Capítulo 1

La visita al hospital fue muy conmovedora, mi madre no podía contener las lágrimas al ver a mi abuela. Parecía un fantasma, más que nada porque no era capaz de hablar, pero solo con us mirada nos hacía saber que estaba feliz de vernos. No saben cuánto le hubiera gustado a mi hermana venir aquí, después de todo ella era la favorita de mi abuela. Si tan solo fuera mayor de edad y le dejaran pasar, pero enfrenta la misma situación que yo tenía cuando mi abuelo estaba mal. 

Puedo pensar que mi abuela estaba feliz de al fin encontrarse con mi abuelo, es lógico ya que en estos 8 años de su pérdida, aún servía un plato más en la mesa de su casa. 

Ya estaba por partir, pero en lo más recóndito de mi corazón, sentía como su alma imploraba compañía. Lastimosamente es horrible su situación, porque no sabe si va a volver a vernos, eso es algo triste, pero la vida es así, cruel e impredecible. Un día estás de lo más bonito en la cena familiar, y al día siguiente te demayas y te dicen que ya no podrás levantarte nunca más. 

Me quieres decir algo, pero al no poder hablar, solo tienes lágrimas en tu corazón. Por ello la razón se ha perdido, no sé si voy a volver a verte, pero de algo estoy seguro, sabré sobrevivir solo en este mundo. 

Cuando cerraba la puerta, podía sentir como se despedía en silencio, y su calor se apagaba poco a poco. Pues como no hacerlo, si ya la muerte toca tu puerta y te reclama en vida, para que te reúnas con tus seres queridos. Quisiera pensar que estás ahí diciéndome por favor cuida a tu madre, pero sé que tus últimas palabras son, gracias por darme la felicidad que tanto tuve. 

Gracias por todo lo que me diste abuela, extrañaré tus manjares llamado comida criolla, pero sobre todo extrañaré el cariño incondicional que me dabas. Por ello te dejo estas flores en el recuerdo de este último momento contigo.