Capítulo 30: La Batalla de los caido

CAPITULO 30:

La batalla de los caidos

sí esperaba un silencioso comienzo plagado de una incertidumbre abrumadora, definitivamente no me había adentrado en el lugar correcto. Tal pareciese que una línea roja invisible indicase el comienzo del área del nido y apenas nos acercamos lo suficiente a esa línea, estuvo más que claro que no habría marcha atrás.

un penetrante dolor taladro mi cabeza. la sensación de haber traspasado una barrera mágica me inundo...pero no era como nada que hubiese sentido antes. el miedo, el pánico...el terror...cada emoción activo mis alarmas gritándole a mi cuerpo que huyese de alli y sabía que no era yo. Era esa magia, ese poder abrumador que no tenía rival alguno dentro de la humanidad.

- mantén la calma- susurro una voz cerca de oído. tan rápido y tan bajo que pensé que habría sido parte de la ilusión. sin embargo, segundos después, Caleb paso por mi lado dándome una mirada que pudo significar diez mil cosas. 

sus simples palabras sirvieron para que mi mente se abriese paso ante el efecto de la magia y me ayudaron para pensar con claridad. 

- gracias- le susurre...pero no obtuve respuesta, tome eso como el fin de nuestra conversación amistosa.

presté una mirada al lugar atrapado por la magia y de repente no pareció tan pacifico. en especial cuando una voz grito detrás de nosotros.

- DRAGONEEES!!!- justo antes de que un estrepitoso rugido llenase el aire y un coro terrorífico le hiciese eco

"oh mierda!"

ante nuestros ojos relucieron varias bestias, claramente enojadas, que corrían hacia nosotros con sus fauces abiertas. ciertamente, si antes de esto pensaba que lo de las ruinas había sido difícil, pues ahora definitivamente lo consideraba un paseo por el parque; acabábamos de entrar a las puertas del infierno.

todos los ranger activaron su modo berserk, el aire se cargó de energía en el momento exacto en que partieron a la carga...sin embargo fueron los únicos. mis compañeros estaban congelados, algunos de ellos estaban llorando mirando la escena impotente mientras sus manos temblaban inconscientemente.

- vamos a morir...- susurro Emma tan bajo que me sorprendió poder oírla entre el alboroto que había alrededor nuestro.

definitivamente era una prueba suicida...

sin embargo, había una persona que no estaba asustada de la escena. Beatriz sonreía de oreja a oreja mirándolo todo como quien ansia un juguete nuevo. la vi tomar el arco que tenía en su espalda y mirarme con sorna.

- te asusta, Pierce?

me tomo por sorpresa verla correr hacia la batalla, disparando flechas con una puntería infalible...ella realmente ansiaba ser una ranger...

"y tú también, así que mueve el trasero!!"

apreté mi agarre en las dagas y corrí tras ella, no podía echarme detrás por ridículo que fuera.

- ignición...- susurre liberando mi magia haciendo que mis dagas lentamente se llenasen de flamas rojas. - vamos a cazar.

corrí rápidamente por una de las dunas, directo a una cría de dragón y salte elevando las dagas para cortar a través de la dura piel escamosa. la bestia chilla estrepitosamente ante mi ataque e intento sacudirse para aliviar el dolor de las dos enormes heridas que surcaban su lomo quemándola lentamente. sabía que moriría, así que simplemente corrí hacia la siguiente. 

a pocos metros se encontraban dos más que venían en mi dirección hacia el rescate de su compañera. pude sentir mi magia vibrar de excitación cuando balanceé la daga en mi mano derecha e hice un corte ascendente en una de ellas. la bestia rugió, pero no le di tiempo, utilicé el impulso de mi carrera para saltar al lomo de la segunda y pasar la hoja de mi mano izquierda por su garganta. aquella peculiar sangre broto instantáneamente y la criatura cayó al suelo.  

- 3.- susurre levantándome, dispuesta a correr en busca de otra.

- Arriba!!- grito alguien dentro del caos y mire en su dirección.

mis compañeros parecían haberse animado para unirse a la batalla. varios de ellos servían de soporte a los rangers, encargándose de las crías en parejas. el miedo aun los recorría, pero era evidente que el fragor de la batalla los estaba envolviendo de igual manera.

- ALLISON!!!

alguien me empujo lanzándome al suelo de forma abrupta. rodé un par de metros con un cuerpo sobre el mío, antes de darme cuenta de que Caleb me había quitado del camino de una cría. sus ojos azules, molestos, me miraron fijamente.

- en donde diablos tienes la cabeza!?- pronuncio con aquella voz antinatural.

rápidamente se levantó y me ayudo a incorporarme con algo de tosquedad. se veía exactamente igual que aquel día en las ruinas, escamas azules cubriendo su rostro, su pelo claramente más largo y aquellos reptilianos rasgos surgiendo por cualquier rincón.

- me despiste por un momento yo...

lo vi levantar su espada y me agaché rápidamente. juro que por un par de segundos pensé que me atacaría, no obstante, el objetivo de su ataque fue una cría pequeña que corría hacia nosotros. su sangre me salpico en la espalda cuando la espada de Caleb la atravesó y pude ver su cabeza con la mandíbula abierta aterrizar a mi lado.