Dolunay

Capitulo 12: Sorpresa

Era de mañana para ser exactos las seis y media, el día estaba nublado y aquellas nubes oscuras en el cielo anticipaban que hoy no saldría el sol. Mientras me maquillaba un poco para ocultar las ojeras del día anterior, pensaba en muchas cosas a la vez. Aún me era difícil aceptar que estaba en una relación falsa con un hombre que apenas conozco y sumándole que para esta hora media ciudad se abría enterado. No quería abrir ninguna aplicación, y tampoco ver ningún portal de noticias de moda. No quería leer los titulares.

-¡Eda Collins!- dijo mi madre mientras abría la puerta repentinamente, haciéndome girar para verla- ¿Me explicas como es que estás comprometida?- 

Y con esas palabras supe que ya no podía volver atrás. 

-Deja que te lo expliqué mamá- respondí algo nerviosa mientras dejaba la brocha de maquillaje 

-¿Qué me vas a explicar hija? ¡Te vas a casar!- exclamó emocionada mientras salía de la habitación arrojando la revista sobre mi cama 

Me quede congelada en mi sitio, ¿qué acababa de pasar? ¿Y por qué estaba tan emocionada?  

-Pues a mí si me deberás una explicación- oí decir a mi hermana quien estaba parada en el marco de la puerta 

-Cuando regresé, te prometo que te contaré todo- dije agarrando mi bolso y la revista que estaba sobre la cama para salir lo más rápido de ahí.  

-Mmm- fue lo único que respondió mientras levantaba una ceja, sabía que estaba tratando de huir de ella. 

Mientras bajaba las escaleras guardaba desesperadamente la revista en mi bolso, luego la tiraría a la basura. 

-Mamá- dije ya llegando al final de la escalera. 

-¡Tú no te preocupes por nada, Llamare y organizaré todo, será una boda perfecta!- exclamaba muy emocionada 

-Mamá escúchame, no te apresures aún ni lo conocen- 

- No, pero en la revista hay muchas fotos de él y es muy guapo- hablo mi hermana desde la escalera con otra revista en su mano.
Me giré para verla con fastidio y ella solo sonrió, volví a mirar a mi mamá y ella ya estaba llamando por teléfono. 

-Mamá-dije una vez más corriendo hacia ella para sacarle el teléfono y cortar la llamada. 

-¿Qué haces?- pregunto confundida 

-Como te decía antes, es mejor esperar que lo conozcan y que lo hagamos parte de la familia ¿no te parece?- dije tratando de sonar convincente 

- Eloisa, mi amor deja la niña en paz. Después de todo es su boda- dijo mi padre mientras tomaba su café tranquilo. Mi madre lo miro con fastidio y luego me miro a mí por un rato hasta que por fin hablo. 

-Bien, haremos una cena esta noche- 

-esta noche viajamos, cariño- dijo mi padre 

-Oh, cierto lo había olvidado. Bueno será el fin de semana- dijo mientras se sentaba y yo largaba todo el aire que estaba guardando. 

Aunque este maldito fin de semana comeríamos con Selin, asique 
seria imposible venir. ¡Mi cabeza estaba hecha un lío en que me había metido!. 

-El fin de semana vienen los padres de Matt- habló mi hermana sacándome de mis pensamientos. 

-¡Genial! - exclamé y todos voltearon a verme esperando una explicación 

-¿Qué es genial hija?- dijo mi madre 

- Que vengan... los padres de Matt...- respondí con una sonrisa nerviosa. 

-Estás un poco rara, ¿te sucede algo?- pregunto mi madre 

-No- fue lo único que pude decir, porque claramente me sucedía no una sino varias cosas. 

- Bien, cuando vuelva el fin de semana hablaremos de este tema. Pero igual haré unas llamadas- continuó mi madre mientras servía su café. 

Era de esperarse, esto es lo que siempre quiso que hiciera y ahora que se estaba por cumplir no dejaría pasar esta oportunidad para meterse y opinar en todo. Bueno que era lo que esperaba la boda de Lucia la organizo completamente ella, hasta el traje de novio eligió.  Y ahora es cuando los problemas comienzan, ¿cómo voy a retrasar una boda que no va a existir en absoluto?. 

El ruido de una bocina hizo que saliera de mis pensamientos, para recordar que Ian pasaría por mí. 

- Debo irme, desayunaré en la empresa. Nos vemos luego- dije mientras salía disparada hacia afuera para evitar que cualquiera de los tres me hicieran preguntas. 

El auto de Ian estaba estacionado un poco lejos de la entrada, agradecí eso, ya que mi madre haría lo imposible para que bajara del auto y hacerlo pasar dentro de la casa.  

-Buenos días- dije cuando ya estaba sentada y trataba de abrochar el cinturón, pero mis torpes manos no recibían la información adecuada para tirar correctamente. 

-Buenos días- dijo con algo de fastidio mientras se acercaba a mí, su perfume invadío mis fosas nasales y el poco espacio que quedaba entre ambos hacía que mi respiración se corte. Mire cada uno de sus movimientos, en cambio, él sin decir palabra, tomo el cinturón y lo abrocho sin problema para luego arrancar el auto. 

