Capitulo XLI

Keydrien

02 de abril de 2020

La sesión de hoy con la psiquiatra me dejó aturdido, ella jura y perjura que hay algo más espectacular que tú, creo que es una loca, nada superará tu sonrisa, el color de tus ojos o el sonido de tu voz.

Iniciaré dos cosas importantes, primero la descarga laboral y así tener más tiempo para ti, para cuando decidas volver y segundo, lo último pendiente en tus listas de que haceres domésticos para mí, plantaré las cayenas. Lo que no he podido lograr, es ser feliz a tu lado (en vía de progreso), por ahora solo tu recuerdo me hace feliz.

Te amo querida, los extraño.

***

Llego a la oficina temprano, hoy tendré la tarde libre y el día de mañana también, doy ordenes, firmo papeles, hago informes, decido enviar a Jessica a mis reuniones, me llama después de cada reunión, la felicito y la motivo a seguir. No almuerzo, decido seguir corrido hasta que dan las 2 de la tarde y me marcho satisfecho con todo lo que he avanzado.

En los aparcamientos, encuentro a Jessica

- ¿te vas? -

-sí, es mi tarde libre-

-sí, ya recuerdo-

- ¿comiste? -

-umjum-

- ¿Qué harás en tu tarde libre-

Mi culpa, le dije que debemos ser más conocidos y que puede tutearme, ME RETRACTO

-tengo planes-

-ahhhhh, ¿estarás en tu casa? –

¿y cómo que te importa?, se me queda atorado en la punta de la lengua

-sí, no sé en qué momento, pero ahí vivo ¿no? -

-ok-

-ok-

Me monto a mi vehículo esa conversación fue muy rara, me dirijo a la floristería, retiro las cayenas, llego a mi casa las dejo en el jardín, entro a la casa, me ducho y me pongo una ropa que se pueda estropear y que pueda ser desechada para trabajar en el jardín

Salgo de nuevo a ver el trabajo que me espera, niego “las cosas que se hacen por amor”, voy por una taza de té y me siento a observar el sol que seré mi compañero durante horas y al que le saco el dedo corazón.

Pasan las horas, el sol ya está por ocultarse, el jardín es más grande de lo que esperaba, antes de sembrar, me tomó mucho tiempo podar, limpiar las malezas, arrancas plantas que solo le queda una estaca seca y triste, solo me da tiempo a sembrar una de las cayenas.

Me miro las manos llena de tierra, tengo ampollas en las palmas de las manos, tantas que no existiría adivina que logre ver mi futuro, el sonido de un auto aparcando y de una puerta abriendo y cerrando frente a mi puerta me hace ponerme en pie “Jessica”

-Buenas tardes jefe-

La observo mientras se acerca a mí con una caja de donas

-le traje esto, son de la panadería de mis padres, son muchas así que quise venir a compartirlas contigo-

-adelante- la invito a que pase a la pequeña galería que tiene la casa, -traeré té frío-

Voy a la cocina por lo prometido, nos sentamos a terminar de ver el atardecer comiendo donas azucaradas y tomando té frío

-las donas azucaradas son mis preferidas- le digo con la boca llena

-lo sé-

-¿qué?-

-las donas azucaradas que preparan mis padres, son las favoritas del pueblo-

-mi esposa no le gusta que consuma estas cosas, alega que me ponen imperativo-

Asiente, todo se queda en silencio y nos limitamos a sonreír cuando se encuentran nuestras miradas

-ya es hora de irme, el tiempo vuela ante una buena conversación-

-pero llevamos casi media hora en silencio- la cuestiono

-hay silencios especiales, más interesantes que cualquier conversación-

Mi pulso medio se acelera por alguna razón, nos miramos en silencio

-pase buenas noche jefe-

-usted también téngala empleada-

03 de abril 2020

No quería que lloviera, fue el peor error de mi vida, pesé a que cogí uno de tus sombreros para resguardarme del sol, a las cervezas frías en mi neverita, la música relajante en mis oídos y el protector solar, tengo una insolación que me arde como mil demonios.

Las cosas que me haces hacer Carmen, aunque no me arrepiento las hago con gusto, eso me hace sentirme más cerca de ustedes.

Jessica me trajo donas azucaradas, sé que no te gustaba que coma esas cosas, pero estaban calientitas y aunque traté, no pude resistirme, me comí media docena en lo que hablaba con ella. Ella es muy interesante, estudió lo mismo que yo y trabaja como mi asistente, aunque debería ser todo lo contrario, ella tiene estrategias y visiones que sobrepasan las mías

Me prometió venir mañana para ayudarme con el jardín, me sugirió poner unas lámparas para que alumbren directamente a las cayenas y hacer una camino de piedra con candelabros hacia nuestra casa, le diré a Joshua que haga los diseños a ver qué tal y te los mostraré a ver qué dices, fue una tarde muy agradable, pero me hiciste falta cada segundo, no pude dejar de imaginarme a Ney jugando con lodo y tu como eres un poco “desenfocada” (torpe), toda sucia también.