Capítulo 2: Aquel que salvó a la Humanidad

CAPITULO 2

Aquel que salvó a la humanidad

El refugio Este, perteneciente al clan MoonClare, población actual 356 personas. nuestro hogar, el más grande de todos los refugios de la humanidad y el más preparado para enfrentar a las bestias que nos amenazaban, con muros de acero de más de 2 metros rodeando el perímetro de nuestra humilde aldea. los clanes tenían por costumbre no pasar mucho tiempo en un solo lugar, éramos casi nómadas en nuestro propio mundo, era para nuestra seguridad, sin embargo, por encima de todos los problemas, MoonClare había encontrado un lugar seguro hacía ya 6 meses y habíamos decidido mantenerlo. no era algo realmente espectacular, un pequeño pueblo destruido en las afueras de las ruinas de una inmensa ciudad antigua. la mayoría de las casas se habían convertido en nuestras tiendas y muchos las habían aclimatado para poder vivir en ellas, cubriéndolas con enormes lonas hechas de escamas de dragón, un material que los ancestros hubiesen matado por poseer, claro que los ancestros tampoco poseían magia, ni rangers. Las lonas eran impermeables, resistentes al fuego, a la magia y también nos ocultaban de las feroces bestias del exterior, así evitábamos que nos rastreasen. 

dividíamos el área en sectores y colocamos una enorme plaza en el centro como punto de reunión para los aldeanos. los alojamientos más grandes y mejor preparadas rodeaban ese punto y pertenecían a las familias nobles dentro del refugio, usualmente fuertes guerreros con magia poderosa. a medida que se iban alejando se acotejaban las familias de menor a mayor capacidad mágica, haciendo que las tiendas de los soldados y guerreros fuesen aquellas más cercanas al muro. al líder del clan se le había ocurrido como medida preventiva en caso de un ataque rebelde, ya que las bestias no eran nuestra única preocupación. el punto del refugio era tener a los civiles indefensos entre las dos fuerzas, protegidos por cada flanco para evitar bajas innecesarias. una táctica fenomenal si me preguntan. en el tiempo que llevábamos allí, incluso habíamos hecho caminos hacia los lugares más importantes y justo en ese momento nos encontrábamos caminando por el sendero central rumbo a la tienda del consejo, para anunciar sobre nuestro…actual estatus.

nuestro grupo era más...variopinto de lo que hubiese esperado. había un puñado de azules que resaltaban bastante entre los rojos. algunos aún no se habían desprendido de sus bandas de color, como si estuviesen haciendo una división de territorio, solo unos cuantos, incluida yo, nos habíamos deshecho de ellas. muchos de mis compañeros veían a su alrededor esperando alguna reacción de los aldeanos, como si mágicamente fueran a averiguar qué habían sido seleccionados para la prueba. no pude evitar reírme con sorna y pensar en lo imbéciles que se veían, más me reservé mi comentario ya que un par de ojos me encontraron en la distancia.

el grupo los ranger en el que se encontraba mi hermano, estaban esperando a un lado del camino reunidos con uno de los generales del clan. no podía ver muy bien que era lo que estaban haciendo, pero la mirada penetrante de mi hermano era lo suficientemente incomoda como para no poder ignorarla. Jase, mi hermano, había levantado la vista por un par de segundos y me encontró a mitad de camino junto con mis compañeros. su cara se ilumino casi al instante con una enorme sonrisa que llego a sus ojos verdes esmeraldas. sabía que me tocaría una ronda de abrazos especiales cuando su turno terminase, quizás incluso se pasaría horas hablándome sobre lo genial que sería patrullar juntos en las rondas.

de solo pensarlo me daban escalofríos. 

sin embargo, esos no fueron los ojos inquietantes de mi hermano mayor los que captaron mi atención. una furtiva mirada azul celeste se encontró con la mía en silencio. Caleb, aunque no dejaba de prestar atención a lo que le estaban diciendo, desvió su mirada hacia mí con curiosidad. algo me dijo que él también se imaginó el motivo de nuestra entrada grupal, solo que, a diferencia de mi hermano, él no sonrió. me miro con orgullo y asintió levemente su cabeza en mi dirección. incluso por un momento vi sus labios susurrarme desde la distancia

" bien hecho"

y creo que nunca fui más feliz. el mundo podría acabarse mañana y yo estaría en mi plena gloria y satisfacción. pero recobremos nuestra compostura y finjamos ignorarle, a fin de cuentas, una chica seria y guerrera no debería aparentar caer a los pies de la primera cara bonita que le dice cosas lindas, cierto?

- estén atentos- grito desde la parte delantera del grupo el profesor- pronto llegaremos a la tienda del líder. recuerden comportarse como es debido.

- algunos más que otros- susurro el chico, al que reconocí como Mark, a su amigo más cercano y ambos rieron.

no quería imaginarme quien sería el centro de sus burlas, pero sabía claramente que se trataba de nuestra muy rebelde y efusiva compañera, Beatriz. querer resaltar a toda costa no es algo que gane muchos amigos. mas no era mi problema lo que ocurría con su vida. mire desde la distancia como ella los ignoraba fríamente y como ellos solo reían más a causa de su reacción.