-Gracias- pude decir mientras trataba de calmas mis nervios. 

-Está bien, lo entiendo- dijo tranquilo
¿qué entendía exactamente? 

- ¿Qué es lo que entiendes?- 

-Que estés nerviosa, por la reunión de esta tarde- respondió mientras me miraba por unos segundos. 

- Ah, si claro- respondí volviendo mi mirada al frente sin saber que más decir. 


El auto avanzaba por una calle solitaria, tranquila. El paisaje era realmente hermoso, grandes árboles adornaban el camino uno al lado del otro, solo se podía ver el color verde que de ellos florecía. Me sentía bastante relajada que hasta me atreví a crear mis ojos por un momento y disfrutar del viaje.  

-¡Eda, despierta!- 

Abrí mis ojos de repente, la claridad del día no dejaba que mis ojos se acostumbraran. Como es posible que me quede dormida, bueno tal vez es por el desveló de ayer y el hecho que siempre soy yo la que maneja asique esto nunca me sucede. 

-¿Dónde estamos?- pregunte, observando que no era el estacionamiento de la empresa. 

-Sorpresa- fue lo único que dijo y bajo del auto, lo seguí con mi mirada mientras él rodeaba el auto para luego abrir mi puerta.  Desabroche mi cinturón y baje. 

-¿Qué es este lugar?- pregunté 

-Lo acabo de decir, es una sorpresa para ti- 

-¿y dónde esta?- 

-Puedes avanzar por ahí, iré detrás de ti- dijo mientras señalaba con su mano por el camino que debía ir. 

Lo observe por unos minutos se veía bastante tranquilo, así que solo sin decir una palabra camine por un angosto camino de piedras blancas, mientras que a los costados de este tenía árboles uno al lado del otro. 
Avance derecho hasta una curva, la cual no dejaba ver casi nada de lo que se encontraba más adelante.
Me detuve en seco cuando doble, mis ojos quedaron fascinados por aquello que veían, puedo asegurar que mi boca estaba abierta por la sorpresa.  

Había pétalos de rosas rojos esparcidos por el césped y unos cuantos globos rojos en forma de corazón.  Continúe caminando hasta pararme en medio de aquellos corazones de manera que ambos estábamos rodeados. 

-¡Esto es hermoso!- dije realmente sorprendida 

-Bueno me llevo un poco de tiempo inflar los globos y desojar ciento de rosas- dijo tranquilo 

-¿Lo has hecho tu mismo?- 

-Bueno en realidad no. Pero, si estuve presente mientras lo armaban- 

-De todas formas, quedo muy hermoso. ¿Y a que se debe esta sorpresa?- pregunte mientras lo miraba a los ojos 

-Creo que es muy obvio, pero bueno, lo diré de esta forma- dijo mientras hacia una pausa y yo no podía apartar mi vista de él. 

- Desde el primer momento en que te vi, quede fascinado. Tus ojos, tu sonrisa la manera en la cual me miras cuando estamos demasiado cerca, hace que no quiera separme ni por un segundo de tu lado. Por eso para mí es importante saber, si ¿Quieres casarte conmigo?- dijo mientras abría una cajita de color azul marino y dentro había un anillo de plata con un diamante. 

Mi cabeza daba vueltas por la sorpresa, mientras miraba aquel anillo pensaba, en que momento había dejado de ser frío y distante. ¿enserio había organizado todo esto para mí?.  Esto era más de lo que habría esperado de él, sentía mi corazón explotar de emoción, nadie nunca, ni siquiera Luca había echo algo asi, quería gritar de la emoción y saltar a sus brazos para abrazarlo.  ¿Pero esto era verdad o solo un sueño? 

No lograba hablar de la emoción, así que tragué saliva y trate de calmarme.  Mi sonrisa se había sanchado aún más cuando lo volví a mirar a los ojos y estaba a punto de contestar cuando el cerro de repente la cajita del anillo.  Aquel sonido retumbo en mis oídos y mi sonrisa desapareció de inmediato. Su cara ya no reflejaba tranquilidad, en ella había aparecido él verdadero Ian. 

-Entonces, esta es nuestra historia- dijo fríamente. 

-¿Nuestra Historia?- dije confundía tratando de entender. 

-En la reunión no van a perder la oportunidad de preguntar detalles sobre como te pedí que fueras mi esposa. Pues bien esta será- dijo entregándome la caja del anillo 

-¿Todo esto es por la reunión?- 

-Si Eda, ¿por qué otra cosa seria?. ¿Te encuentras bien? Te notó un poco distraída- dijo en un tono desinteresado y frío. 

-Si, yo. No- Ni siquiera podía hablar de la vergüenza que sentía en ese momento, en que estaba pensando. Que era lo que mi estúpida cabeza se está imaginando. 

-Bien, toma te espero en el auto. No olvides colocártelo- habló mientras se alejaba y despues de tomar la caja.  

Porque de repente me sentía tan decepcionada, porque sentía que mi corazón se apretaba. ¿Qué fue lo que me paso cuando vi todo esto? ¿ qué fue lo que cambio?



#28248 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, dolor

Editado: 08.08.2024

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