CAPÍTULO 1

#Tiberias 

En el pasado.

—Te condeno a vivir miles de años sin poder regresar al reino.

La voz del juez que cumple con mi ley es alta y clara lo cual hace que se me forme un nudo en el estómago. Esto no debería estar pasando. Ella debería querer cambiar. Esta no es la forma. Me duele el corazón por esto que tengo que hacer, por todo lo que está pasando, con lo cual no hay salida. 

¿Como se nos pudo morir el amor de esa manera?

Es la única mujer que he amado siempre.

Es el gran amor de mi vida

Beth me mira con lágrimas en los ojos, hermosos ojos los cuales saben que cuando tomo una decisión es de verdad. Cansado de tantas cosas, me he dejado de llevar por mis consejeros con el fin de que ella aprenda la lección. Hay tantos asuntos que me piden que trate para que el día de hoy no este aquí, pero quiero estar presente. Este momento define todo. Después de miles de años juntos, de tantos errores. Estoy tratando de tomar medidas.

—Soy la reina. No me pueden condenar a esto.—Veo como hace puño—¡Nadie me puede hacer esto! —Me mira—Me lo prometiste. Me prometiste que respetarías mi palabra. 

No contesto..

No puedo contestar..

Tengo un nudo que no me deja formar palabras. 

—No nos deja más opción—Resopla mi consejero, respondiendo por mi, mientras yo me mantengo tranquilo en mi lugar tratando de respirar varias veces hasta que se me pase todo lo que siento en el cuerpo.

—Eres un cobarde..—Susurra con rabia.—¡Eres un maldito cobarde!

Lo último que veo es su mirada antes de los guardias la arrastren a la luz.

Mi corazón se parte en mil pedazos

Entonces avanzo, mis pies caminan por si solos, pero no puedo hablar.. No puedo decir que se detengan solo avanzo atrás de ella con la mano levantada. Mis consejeros logran contenerme.  Me sostienen para que no cambie de opinión.

Mi único amor

Mi esposa

Nunca amaré a nadie más.

Podré conseguir alguien con quien compartir mis noches, pero nunca volveré a entregar mi corazón.