido de Tyler sabe que el es adoptado.- dije mientras tomaba el vaso que Dante me había pasado.
-No creo que sea un secreto que el es adoptado- acotó Massimo.
-No hablo de ese secreto. Sabes que es lo más apreciado para el ahora mismo...-
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Editado: 07.11.2021