Alice
Si alguna vez notas que tu mejor amiga está estresada, nerviosa y enfadada, nunca, pero nunca intentes calmarla, va a ser el peor error en toda tu vida, ¿no te has declarado al amor de tu vida y ahora lo ves todos los días con otro? ¡Por favor! Esas son estupideces a lado de lo que dije.
Hoy es sábado, el día de la fiesta de Clare y mi amiga está tan nerviosa que se le juntan absolutamente todas las emociones posibles, y no son las emociones buenas, no, son todas las malas. Creo que ni un mes viviendo en un spa lograría calmarla.
—¡Cómo que rosas blancas? ¡Había dicho claramente que quería rosas azules en las mesas y las blancas en los jarrones de la entrada junto con los lirios!—grita mi amiga a una pobre persona detrás de la línea. En serio compadezco a toda esta gente por lo que están soportando, pero definitivamente no tomaría su lugar por nada del mundo.
Laila me dirige una mirada amenazante—. Espera un minuto—aleja el teléfono de su oreja y tapa el micrófono—¿¡Se puede saber por qué sigues aquí!?
—Aquí vivo.
Mala idea.
—¡Se supone que tienes que estar arreglandote! ¡Son las una de la tarde y tienen que estar allí para las nueve, y tú aun no te has arreglado nada!
—Bien, bien. En realidad estoy esperando a Luke, se supone que vendría a buscarme hace—miro la hora en mi reloj—15 minutos.
—¿Por qué no le dices a tu hermano que te lleve?
—Es complicado—contesto, seca. Voy hacia la puerta y tomo la perilla, antes que pueda abrir la puerta Laila posa una mano sobre mi hombro. Abre la puerta y nos dirige al jardín delantero. Se sienta en el césped y da varias palmadas al lugar frente a ella. Acepto su invitación y la imito.
—Bien no voy a mentirte, ambos son una mierda fingiendo las consecuencias de una de sus peleas.
Mi amiga tan directa como siempre. Nunca la vas a ver titubear o retener alguna verdad sobre alguien, en cambio, lo lanzará de la manera más letal existente solo para hacer daño a quienes la hirieron; a ella o a uno de sus amigos.
Es una de las cosas que me encantan de Laila; tiene esa fuerza de voluntad para enfrentarse a cualquier situación sin importarle la opinión de los demás. Es lo que la distingue del resto del grupo, tiene espíritu y optimismo de sobra. Ella te dará esperanza cuando cuando hayas perdido la tuya, te acompañará en los momentos más difíciles si es que lo necesitas.. simplemente es una de las mejores amigas que podría desear en estos momentos, y me agrada contar con personas así.
—Los he notado más que distanciados desde el último ensayo que tuvimos, apenas y podían mirarse. ¿Qué sucedió? Aunque casi nunca lo digo eres especial para mi Alice, y odio verte en un estado deplorable. Sabes que no te culparé de nada, asi que, puedes hablar con toda libertad, se nota que no lo haz hecho aún, descarga todo.
—Laila es obvio que esto pasaría, solo es cuestión de tiempo que lo arreglemos, es como otras discusiones, no durará mucho.
—¡Una mierda Alice! Ha pasado una semana y media. ¿Necesitas más tiempo?
—No quiero empezar una discusión contigo también, y mucho menos hoy, asi que por favor, déjalo estar.
—No lo dejaré estar cuando se nota a kilómetros que te afecta. Quiero ayudarte.
—Hoy no, concentrate en ayudar a Clare, su gran día depende de ti—me mira dubitativa por unos segundos—. Se los contaré todo, a los cuatro.. en dos días, la resaca no les dejará pensar mucho.
Justo cuando Laila abría su boca para declamar algunos de sus hermosos pero exasperantes sermones, la bocina del auto de Luke nos hace dar un pequeño respingo en nuestros lugares por el susto, estabamos tan concentradas que no nos dimos cuenta que llevaba ahi mucho tiempo.
—Lo prometo—me levanto del césped dejando a mi amiga sentada allí, estoy segura que dentro de unos minutos recibirá una llamada y empezará a repartir ordenes a todas las personas encargadas de la fiesta.
Subo al auto de Luke y lo primero que inunda mis fosas nasales es un aroma a menta con ¿flores?
—¿A caso conseguiste novia y no nos has dicho?
—Laila me dijo que a Clare le gusta el olor a rosas, pero ni loco pienso cambiar la menta.
—La combinación es terrible—arrugo la nariz.
—Es perfecta—responde ofendido—. Que no tengas buen gusto en olores no es mi culpa.
Dejo la conversación flotando en el aire mientras pasamos las casas. Paramos frente a una en particular, una casa de dos pisos con un gran balcón que da al jardín lateral con las paredes de la habitación continua hechas de cristal. El resto de las paredes son blancas y las rodea un gran jardín de colores exaltantes que pueden hacerte delirar por la combinación de los mismos.
Una chica alta sale de la puerta con una pequeña caja blanca en sus manos, el viento acaricia su piel morena y agita su cabello castaño despeinandolo un poco, el parecido a su hermana esta escrito en su rostro y cuerpo.
Clare sube al auto e inmediatamente noto como arruga la nariz y hace una mueca.
—¿Qué es ese olor?—pregunta con desagrado.
-¡Tú también! Es la combinación perfecta—reclama Luke.
—Te lo dije, es extraño—doy la vuelta en el asiento y le muestro los cinco a Clare-. Bienvenida al club de "Los odiosos olores de Luke"—ella ríe y choca los cinco conmigo dándome la razón, de fondo se oye a Luke bufar y arrancar su camioneta. Vuelvo a mi posición original y bajo la ventanilla para que el aire de en mi rostro, el día esta bastante caluroso hoy, compadezco a las personas que estan trotando por las calles.
Los minutos van pasando, Luke y Clare establecen conversación a la que no presto ninguna atención, esta se ve más enfocada en el paisaje de las casas, todas son diferentes en esta parte de la ciudad, pero los colores son similares, todos son de algún color crema o blancos. Vamos dejando atrás las casas para iniciar un camino rodeado de arboles, lo cual me desconcierta.
Editado: 28.04.2020