Capítulo 6

- Silencio, Orden!- gritaba la voz de aquella cosa mientras trataba de calmar a las innumerables criaturas que empezaban a reunirse en la estancia.- Mantengan la calma!

Todo se habia tergiversado en cuestion de segundos. Me habian atrapado, miles de ellos y me habian llevado ante aquella mujer.

“ 
- Arrancaré casa una de estas con mis manos y me bañaré en tu sangre en honor de los caidos.- amenazó aquel hombre mientras sujetaba mis fauces.

- Barkan- llamó una tajante voz de mujer desde algun lugar a mis espaldas.

El trigueño gruñó molesto, pero retiró aquella garra de mi piel y retrocedió un par de pasos antes de que su mirada se perdiese mas allá de mi enorme figura. Algo dentro de mi fue de repente conciente de que no estabamos solos, no solo porque los otros dos dragones y el chico habian llegado, si no, por donde nos encontrabamos.

Con dificultad, logré elevar mi cuello y mirar a mi alrededor, solo para perder todo uso coherente de mis neuronas. Estabamos...en un pueblo...un pueblo, con personas... si eso se les podia llamar.

Seres humanoides de todas clases, colores y tamaños se aconglomeraban en el lugar. Mirandonos desde la distancia. Con rasgos similares al modo berserk de un ranger, pero muchisimo mas exagerados. Habia algunos que podian pasar casi por humanos...de no ser por los cuernos que sobresalian de sus cabezas o de los tenebrosos colmillos que sobresalian de sus labios. Otros, hacian que los dragones no fuesen tu primera criatura de pesadilla. Podian medir hasta 3 metros de alto, con protuberancias filosas saliendo de lugares exraños, miles de escamas cubriendo los lugares donde deberia de haber estado su piel. Algunos tenian colas, otros ojos demoniacos, garras, alas, crestas, lenguas viperinas, cuatro brazos, manos palmeadas. ¿Qué eran esos seres? ¿Donde diablos estaba?

- veo que tenemos una invitada.- hablo de nuevo aquella mujer. 

Estaba de pie, enfrente de todas aquellas cosas. Tan humana como yo lo habia sido. Con una melena roja como el fuego ondeandose al aire. Ambos lados de su cabeza rapados, dejando ver una especie de pintura trival que llegaba hasta sus ojos. Su vestimenta, tan salvaje como peligrosa, dejaba ver parte de sus brazos, su abdomen y sus piernas, lugares por los que esa misma pintura, pasaba tocando casi cada parte de su piel. Todas aquellas criaturas parecian inclinar un poco su cabeza ante ella. Estaba al mando, eso era obvio y solo podia significar una cosa: Era malditamente peligrosa.

- Nunca la habia visto- continuó- Eh att Knut lur kaf etok?

Todos mantuvieron silencio y me miraron espectantes. Tantos ojos clavados en mi, empezaban a ponerme nerviosa, asi que me puse de pie y me alejé unos pasos. Ante eso, la mujer puso una mirada extrañada en su rostro y avanzó hacia mi.

- Eh att mylén, knor sef irr zat

No entendia que estaba diciendo, pero de repente todos empezaban a acercarse, despacio, un paso a la vez. No tenia idea de que iba a ocurrir, mas los gruñidos no se hicieron esperar de mi parte, eso les hizo detenerse, mirarse entre todos con curiosidad y empezar a murmurar de nuevo. 

- Es salvaje? tan joven?- preguntó con extrañeza la mujer.
- eso pensamos nosotros, Akish- respondió el adolescente acercandose a ella con respeto.- pero no, solo es una hermosura con caracter- se burló mirandome.
- Una hermosura salvaje

Los otros dos dragones habian desaparecido, dejando paso a los rebeldes que me habian atrapado en la cueva. Aquellas cosas podian transformarse a voluntad en esas bestias. Aquello era lo mas anormal del mundo. ¿Como es que nadie nunca lo habia descubierto? ¿como los clanes no lo sabian? ¿acaso nadie nunca habia corrido con la noticia?

- De donde es? Roca Hivierte? El bosque negro? 
- No tenemos idea, apareció al noreste del nido de Amer, dentro de una de las cuevas que conectan con la base. Parece que algo la atacó y cayó por la trampilla del techo.
- Y por que diantres no habla? 
- No lo sabemos- habló otro de los rebeldes.- Es demaciado arisca, no se comunica, solo dice frases al azar.

Aquella mujer se mantuvo en silencio. Sus ojos de color dorado mi miraban, analizando cada parte de mi, como buscando indicios de algo que estuviese fuera de lugar. Si tan solo supiera que todo estaba fuera de lugar. Quizas podia decirle? preguntar? aquellas cosas podian cambiar de forma. tambien podria yo? regresar a ser humana?

- Sabes?...tienes un manto de escamas bastante peculiares- en cuestiones de segundos, sus ojos parecieron brillar, algo mas allá de la ira surcando por ellos.- Solo he visto a otro dragon, poseer esa clase de colores que llevas y jamás tuvo crias.

La situación estaba subiendo de tono rapidamente, la energia de aquella mujer era tan ferte, que casi se podia apreciar como halos de la misma surgian de su piel. Aquello no podia ser bueno.

- Algo curioso de eso...es que ese dragón está muerto en este momento. Uno de los mas poderosos, fue asesinado. Sus tierras ultrajadas, sus aliados masacrados...por los humanos.

De repente la luz se hizo en mi, bastante clara de hecho. Yo tambien habia visto un dragon con estas escamas antes, no con el mismo patron, no con la misma forma, pero si con los mismos colores. Habia aparecido en la prueba ranger, habia intentado matarnos a todos....pero yo le di el golpe de gracia...yo absorvi su magia. Y traia grabado su nombre como si estuviese tallado en mi mente.

«Elkan...»

- si.

De un momento a otro no habian sonrisas en su rostro, todo rastro de humanidad desaparecio y sus razgos, aun siendo los mismos, parecian tan salvajes que ninguna de las otras bestias en el lugar podrian causar tanto temor como ella.

- Ed Shak sut knar- ordenó, antes de que toda criatura viviente en ese lugar se lanzace hacia mi 

”

- Hagan silencio!- volvio a aclamar el hombre, tratando de acallar al resto de ellos.