Capítulo 4: Tejidos Oscuros

La presencia de Lady Margaret era como una sombra que acechaba en cada esquina del palacio. Su mirada fría y calculadora me hacía sospechar que sabía más de lo que decía. Pero no podía permitir que su presencia me intimidara; debía descubrir sus intenciones y el papel que desempeñaba en esta intrincada trama.

Mientras el conde Westwood y yo investigábamos sus movimientos, descubrimos que Lady Margaret estaba tejida en una red de conspiraciones y alianzas secretas. Nos dimos cuenta de que había descubierto el misterio detrás de la conexión entre la novela y la realidad, y estaba aprovechando ese conocimiento para alterar el curso de los acontecimientos en su propio beneficio. Sus planes iban más allá de una simple trama de venganza o ambición; estaba decidida a usar el poder de esta famosa novela para manipular la historia misma.

Con cada paso que dábamos para desentrañar sus intenciones, Lady Margaret se volvía más peligrosa y despiadada. No tenía reparos en sacrificar a otros personajes o en poner en riesgo la existencia de todo un mundo literario y la realidad que lo acompañaba. Era como si estuviera dispuesta a romper todos los límites para lograr sus fines.

Con la ayuda de Thomas, el jardinero, nos embarcamos en una búsqueda para encontrar una manera de neutralizar el poder que Lady Margaret había adquirido. Descubrimos que había una antigua reliquia escondida que era clave para mantener la conexión entre la novela y la realidad.

La reliquia era una piedra mística, se decía que tenía el poder de controlar el destino y la trama de la novela. Si pudiéramos recuperarla y protegerla de Lady Margaret, podríamos restaurar el equilibrio entre los mundos y evitar que siguiera alterando la realidad.