Keydrien
Me dirijo hacia el bar, Bar Mar Azul, sé que ahí estarán los muchachos, es la costumbre de los domingos por la noche, lleva años y aunque solo venga uno, no se deja de cumplir
Estaciono el vehículo, entro al Bar y en la barra como siempre están Joshua, John y Nathan
Me acerco tímidamente mirando hacia abajo, el primero en verme es Joshua, que, con un leve codazo a John le hace seña con la cara para que me mire, todos siguen la mirada del último encontrándose conmigo.
-Baya, baya, baya, pero a quien tenemos aquí- dice John palmeando mi hombro -el legendario Keydrien Jacobs-
-el mismo que viste y calza-
Se van acercando uno a uno para dame abrazos cargado de golpes en mi espalda, me brindan una cerveza, la tomo y me siento en la barra con ellos
-Amigo, en verdad te extrañamos- me dice John, mi mejor amigo y padrino -nos has dejado al olvido-
-el trabajo- me defiendo
-Te hemos visto en la ciudad- interrumpe Nathan -una que otras veces, pero no sales para nada de tu madriguera, Carmen te …-
Todos, incluyéndome nos enfocamos en lo que dirá, solo le queda tomarse su cerveza y cambiar de tema a deportes.
Mis amigos y Carmen se llevan muy bien, cuando nos reuníamos todos, parecían más amigos de Carmen que míos, me sentía como intruso, pero con el nacimiento de Ney, todos nos hemos vuelto un tanto distantes.
- ¿estás trabajando para ser billonario o qué? - pregunta John -te has enfocado en trabajar, trabajar y trabajar, espero que cuando tengas el dinero suficiente vuelva al camino de los viejos amigos-
Levanto el vaso de cerveza en señal de asentimiento
-debes vivir más- dice Nathan –eso de que estés todo el tiempo trancado en casa no es propio de tuyo, debes saber que de tripas no se hacen corazones-
No me gusta el rumbo de esta conversación
-mejor me voy-
-tranquilo Nathan, déjalo estar- habla John tratando de conciliar
-No lo dejaré estar, se está convirtiendo en un zombi y no lo puedo permitir, ya no lo reconozco, la gente lo tilda de loco-
- ¡QUÉ TE CALLES YA! - le ladro - ¡CALLATE Y NO JODAS! -
Dejo la cerveza con un estruendoso golpe en la barra, tiro el pago y salgo, no sé porque no me logran entender, lo que me pasa es sencillo, tengo prioridades y Carmen y Ney las encabezan, no soy un puto adolescente para andar en barras hasta las tantas de la noche, quiero a mis amigos, pero ya no son prioridad
-Hey, Key, no te vayas- John me alcanza antes de entrar al vehículo
-Porque no lo pueden entender?, ¿es que es tan difícil? –
-Key…-
-Quiero estar con ellos, a su lado me siento bien, son mi prioridad, mi razón de ser, ¿cuál es el puto problema? -
-lo sé, lo sé, créeme que te entiendo, pero es que tienes dos años cerrado en el trabajo y en ella…-
-ellos- lo corrijo
-es justo que te echemos de menos, nunca fuiste el alma de la fiesta, pero tu presencia es grata-
-en casa, sentirme rodeado de ellos me da paz, me ayuda con el peso que llevo-
Asiente -estarás bien-
-lo sé-
-amigo- habla John -ella…
- ¿sí? -
-es lo mejor que te pudo pasar-
-la amo-
Se balancea con las manos en los bolsillos, mirando los cordones de sus zapatos
-ella también te ama-