Capitulo 22: Enemigos Declarados

CAPITULO 22:

Enemigos declarados

- maldición! - susurre y me apresure a escondernos a ambas tras la columna, lejos de la vista de aquello.

me asome solo un poco...el miedo llenando cada parte de mí, pero necesitaba observar aquella bestia.

estaba allí...comiendo algo. era más grande que una cría...unos 6 o 7 pies de alto. parecía una iguana enorme, verde opaco, casi amarillo. con una cara aplanada y ojos enormes y filosos. unas protuberancias parecidas a pequeños cuernos sobresalían de donde debería estar su nariz y varias más pequeñas que esas seguían una especie de camino por todo el puente de su hocico hasta llegar a la frente donde 2 pares de cuernos peligrosamente filosos se enfilaban hacia los laterales de su cabeza y hacían espacio para una cresta de púas que descendía por toda su espalda y hasta la punta de su cola que estaba decorada con un filoso aguijón. no poseía alas, pero si 4 pares de garras enormes pegadas a unas musculosas patas hechas para correr…esa cosa...si nos viera, no tardaría ni dos segundos en atraparnos…y devorarnos....

- por todos los cielos...- susurro Gemma a mi lado asustándome como un demonio. ella también se había asomado a mirar. sus ojos aun perdidos en el pánico no podían dejar de admirar a la bestia que podría ser nuestro final. - eso es...?

- si. - susurre. caí en la cuenta de que probablemente ella, como muchos de nuestro clan, jamás había visto a un dragón. yo no era muy diferente a ella, hasta hacia solo dos días jamás había visto uno tampoco…y estar allí viendo otro, aunque fuese más pequeño, no me causaba mucha emoción.

- que hacemos...?

- deberíamos salir de aquí...no queremos que nos vea- ella asintió a mi plan y sin mucho aviso empezamos a retroceder...pero entonces Gemma me detuvo. agarro mi brazo con una fuerza increíble y su voz fue casi un hilo imperceptible.

- Ally...

no sé qué fue exactamente, pero algo me hizo mirar de vuelta...y no podía creer lo que mis ojos estaban viendo.

el dragón paro de comer aquello que yacía bajo sus pies, ni siquiera me preocupe en mirar, todo para prestar atención a algo que se acercaba desde una de las esquinas.  su mirada reptiliana se fijó en la figura de dos piernas que se acercó lentamente a él…un hombre.

- eso...ally...? - la cara de Gemma no tenía expresión alguna. era una mezcla entre miedo, horror, curiosidad…y no podía mentir, yo debería verme igual.

la bestia rugió con fuerza hacia el extraño y cada púa en su cuerpo pareció erizarse de una forma amenazadora. un humo de color verdoso salía lentamente de su boca, pero el extraño parecía ajeno al peligro y seguía acercándose a la bestia.

- cielos santos...- pronuncio mi amiga de un tono casi imperceptible. ella temía lo mismo que yo…el dragón lo atacaría.

"haz algo!" me grito mi subconsciente mientras veía como el hombre se acercaba cada vez más hacia el peligro. 

el dragón volvió a rugir, esta vez colocándose en dos patas para hacerlo y provocando que la caída de su enorme peso levantase una nube de polvo. la enorme capa del sujeto fue lo único que se movió con dicha onda de aire y el apenas se movió…pero pude verlo...debajo de esa capucha…él estaba hablando...pero...con quién?

- no puede ser. - dijo mi amiga.

- tú también lo viste- le susurre y un leve asentimiento fue toda su respuesta. 

no estaba loca...no lo estaba imaginando, el hombre estaba hablando y no había nadie más allí...solo quedaba una opción…le estaba hablando a la bestia.

- ATëEthraloD!!- grito el extraño de repente haciéndonos saltar a Gemma y a mí. ese grito hizo que la bestia dejase de rugir...aquel humo dejo de salir de su boca y su única reacción fue una especie de gruñido...casi parecía un quejido.

- lo está...controlando?

lo mismo me preguntaba yo…realmente existía ese poder? ¿realmente alguien era capaz de controlar a los dragones? que había sido ese grito? que idioma había sido ese? tantas preguntas...tantas cosas y allí, frente a mis ojos podría estar la respuesta a todas.

- debemos acercarnos- decrete.

- que? ¡¿estas locas?!- la voz de mi amiga fue tan aguda que tape su boca e instantáneamente mire hacia la bestia temiendo que nos hubiese oído...por suerte para mí, esa cosa parecía estar completamente atenta hacia el extraño.

- Ssshh! - le dije a mi amiga y lentamente destapé su boca. - tenemos que averiguar qué está pasando.

- no! ¡ally, no! - ella negó fuertemente- no sabemos si ese tipo es un lunático. podría ser un enemigo, podría ser un rebelde y mandar a ese monstruo a atacarnos. debemos regresar, debemos avisarle a alguien...a tu padre! debemos decirle y que vengan los ranger a encargarse de eso.

sabía que ella tenía razón. eso era lo correcto a hacer. pero...probablemente nadie nos creería. necesitábamos una prueba...y lo cierto era...que realmente, REALMENTE, quería acercarme y averiguar cómo era que controlaba al dragón.

- lo sé...sé que tienes razón...pero Gemma. ahí está mi prueba. Ahí está lo que necesito para poder demostrar que el dragón no lo atrajo mi idiotez.