Djinn

Capitulo 1

-Hace alrededor de diez años el mundo cambió para siempre, los océanos se secaron, los desiertos se inundaron, los volcanes hicieron erupción y la tierra se partió en dos, de las entrañas del planeta surgieron seres monstruosos, los cuales solo se conocían por viejos mitos que contaban libros antiguos, solo el 25 % de la población mundial sobrevivió a tan grande crisis, se crearon cinco organizaciones gubernamentales encargadas de mantener a salvo al resto de la población, esas organizaciones fueron…-

-Espere, Espere-

El teniente coronel agitó la mano en el aire para indicar a su contrario que parara de hablar

-todo eso ya lo sé, ¿no me diga que me llamo para darme una lección de historia?, coronel Almazán-

El coronel Almazán se levantó de su silla giratoria para ver el enorme ventanal tras él, donde se podían apreciar más allá de los límites de la ciudad. Las ruinas de lo que alguna vez había sido una gran nación, con deslumbrantes parajes y bellos bosques, ahora no era más que un mundo devastado por el terrible golpe de desastres naturales

-Para nada, teniente coronel Artalejo, lo llame aquí por algo más importante-

Los dedos del teniente coronel peinaron su espeso cabello negro hacia atrás mientras tamborileaba con su mano libre en el escritorio

-entonces hable rápido coronel-

Almazán se giró para ver a Aimon, se acercó al escritorio de madera negra y saco un sobre amarillento para entregárselo

-es una nueva misión para usted, el mayor Ávila fue enviado a realizar negociaciones con la zona norte del continente, aún no se ha sabido nada de él, su misión es encontrarlo y, en caso de ser necesario…-

-Asesinarlo-

Interrumpió Aimon levantándose de su lugar mientras miraba el papel

-¿me equivoco?-

Un destello indescriptible brillo en sus ojos mientras se daba la vuelta para salir de la oficina

-espere un momento teniente coronel-

Aimon paró sus pasos para escuchar lo que su superior tenia por decir

- esta misión es más complicada de lo que cree, ya que no solo deberá enfrentarse al mundo exterior si no también ira lo más encubierto que pueda, por ello hemos contratado algunos mercenarios que le resultaran de ayuda-

-mientras no me estorben no me-

-son usuarios Jinn-

Los ojos de Aimon se mostraron sorprendidos y se volvió hacia su superior

- ¿Es eso posible? ¿No se supone que solo el 1 % de la población se desarrolló como usuarios Jinn? ¿Cómo es que son mercenarios y no trabajan para el gobierno? -

El coronel simplemente suspiro sentándose en su silla

-Ellos jamás quisieron afiliarse, así que debes tener cuidado, Aimon-

- ¿Por qué los contrata si son tan poco fiables? -

-Porque no hay nadie mejor-

Concluyo el coronel escuchando como el teniente coronel salía de la oficina.

-Y eso es lo más inquietante-.

El fuerte estallido seguido de una llamarada de fuego los hizo brincar a ambos lados para evitar ser calcinados

-Eulari, esto no está funcionando, no nos informaron que sería una Pirohidra-

-No hay remedio, la distraeré, cúbreme-

Eulari detuvo su huida deteniéndose frente a la hidra

-Marid, dame tu sabiduría-

Sus pendientes azules destellaron y una motosierra de color azul con cadena de plata apareció en sus manos haciendo un ruido estruendoso, la gran bestia parecía irritada por el fuerte sonido y dejo caer siete de sus ocho cabezas sobre Eulari, sin embargo, antes de poder siquiera llegar a tocarla, las siete cabezas rodaron al suelo, junto a Eulari cayo Ander de pie, envainando su espada

-Si juegas con fuego te puedes quemar-

Apenas termino su frase, la última cabeza arremetió contra él, pero, antes de pensar si desgarrarlo o tragarlo entero, fue atravesada por un proyectil que la hizo explotar

-No deberías hablar tan pronto, hermano-

Ander miró a la recién llegada

-Adhara, pensé que te habías ido a esconder a algún rincón apartado-

La chica frunció el entrecejo

-después de que te salve la vida, un “gracias” debería ser lo mínimo-

-Eh? Pero si yo hice casi todo el trabajo, tu solo-

-Basta basta-

Eulari se paró en medio de ambos abrazándolos por los hombros

-Mis lindos hermanitos son muy fuertes, no discutan y movámonos, tenemos trabajo que hacer-

Agito una hoja amarillenta y desgastada frente a ellos después de soltarlos.

-Recuérdame porque estamos trabajando con los militares, Eulari-

Ander hablaba con gesto aburrido mirando por la ventana del auto las grandes murallas que marcaban los portones de la ciudad principal de la zona central

-Porque nos pagaran bien-

Respondió Eulari con una gran sonrisa en sus labios

-Pero esto me resulta sospechoso, hermana-

Adhara miraba la carta que su hermana había recibido, leyéndola con detenimiento

-No creo que sea buena idea-

-estaremos bien, iremos, lo recuperaremos, volveremos y nos pagan, será pan comido-

Eulari disminuyó la velocidad cuando finalmente llegaron a la ciudad, en la muralla los esperaba el teniente coronel Artalejo, junto a la teniente Alcántara y otros 25 militares

- ¿teniente coronel Artalejo Aimon? -

Eulari se acercó al pelinegro con una sonrisa brillante en los labios

-Señorita Eulari Zaldívar, supongo, mi superior ya me comento sobre usted-

Aimon tendió la mano hacia Eulari, y ella correspondió al saludo de forma cortés

-Esta es la teniente Melisa Alcántara-

-Un gusto-

Melisa se limitó a hacer una pequeña reverencia

-estos son mis hermanos, Ander y Adhara-

Ander alzó una mano cuando se mencionó su nombre y Adhara solo movió un poco la cabeza en señal de saludo

-Um, perdónenlos, son un poco tímidos-

La sonrisa sardónica en el rostro de Aimon se mostró ligeramente agobiada «¿Tímidos?, más bien parecía que me querían despedazar» pensó sintiendo como un escalofrió recorrió su espalda



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En el texto hay: magia antigua, romance, mundo postapocaliptico

Editado: 12.09.2021

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