Prólogo

Prologo

Mariana bajo de la camioneta y se aseguró de cerrarla detrás de si, el águila que la observaba desde el árbol la miro atentamente mientras se acercaba a la casa. Puso una mano en el pomo de la puesta y solo confirmo que estaba cerrada

Pero Luisa siempre guardaba una copia de sus llaves entre las macetas, siempre había tenido esa costumbre

Así que se puso a buscarla entre todos los maceteros de la casa. Finalmente la encontró y entro a la casa, los zapatos todavía estaban en la entrada, la casa estaba limpia, el águila del árbol volo hacia una ventana, para tener mejor vista. Mariana camino por la casa, sacando su arma por si acaso

- ¿Luisa?- La llamo, pero el silencio el respondió. Subió a al segundo piso, pero lo mas extraño que encontró, fue la ventana del cuarto de su hermana abierta. Se apresuro a entrar y cerrarla con fuerza

Llamar a la policía no era una opción, les dirían lo mismo que les dijeron cuando su tía desapareció

Se escapo con su novio; Debía estar en algún negocio turbio; Se debió haber escapado con alguien de la sierra

Pero así como la familia de su tía Rebeca sabía que ella no haría eso, Mariana sabía que su hermana nunca le rompería el corazón a su madre al irse de la misma manera que se fue su tía

-Mamá, por favor. Tranquila- Le había pedido Mariana a su madre unos días antes, Susan Brutts una vez que no recibió la llamada semanal de su hija pequeña de nuevo. Había marcado incontables veces a la casa, pero no hubo ninguna llamada para informarle que estaba bien- Iré personalmente para investigar, te juro que traeré de regreso a Luisa

Susan Brutts ya había perdido a su hermana hace 39 años de la noche a la mañana, sin ninguna señal, sin ningún aviso

Una desaparición que destruyo a su familia, pero los hizo más unidos

Sus padres al borde del divorcio recuperaron su relación y se enfocaron en la única hija que les quedaba.

Susan vivió su vida, enterró a su madre, ahora su padre vive con ella y su marido. Se caso y ahora tenía 2 hijas… pero una de ellas estaba desaparecida ahora

Luisa Lucinda Hernandez

Que se había ido a vivir a las afueras de una ciudad, a faldas de una sierra. Su deber como docente rural de primaria. Llamando siempre cada semana que viajaba a la ciudad, pero esa semana no recibieron llamada, ni al día siguiente, ni al siguiente a ese

Susan ya había perdido una hermana

No podría perder a una hija. No podía perder a alguien de su familia, no de nuevo

Quizá había sido muy sobre protectora con sus hijas durante su infancia, pero la idea de perder a una de ellas le aterraba a ella y a su marido. Las habían cuidado toda su vida y ahora todo eso era en vano, su hija Luisa estaba desaparecida. Llamo a su hija mayor desesperada, entre llanto y balbuceos

Cuando Mariana Rebeca Zambrano recibió una llamada de su madre al punto de colapso, tuvo que abandonar el despacho de investigación privada en el que trabajaba para reunirse con sus padres, preocupada de que algo realmente malo estuviera pasando.

No se equivoco

Su hermana siempre llamaba, era bien sabido que la comunidad donde fue era realmente peligrosa

-Mamá… mamá, cálmate- Le había pedido Mariana mientras sostenía las manos de su madre- Te juro que voy a encontrarla y traerla de regreso- Le había prometido, antes de tomar sus cosas, pedir permiso en el trabajo y marcharse esa misma noche hasta la comunidad donde su hermana estaba dando clases

Ahora, mientras caminaba por la casa de su hermana, mirando por la casa en busca de alguna pista. No podía explicárselo, su hermana no podía desaparecer de la nada, sin avisar

¿Dónde estaba Luisa?