El aire por mi ventana entraba frío por las rendijas, el viento sonaba fuerte fuera de casa, movía el polvo, levantándolo en ocasiones en pequeños tornados ascendentes.
—¿Sabes qué día es hoy? — Mamá habló con tono firme y seguro atrás de mí, mientras movía suavemente las llaves de la camioneta que ella solía conducir—Debemos irnos, siempre tenemos que estar 3 horas antes del vuelo, ¿Sabes dónde se metió tu padre? No lo encuentro por ningún lugar— Ella se movió por el lugar buscándolo por las habitaciones que dejaban ver a simple vista su interior.
—Lo vi despidiéndose de la casa.... nuevamente —Era verdad, papá es el que mas sufría al saber que debíamos irnos— ¿Mis hermanas están en la camioneta?— Dije mientras me levantaba del suelo en el que me había sentado desde la mañana, para meditar lo que estábamos a punto de hacer.
—Si, quiero que te apresures a ir allí. Yo buscaré a tu padre, por favor ve que tus hermanas no se peleen.
Mamá lucia hermosa con sus jeans ajustado y camisa holgada, su cabello corto lacio con tenues mechones rubios relucían bajo el sol de la mañana.
Teníamos que ir a nuestro nuevo hogar, pero creo que papá exageraba un poco con la despedida, después de todo el viajaría constantemente de regreso aquí para revisar que todo el viñedo que era el trabajo que le costó años y años sacar adelante, vaya bien y sin inconvenientes, aun recuerdo como peleaba con mi madre sobre que "no confiaba en los cuidadores"... La situación es que nos vamos a vivir en los Estados Unidos de América por un oportunidad de trabajo que obtuvo mi madre y como el viñedo se podía administrar desde casa, mi padre opto por ayudar a mi madre a cumplir su sueño de trabajar halla.
Camine a paso ligero hacia la camioneta. Vi con algo de tristeza las maletas que cargaba la cajuela, pero todo se me olvidó cuando la ventana de la parte trasera bajo.
—Me muero del calor ¡¿Porque no se apresuran?! —Habló mi hermana menor mientras sacaba un brazo de la ventana, llevaba gafas de sol que cubrían gran parte de su rostro.
—Mamá fue por papá, él no aparece.
—Ah... pero si volverá en un mes—Menciono cruzándose de brazos y hundiéndose en el asiento.— yo solo quiero llegar a la nueva casa y dormir toda la semana, hacer maletas me agoto demasiado —Ella tamborileo un dedo y del suelo creció una chispa que rápidamente se volvió un pequeño torbellino de fuego que consumió por completo las hojas secas que estaban en él.
—¿Podrías detenerte? El calor ya es suficientemente fuerte por sí solo, como para que lo ayudes a crecer a través de las hojas— Ella rechisto y se acomodo sus gafas de sol, se movió en el asiento y fingió dormir.
Mi primera hermana una chica de cabello de un tono castaño hasta los hombros, de contextura delgada y pequeña, la del medio por así decir, con 19 años encima y un carácter muy muy especial, por no decir altanera en ocasiones.
Me di la vuelta y vi a la última y más consentida de la familia mi segunda hermana, una niña de cabello castaño oscuro, ondulado y largo hasta su espalda baja. Ella tenía 15 años, era quien menos sufría por irse del país...
De pronto una ráfaga de viento me empujó contra el carro fue tan fuerte que mi cabeza golpeo con la puerta y alertó a las mujeres dentro del vehículo, las cuales saltaron sobre sus asientos algo asustadas.
—¡Vámonos! Estamos con el tiempo al límite. — Abrí y subí junto a mis hermanas, ella subió al lado del copiloto y mi padre manejaría.
Veía durante el viaje, los caminos estrechos y el tráfico de ida, sin duda lo extrañaría, las salidas en familia a lugares tranquilos en montañas o simplemente dar una vuelta en vehículo.
Los rizos de papá resaltaban sobre su asiento. Conversaba con mamá sobre el trabajo y lo que debían hacer primero al llegar, nuestro destino era algún lugar en Florida, solo sabia que ya habíamos estado antes ahí, conocimos al simpático ratón famoso de Disney, sonreí al recordarlo... fue una gran experiencia que nunca olvidaré, ir por vacaciones era lindo pero que te digan que vas a vivir ahí y dejarás toda tu infancia y en mi caso también adolescencia atrás, no era para nada algo que me alegrara.
Bajamos las maletas y el joven conductor que trabajaba con mis padres, que había llegado antes al aeropuerto llevaría el vehículo de regreso, cada cual tomó sus cosas y corrimos para no llegar retrasados al check in que nos correspondía.
Mamá repartía apurada los pasaportes a cada uno, nos registramos y se llevaron las maletas en aquella máquina que las movía hacia quien sabe que parte del aeropuerto. Las personas se preguntarán cómo una familia latina puede, así como así, viajar y mudarse a un lugar como lo es Estados Unidos, sin tanto papeleo, sin tanto problema... bueno es que no somos una familia normal.
Somos parte de un reducido grupo de personas en el mundo; llamados "Prodigiums", en pocas palabras lo que nos hace diferentes son que nuestros sistemas internos y capacidades están más desarrollados que el resto del mundo, obteniendo fuerzas extra naturales que nos hacen diferentes al resto, algo como superpoderes, pero no somos súper héroes, eso decía la ciencia de nosotros pero yo creía que era una definición no tan complicada; una definición algo inventada...
Los grandes gobiernos mundiales nos mantienen escondidos, "controlados", a su visión somos peligrosos, algunos hemos aceptado vivir bajo la protección de los gobiernos, pero otras personas solo se aprovechan de esto, como los estafadores, mafiosos, personas malas con contactos que les permiten mantener un perfil bajo pero usar sus dones para beneficio propio.
A veces he imaginado el mundo de forma contraria... Los humanos normales escondiéndose de nosotros, o conviviendo todos juntos, no lo sé en realidad... solo imaginaba algo diferente. Desde la antigüedad hemos vivido escondiéndonos, sin duda agradezco haber nacido en este tiempo, no hubiera soportado ser quemada en un árbol por haber manifestado algún don; aun que se sabe que actualmente en la mayoría de casos los dones manifestados por lo jovenes son poco fuertes permitiendo a su usuario vivir sin miedo de ser descubierto por alguien normal.