Miré fijamente a mi tío y él me miró de igual manera.
-¿Es que acaso no te cansas de tantas peleas?-Preguntó cabreado.
-Tengo mis razones-Aseguré. Lo fulminé con la mirada y él rodó los ojos.
-Voy a tener que llamar a tu padre-Amenazó inclinándose en su escritorio.
-Hazlo-Imité su posición-Aunque llames al presidente no voy a hacer lo que los demás me ordenen, ¿Lo entiendes?-Él me miró impresionado por hablarle así.
Tal vez tengan curiosidad de saber que es lo que pasó.
Flashback
¿Qué hace Chase con esa zorra?
¡Me prometió que no volvería a hablar con ella!
Esa maldita arpía pelirroja más fea y malvada que Chucky.
-¡Chase!-Capto su atención logrando que después de que le dijera las últimas palabras finalizara su conversación y viniera hacia mi.
-¿Qué haces hablando con ella?-Pregunté molesta, él rodó los ojos.
-Me pidió que volvieramos-Explicó-Pero obviamente le dije que no.
Oh.
-Bueno-Murmuré.
-Tranquila-Me abrazó y yo correspondí su abrazo-¿Sabes qué me dijo después de que le dijera que no íbamos a volver?-Lo miré intrigada.
-¿Qué cosa?.
-Dijo que si yo no estaba con ella, entonces iba a conseguir la manera de estar con Matthew-Finalizó, mis ojos se abrieron como platos apenas terminó de hablar.
¿Cómo se atreve?
¡Esa bruja!
-¿Así?-Asintió-Vamos a ver si con la cara desfigurada puede conseguirlo-Dije para luego caminar hasta Chica Chucky que se encontraba de espaldas.
Toqué su hombro y ella volteó dirigiendo su mirada hacia mi-¿Alguna vez has tenido cicatrices?-Pregunté maliciosa y ella negó miedosa.
-Pues, será tu primera vez-Me lancé sobre ella como una fiera atrapa a su presa para devorarla.
Espero que con unas cuantas marcas en su cara entienda que con Mackenzie Miller nadie debe meterse.
Jamás.
Fin del Flashback
Y después de haberle dejado un rasguño en la cara, un ojo morado, la mandíbula morada y un diente roto. Estoy totalmente satisfecha.
Salgo de la oficina del director encontrándome con Matthew recostado en los casillero cruzado de brazos.
-No me digas que tu también me vas a dar un sermón-Me miró molesto.
-¿Es en serio?, con lo que hiciste lo menos que puedes exigir es que no te den un sermón-Lo miré sorprendida.
Por un momento pensé que por lo menos él me entendería.
-Vamos a hablar en mi habitación, Liam no está.-Cogió mi mano y prácticamente me arrastro por los pasillo del internado hasta llegar a su habitación.
Entramos en esta y él la cerro con pestillo para que nadie más nos interrumpiera en lo que estoy segura iba a ser una discusión.
-¿Por qué no puedes controlarte?.
-Ay ya vas a empezar-Murmuré fastidiada.
-¡Si! Si voy a comenzar porque no puedes ir de repente por la vida golpeando de la nada a las personas que te caen mal-¿Qué?.
-¿De qué estas hablando?-Pregunté confundida.
¿Le dijeron que había sido de la nada que la golpeé?
-Hablé con Kendall después de la pelea-Lo miré sorprendida-No me dejaron hablar contigo porque estabas en la dirección y yo quería saber qué era lo que había pasado-Explicó.
-¡Pues me hubieras esperado!-Le grité sorprendiendolo-¿Qué fue lo que te dijo esa zorra? ¿De qué hablaron?-Interrogué.
No puedo creer que tenga un novio tan idiota.
¿Cómo carajo se le ocurre ir a hablar con la chica que nos quiso separar a Chase y a mi?
¡Y además defenderla!
-No te alteres Mackenzie-Pidió. Rodé los ojos-Los ojos se te van a quedar volteados si sigues haciendo eso-Me regañó. Y de nuevo rodé los ojos.
-Dime de una vez lo que me tienes que decir-Exigí.
-Lo que te dije, que la atacaste de la nada. Eso-Sentí como la rabia se expandía por todo mi cuerpo.
-¿Y tú le creíste?-Pregunté cabreada. Él me miró asustado.
-¿Si?-Contestó dudoso. Alcé una ceja-Digo, no. Mi amor, mi vida. Por supuesto que no-Soltó una risita nerviosa-¡Okey!, me hizo dudar un poco, ¿Está bien?. Pero solo porque te conozco y sé que eres muy impulsiva-Se defendió.
-Lo haya o no lo haya hecho de la nada, ella intentó romper la amistad de Chase y la mía, ¿Qué más razones quieres para que la golpeé?.
-Entonces si fue de la nada-Aseguró.
-¡No idiota! ¡Ella estaba hablando con Chase! Le dijo que iba a ir por ti si Chase no estaba con ella. Lo único que esa perra quiere es dañarme a mi ¿No te das cuenta?-Expliqué alterada.
Me miró en silencio esperando a que me tranquilizara-De acuerdo, ya sé lo que sucedió y te creo. Ya está ¿Si?, cálmate-Agarró mi cara entre sus manos y me miró fijamente a los ojos.
-No importa si yo estaba equivocada o no. No puedes defenderla a ella, ¿Cómo se te ocurre?-Pregunté mas calmada.
-Lo sé, lo sé. Y lo siento, no volverá a pasar. Te lo prometo-Contestó en voz baja. Acercó mi cuerpo al suyo en un abrazo y recuesto mi cabeza en su pecho y él la besa.
-Te quiero-Susurró.
-Yo más-Aseguré.
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-¿Te tengo que meter en un colegio de monjas para que comprendas?-Preguntó molesto entrando a mi habitación. Traía la misma vestimenta de siempre, formal.
No me cuesta nada adivinar que ha salido del trabajo para poder venir para acá.