¡donde esta mi talento!

Capitulo 18: ¡Saquen a la indigente que me mira raro!

Fuimos caminando porque ninguno de los dos tenía transporte, ni dinero como para pagar un taxi así que tardamos como una hora en llegar al pueblo, no me sentía cansada, irritada si, muchísimo, estar en este cuerpo implicaba que Gael refunfuñara cada tanto sobre como camino encorvada y voy a dañar su espalda y bla bla bla.

Llegamos al banco: ¿iba trabajar en un banco?

—Hoy es la entrevista, ayer presente mi hoja de vida y me llamaron hoy para trabajar como asesor comercial, ¿sabes algo sobre esto?

—No, a duras penas se cual es la caja de pagar facturas

Puso cara de afligido y murmuro

—estoy perdido, seré desempleado de nuevo

Lo mire mal porque estaba harta de que me subestimara:  aunque para ser sincera no tenía idea que debía hacer

—Ya sé —dijo desesperado —, me quedaré aquí, fingiré ser un cliente mientras tanto y así estoy pendiente de ti

—No quiero entrar, estoy entrando en pánico —mi cara comenzó a calentarse

—No te sonrojes por favor —suplico Gael

—Pero… —creo que estaba hiperventilando a medida que nos acercábamos

Me tomo de los hombros

—Lo harás bien ¿okay? No te preocupes, entra ahí yo estaré cerca, de verdad necesito este trabajo: no lo arruines. Hablaremos con la bruja para que cambie esto hoy

—No lo arruino —pronuncié e hice mi esfuerzo por caminar reta y con seguridad

—Bue… nos días —dije a una de las recepcionistas de la caja 4 quien era la más amable cada que yo había ido a pagar una factura

Me miro de forma coqueta mientras parpadeaba varias veces:

—Hola, ¿que necesitas? —me obligue a tranquilizarme

—Vengo a una entrevista de trabajo —dije con una voz que supuse era segura

—Claro, sigue por este pasillo y ahí encontraras una puerta blanca donde están realizando las entrevistas

Caminé por el pasillo donde vi tres personas más haciendo fila, cuando sentí un tiron,

—Toma esto —dijo Gael mientras me pasaba un auricular inalámbrico —te llámame apenas te llamen, estaré cerca.

¡Iba hacer trampa!

Y ¿si iba a la cárcel?

Y ¿si no podía salir nunca de este cuerpo y tuviera que vivir como convicta?

Tome tres largas respiraciones para tranquilizarme, a mi lado había una mujer con cara de estirada que me miro mal y continuamente un hombre que repetía una y otra vez lo que supuse iba a decir ¿y yo que iba a decir?

Más cerca a la puerta había un chico, totalmente guapo, lo vi un momento pero supuse que no fui tan disimulada porque alzo la mirada de su teléfono y me miro extrañado.

Mi celular comenzó a vibrar: era Gael

Puse el auricular en oído, la voz de Gael se escuchaba baja a través del dispositivo

—Deja de babear con mi cuerpo por ese chico, es demasiado obvio

Voltee a ver a todos lados

—¿Dónde estás?

—Detrás de la planta —tenía el ceño fruncido —has estado viéndolo como por 5 minutos seguidos, ahora se porque estás sola, pareces psicópata

—Cállate, claro que no lo vi por 5 minutos exagerado —dije en voz baja

Las personas a mi alrededor comenzaron a verme, ¿Qué escucharon todo?

—Gael Diaz —llamaba alguien desde dentro de la oficina al final del pasillo

Me levanté rápidamente, me tropecé con la silla que estaba frente a la mujer que estaba al otro lado, quien tenía la vista clavada en el portátil, ni si quiera volteo a verme

—Estoy aquí —le dije a Gael

—¿dijiste algo? —pronunció la mujer volviendo sus ojos hacia mi

—No, no solo buenas tardes

—Gael ¿Verdad?

Asentí

—¿Cómo has estado?

—bien —respondí porque era lo único que podía formular en mi cabeza, las manos me sudaban de nerviosismo

—Entonces… cuéntame de ti —dijo con tono serio

En ese mismo instante me di cuenta que no sabía nada sobre Gael ¡Oh Dios! Que se suponía que iba a decir, comencé a hiperventilar y sentí como mis mejillas se calentaban

—Pues… —tartamudee

De repente el auricular comenzó a sonar con mi voz, con la de Gael, en fin se entiende

—soy contador —susurró a través de auricular

—¿eres contador? —pregunté

—¿Dijiste algo? —inquirió la mujer de la que aun no sabía el nombre

—soy contador —corregí rápidamente y comienzo a repetir lo que me dice a través del auricular —tengo experiencia en  el banco Avanza, trabajé ahí por dos años, fui el gerente durante un año…

—¿por qué renunciaste? —cuestionó con cara neutral

Me quedo en blanco porque Gael no responde rápido, así que digo lo que primero se me ocurre

—Tenía que mudarme de la ciudad, entonces tuve que renunciar

—Mmm ya veo, siento que este banco es demasiado pequeño para lo que aspiras, si ya has tenido toda esa experiencia, y al puesto que estas aplicando es demasiado pequeño para ti. No podríamos pagar más así tengas todo ese conocimiento, y siento que después va ser un problema porque te vas a sentir inconforme.

—Dile que se puede ir al carajo —dijo Gael a través del altavoz

—Puedes irte al… —me quedé callada —¿Qué?

—¿Qué dijo señor… Gael?

—Nada, solo que… —intenté decir —dile que es injusto —dijo Gael —y que no tiene ningún derecho a negarme el puesto porque soy más de lo que ellos esperan

Pero que modestia —pensé y torcí lo ojos  

—¿Por qué deberíamos contratarlo? —preguntó la mujer

Guardo silencio y Gael dice a través del auricular:

—Porque claramente estoy más que capacitado para el cargo y las razones que me da para no contratarme son ridículas —repetí —espera, espera no digas eso…

Mierda

—Creo que eso ha sido… —comenzó a decir la mujer

Cuando el auricular sufrió un golpe y todo quedo en silencio luego hubo una voz que gritaba a lo lejos:

—¡Saquen! Esa mujer, es un indigente —gritaba alguien —se esconde detrás de esa planta y me mira raro.




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