CAPITULO XII

Keydrien

Jueves por fin, esta semana va super lenta, aunque el día de hoy pasa corriendo y llega en un santiamén la hora de reunirme con Milla

Estoy ansioso, me cosquillean ciertas partes del cuerpo, tengo una lucha interna en la que me convenzo de que es solo negocio, pero… hay sensaciones que me recorren y me dice que esto se tornará feo

llego 20 minutos tarde

-Ahí estás-

-aquí estoy-

Intercambiamos besos en las mejillas

-pensé que no ibas a venir-

Yo pensaba lo mismo, pero aquí estoy clavándome un cuchillo

-no dejaría plantada a una de mis potenciales clientas, siento la demora, pero con mi demora te traigo muy buenas noticias-

-cuenta, no cayes nada-

-tengo dos ofertas de inversionista para tu empresa-

Le brillan los ojos de la emoción y aprieta los labios para controlar la alegría, pero igual no puede disimular la sonrisa

-no conozco muy bien el negocio, pero hablé maravillas de ti y aunque no es lo correcto, ni el procedimiento, agendé dos citas para que tu personalmente, claro junto conmigo, presentes tu negocio-

No sabe que decir, les sudan las manos y la sonrisa está a nada de dejar de ser una mueca y mostrar todos sus dientes

-una será el lunes a las 5:30 p.m. y la otra el jueves a las 7:00p.m.-

-Dios, gracias-

se para y me abraza, siento una punzada en la entrepierna acompañada de un extraño escalofrío que recorre toda mi espina vertebral, automáticamente suena mi celular, lo saco y miro la pantalla Carmen, me disculpo y salgo a tomar la llamada

-mi amor-

-mi vida- un sonoro beso me deja casi sordo - ¿llegaste al hotel? -

-aún no, estoy cenando-

- ¿Qué cenarás? -

-Sándwich de pavo-

-prrrrr-

le río como un idiota al teléfono imaginado su cara de asco, Carmen odia el pavo

-bueno, no te acueste muy tarde y no olvides…-

-que me amas, lo sé- le digo en tono seductor

-bájale al ego, quizás no quepan los dos en el ascensor-

-subiremos por parte si es lo que te preocupa-

La escucho reír

-hablamos, besos te manda Ney, te hizo otro dibujo, he decidido hacer una carpeta son demasiados-

-dale un beso de mi parte, tan sonoro como el que me diste que me dejó casi sordo-

-se lo daré cuando despierte mañana, buen provecho y descansa y aunque ya lo sepas…-

-me amas-

-te amo-

Lo decimos al mismo tiempo

-bey Carmen-

-adiós, mi querido Key-

Su voz siempre me hace entrar en estado limbatico. Entro a la cafetería con una sonrisa de pendejo y me dirijo a la mesa, sigo pensando en mi mujer y Milla tiene que carraspear para traerme a la realidad

- ¿cliente satisfecho? –

Me pregunta curiosa

-esposa feliz-

Le respondo orgulloso

**

Milla

¡Mierda!, es casado, debí sospecharlo por la argolla que lleva luciendo con orgullo en su dedo, suspiro para mis adentros, otro sueño tronchado de Milla.

No logro ocultar la cara de desilusión, el cerebro se me apaga y la lengua se me reversa como una media recién quitada

-eso es…-

¿Qué rayo es?, ¿bueno? no ¿malo? Tampoco, es desilusionante, pero no se lo puedo decir, ¿Qué me puedo inventar?, me cuestiono a mí misma, escudriño mis pensamientos y busco en la bóveda de mi cerebro a ver cómo salir de esta

- ¿es? -

-encantador-

Asiente

Uff, me salve por un pelito, empiezo a sentirme incomoda, sí que me gustaba esta cosa hermosa que tengo enfrente, se ve delicioso, sus ojos… ¿azul opaco o grises?, ¡por Dios!, que mala soy con la gama de colores, me lo quiero llevar a la cama, desde que me ensució con café lo he soñado y el destino vuelve a presentármelo, no es casualidad es propósito

- ¿y cómo se llama, la afortunada? - empiezo a sacar las pezuñas

-Carmen-

¿Carmen? Y ese nombre, suena a Caimán que es una especie de lagarto peligroso, ¿retrocedo?, obvio que no soy más terca que una mula, así que prosigo con mi ataque

-lindo nombre, no lo había escuchado antes-

-tiene muchos significados ese nombre- sus ojos brillan hablando de ella -paraíso de Dios, poema, canto, jardín-

Genial está muy enamorado, follarmelo será mucho más difícil de lo que creí