¿Por qué?
15-09-16. Jueves.
2:07 pm.
El auto se encontraba en absoluto silencio, y yo no podía dejar de pensar en lo idiota que era.
¿Por qué no se me ocurrió otra persona? ¿Por qué fui tan estúpida para llamarlo a él sabiendo que lo había escuchado coger con Allison días atrás?.
¿Por qué no llame a Thomas? ¿O a Noah? ¿O a Lily? ¿O a Maya?.
¿Por qué simplemente no llamé a otra persona?.
-¿Por qué?-Dirigí mi mirada hacía él, seguía concentrado en el camino con sus manos al volante. Suspiré.
-Yo me pregunto lo mismo.-Respondí. -La estaba pasando mal allá. Necesitaba que alguien me fuera a buscar y mis amigos de confianza estaban adentro.-Expliqué-Tengo más amigos con auto, pero no sé porque te llamé a ti.-Admití. Sonrió.
-Feliz cumpleaños, Mack-Sonreí.
-Más bien, no tan feliz cumpleaños.
-Todavía no termina, oí que Kappa Sigma va a organizar una fiesta hoy por tu cumpleaños. Según todos hacen las mejores fiestas, apuesto a que te divertirás.-Internamente sonreí, Noah a estado toda la semana organizando la fiesta. Él dice que me prometió hacerme la mejor fiesta, y que así va a ser.
Obviamente no todo el mundo está invitado. De hecho vamos a tener un guardia en la puerta con la lista de los invitados. Ellos saben que hay personas que no quiero que estén ahí.
-¿Vas a ir?-Pregunté. Me miró burlón-Digo, Allison no está invitada. Pero tú y Lucas si. Bueno, en realidad no estaban invitados, pero yo los acabo de invitar-¿Qué estás haciendo?.
Rió-¿Y por qué antes no estábamos invitados?-Interrogó. Mi rostro se torno serio.
-Descubrí algo-Admití. Me miró confundido.
-¿Qué cosa?.
-Me mentiste-Su cuerpo se tensó.-Me dijiste que no te habías acostado con ella, pero si lo hiciste.-No puedo sonar más patética.
El auto se estaciona en el aparcamiento de la fraternidad.
-¿No vas a decir nada?.-Pregunté decepcionada.
-Cuando te dije eso todavía no me había acostado con ella.-Explicó. Reí irónicamente.
-¿Y pretendes que te crea eso?.
-¡Es la verdad!-Exclamó. Me recosté en mi asiento.
-No te creo, sigues invitado a la fiesta. Gracias por haberme ido a buscar, pero eso no significa que te crea.-Salgo del auto y entro a la casa de la que había salido hace unas horas con la misma actitud con la que salí.
Cansada de todo el mundo.
. . .
Alguien toca la puerta de mi habitación y rápidamente seco mis lagrimas y sorbo mi nariz antes de levantarme de mi cama y decir un adelante.
Por la puerta entra Noah junto con unas bolsas de Bershka en sus manos.
-Las chicas te compraron esto para la fiesta, ya va a comenzar, deberías empezar a arreglarte.-Sugirió extendiendo las bolsas.
-Gracias-Murmuré antes de tomar las bolsas. En realidad no tenía ganas de ninguna fiesta.
-¿Te sucede algo?-Preguntó al fijarse en mi rostro. Negué.
-¿Puedes salirte?, me voy a empezar a arreglar.-Pedí. Me miró confundido y luego suspiro.
-Claro-Se dirigió a la puerta. Pero se detuvo y posó de nuevo su mirada en mi.-Si quieres hablar sobre lo que te sucede no dudes que llamarme-Despeino mi cabello para luego salir de la habitación.
Suspiré.
Saco las prendas de ropa que se encontraban en las bolsas y luego de bañarme y vestirme, termino de arreglarme cuando ya eran las 8:19 pm.
Tengo que admitir que las chicas mal gusto no tienen. Pero aún así, no estoy de ánimos para una fiesta.
Sé que debo de olvidar todo lo que sucedió hoy y concentrarme en divertirme, pero me es prácticamente imposible.
Y aún más sabiendo que Matthew se encontraría aquí en unos momentos.
Aún así, decido salir y disfrutar la noche.
Mi noche.
Después de todo, no todos los días es tu cumpleaños.
. . .
La música resonaba por toda la casa, habían personas en todos lados, personas con las que nunca había hablado pero aún así se acercaban a felicitarme.
La adrenalina del poder hacer lo que yo quisiera fluyó por mis venas.
Es como Proyecto X, esto es una locura.
No pude evitar reír al ver a un grupo de chicos haciendo competencias para ver quién aguantaba más litros de cerveza y no dudé en acercarme.
Si nadie durante toda mi vida a podido vencerme con la bebida, estos idiotas no lo van a hacer en unos minutos.
Cuando estoy apunto de llegar con los chicos mi mirada se posa en la puerta principal y sin poder evitarlo me río.
En la puerta se encontraban Matthew y su novia queriendo entrar, ¿Acaso no entendió que ella no estaba invitada?
¿Si se lo dije? ¿Verdad?.
Ni siquiera recuerdo.
Rápidamente me encamino a la puerta.
Y espero que luego de esto nunca en su vida quiera volver a colarse en una de mis fiestas.
Es hora de poner en marcha lo perra que puedo llegar a ser.