Capítulo 30 - ¡Cállate rubia!

-¿Qué te piensas poner?-Preguntó Annie acostada en su cama.

-Ropa-Respondí obvia- Ni que fuera a ir desnuda.

-Uno nunca sabe-Bromeó y yo reí.

Los chicos nos invitaron a una fiesta cerca del internado que se va a organizar en la casa de un jugador del equipo. Según ellos necesitamos salir del encierro con todas las cosas que están pasando. Al parecer se dieron cuenta de eso cuando el día de los tacos no me alegró.

Lo cual no me sorprendió.

Acabo de perder a mi mejor amigo, ¿Cómo quieren que este?.

-¿De verdad crees que lo de Chase no tiene solución?-Preguntó Blaire por milésima vez.

-Ya te dije que no-Contesté seria.

-¿Es en serio? ¿Mackenzie te das cuenta todos los años de amistad que se están yendo al carajo por una recién llegada? ¡16 años de amistad! ¿Sabes cuantas personas quisieran tener una amistad tan fuerte como la que Chase y tú tienen?.

-Teníamos-Corregí-Si hubiera sido tan fuerte no se hubiera dejado envenenar.

Suspiraron.

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-¿Cómo me queda este?-Annie preguntó mirándose al espejo.

-Yo te lo meto-Bromeé y ellas rieron.

-Gracias.

-Deberías de cambiarte esos tacones-Aconsejó Blaire.

-¿Qué tienen?-Preguntamos.

-Son muy altos y son de aguja-Dijo obvia-La fiesta va a ser en el patio de la casa. Hay grama, te puedes atorar.

-De acuerdo-Se dirigió a su closet para buscar otros.

Mi teléfono vibra anunciando un nuevo mensaje y cojo el teléfono para leerlo.

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De: Matthew

¿Están listas?

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-¿Listas?-Pregunté y ellas asintieron.

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Para: Matthew

Ya bajamos.

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Salimos de nuestra habitación para ir a encontrarnos con los chicos en el estacionamiento.

Annie.

Blaire.

Yo.

-Hermosas-Dijeron los chicos cuando nos vieron llegar.

-Ya lo sabemos-Bromeé y me acerqué a Matthew.

-Oí que Liam va a ir a la fiesta, no pierdas de vista a Annie-Le susurré en el oído.

-Claro-Murmuró.

-¿Nos vamos?-Preguntó a los demás y asentimos.

-Espera bonita-Me detuvo Matthew.

-¿Qué sucede?-Pregunté dudosa mientras en colocaba sus manos en mi cintura y me pegaba a él.

-¿No crees que esa falda es muy corta?-Cuestionó alzando una ceja.

¿Es en serio?

¿Acaso se ha fijado siquiera en la clase de ropa que llevaban las chicas con las que se acostaba?

¡Esa ropa puede hacerse pasar por ropa interior!

-¿Ahora me vas a decir como me debo vestir?-Pregunté molesta.

-¡Oigan apresúrense!-Oímos después de eso un claxon sonando.

-¡Cállate rubia!-Le grité a Blaire.

-¡Zorra!-Me respondió y volvió a meter la cabeza en el auto.

-No se trata de decirte cómo vestirte, solo es un consejo. Hay mucho viento y no sería lindo que los ojos se desvíen.

-Como no me gusta que me vean la ropa interior, no me puse-Mentí, puso los ojos como platos.

-Estás loca.

-Ya lo sé-Sonreí maliciosa.

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-Linda casa-Murmuró Blaire.

¿Casa? ¡Es una mansión!

-Aquí podría criar a mis 20 hijos y cada uno tendría un cuarto propio-Confesó Aaron emocionado, lo miramos confundidos.

-Es que me gustan los niños-Explicó avergonzado.

-Ya me di cuenta-Murmuró Annie.

-Mejor entremos-Sugerimos Matthew y yo al unisono, reímos.

-Agh ya están comenzado a decir las cosas al mismo tiempo, separemonos antes de que terminen las frases del otro-Bromeó Blaire.

Los tres entraron juntos a la casa dejándonos a Matthew y a mi solos.

-Envidiosos.

-Lo que digas Matthew-Lo tomé de la mano y entrelazamos nuestros dedos para luego seguir a los chicos.

Como siempre la casa estaba repleta de adolescentes borrachos y algunos hasta drogados. Chicas casi sin ropa, chicos casi sin ropa. 

-Te apuesto a que Nick no conoce ni a la mitad de las personas que están en esta casa-Comentó.

¿Quién?

-¿Dé quién hablas?-Pregunté confundida.

-Nick, el dueño de la casa-Ah.

Después de encontrar a nuestros amigos juntos nos dirigimos a la barra de bebidas y pedimos nuestras bebidas.

Mientras los chicos hablaban mi vista se enfocó en Lucas quien se encontraba cruzando la puerta de entrada junto con otros tres chicos que siempre he visto que se sientan juntos en la cafetería, supongo que son sus amigos.