**Victoria María y la obra del Colegio**. Un par de años después, los alumnos de quinto grado reciben una noticia emocionante: realizará un evento especial en el colegio, y representarán una obra teatral. Todos los compañeros están intrigados por saber cuál será la obra. Victoria María espera que sea histórica, mientras que Jeni desea que sea divertida, y Elena solo quería que no fuera aburrida, comenzando a hacer ademanes de emoción durante el recreo.
Al día siguiente, Elena le pregunta a Victoria María:.—¿Les contaste en tu casa?
Victoria María respondie:
—No, porque me gustaría contarles cuando sepamos qué personajes nos tocarán a cada uno.
—Yo sí les conté, dice Elena. ¡La emoción me ganó!
—¿Y si te toca hacer de árbol? bromea Jeni.
—Bueno, tendré que practicar estar sin moverme, responde Victoria María con una sonrisa.
—Tal vez a ti te toque hacer de ave, Elena dice Jeni.
Las tres compañeras se rien juntas.
Ese día, en clase, la profesora anuncia con entusiasmo:
—La obra que van a representar será sobre el día que falleció Doña Beatriz de la Cueva.
Todos los alumnos estallan en euforia. Elena voltea hacia Victoria María y dice:
—¡Ahí está tu obra histórica!
—¡Si! responde Victoria María, emocionada.
La profesora comienza a asignar los personajes, y cuando llega el turno de Victoria María, le anuncia:
—Victoria María representará a Doña Beatriz de la Cueva.
Victoria María no puede creerlo. Elena y Jeni la abrazan con alegría.
Más tarde, en su casa, Victoria María les comenta a sus padres y a su hermano:
—Hoy fui elegida para representar a doña Beatriz de la Cueva en una obra.
Su padre, Carlos, responde:
—¡Qué bien, hija! Doña Beatriz de la Cueva fue una figura histórica importante.
Su madre la felicita:
—Te felicito, hija.
Su hermano solo se rie.
Cuando Victoria María visita a su abuelita Belén, le comenta con emoción:
—Nos toca realizar una obra en el colegio y me toca representar a doña Beatriz.
Belén le dice:
—¡Qué bien, te felicito!
Luego fue a su dormitorio y regresa con un chal.
—Es para que lo uses como Doña Beatriz de la Cueva, dice Belén.
—Gracias, abuelita, responde Victoria María, dándole un abrazo.
Durante la semana en el colegio, además de recibir las clases habituales, todos los alumnos practican la obra con mucha emoción. Mientras tanto, su madre busca una blusa y una falda larga acorde a la época, ya que vestidos coloniales no se encuentran con facilidad en la actualidad.
Estando con su abuelita Josefina, Victoria María le comenta:
—Abuelita, fíjate que me toca representar a Doña Beatriz de la Cueva.
—¿Cómo así, mija? pregunta Josefina.
—En una obra del colegio. ¡Voy a ser Doña Beatriz por un día!, responde Victoria María.
Josefina, sonriente, saca un Camafeo de una cajita de madera en forma de cofre.
—Doña Beatriz usaba uno parecido. Tienes que tenerlo, dice Josefina.
—Gracias, abuelita. ¡Qué lindo! exclama Victoria María.
El día de la obra llega y Victoria María está emocionada. Sale al escenario con un hermoso vestido de época y un peinado de chongo característico de aquel tiempo. Al verla, sus padres quedan impresionados por la sorprendente semejanza. Los rasgos casi idénticos entre ellas…. son innegables, y la imagen parece conectar a Victoria María con sus raíces de una manera tangible.
Después de la presentación, sus padres la felicitan, pero Victoria María comenta:
—Cuando me tuve que caer para interpretar su muerte, creo que por tratar de hacerlo real, me caí muy fuerte. Escuché mi cabeza golpear el piso.
Más tarde, les comenta a sus abuelitas:
—¡Representé a Doña Beatriz de la Cueva, abuelitas! ¡Me encantó! Qué vestido, qué modales tenían... Lástima que en este tiempo ya no existan muchos de esos modales. ¡Qué elegancia se sentía, me imagino!
*Los Camafeos* Son Joyas distintivas y elegantes que las Damas de la época colonial solían portar con orgullo, estaban elaboradas principalmente en Concha, Coral, Agata o Piedras Preciosas. Presentaban la imagen de un rostro en relieve, generalmente de perfil, y eran símbolo de estatus y refinamiento. Usados en broches, collares o anillos, los Camafeos solían ser heredados de generación en generación, manteniendo vivos los lazos familiares a través del tiempo.
**Camino a la Antigua en la Actualidad**.
La familia paterna de Victoria María suele ir con frecuencia a la Antigua. Durante los trayectos, ella observa el camino con atención y reflexiona sobre cómo, en la actualidad, se tarda mucho menos en llegar gracias a las carreteras y a los automóviles. Piensa en lo diferente que debió ser el trayecto en el pasado, cuando las personas viajaban en carruajes y el camino era más largo y difícil. Aunque aprecia la comodidad de los automóviles modernos, no puede evitar pensar que hubiera sido bonito experimentar un viaje en carruaje, disfrutando del paisaje y el ritmo pausado de otra época.
El trayecto de la Ciudad de Guatemala a la Antigua Guatemala es una experiencia que combina la modernidad con la historia. El recorrido comienza en la capital, donde el bullicio de la ciudad se va desvaneciendo conforme se avanza hacia el occidente. Las calles pavimentadas y las autopistas reflejan el desarrollo urbano que ha transformado el paisaje desde los tiempos coloniales. A medida que el vehículo se adentra en la carretera, los rascacielos dan paso a colinas verdes y plantaciones de café, recordando a los viajeros que están entrando en una región rica en historia y cultura.
El camino serpentea a través de montañas y valles, ofreciendo vistas panorámicas de los volcanes que custodian el altiplano guatemalteco. En días despejados, es posible ver el majestuoso Volcán de Agua, una silueta icónica que ha sido testigo de siglos de historia. Conforme se acerca a La Antigua, el clima se vuelve más templado, una bienvenida refrescante después de estar en la ciudad.
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Editado: 02.10.2024