Capítulo uno


 

La secundaria…

La secundaria es un sitio donde debes de aprender ser el tiburón antes de ser el indefenso pez, lo digo porque si te catalogan como la chica insegura así como lo hicieron con mi ex mejor amiga no la pasaras bien en lo absoluto. 

En el mundo estudiantil se podría decir que yo era la princesa porque el rol de reina había sido tomado por Avril Spellman ¿Quién es Avril? Bueno ella es la capitana del equipo de porristas, típica chica rubia con un cuerpo envidiable y “amiga” de todos. Uso comillas porque todos en Greenville High School sabíamos lo hipócrita que podía ser Avril pero nadie decía nada al respecto por supervivencia debido que la chica tenía un fuerte poder para mover masas, ella podía hacer que todos en la secundaria  te aplicarán la ley del hielo.

Sus padres son los mayores donadores de la secundaria por ello tenía a todos comiendo de la palma de su mano, incluyéndome.

No le envidiaba nada a Avril debido que lo poco que tenía era increíble: íntima amiga de las chicas más populares, los chicos del equipo de fútbol queriendo levantar mi falda y por último pero menos importante notas altas. Todo era perfecto, pero siendo sincera no era suficiente, quería más. 

— ¿Por qué crees que Avril quiere hablar contigo?

—No lo sé, —Dije entre dientes mientras encrespo mis pestañas. —Pero sabes que siempre que me reúno con ella mi popularidad aumenta.

Siempre que los estudiantes me veían con Avril no me sacaban de sus bocas hasta el paso de un mes aproximadamente, toda la atención caía en mí y lo amaba.

La porrista me había hecho un llamado S.O.S. El punto de encuentro sería en la cafetería así que estaba arreglando mi maquillaje porque quería verme radiante, si era posible más que ella.

—Sabrina en esta vida no todo es popularidad o tener a los chicos lindos detrás de ti. —Aclaró Verónica en un tono frío. —Eso es algo que no te llevaras cuando salgas de aquí.

—Lo dices porque envidias todo lo que tengo, porque sabes que no lograrás tener por como eres. —Le di color a mis labios con un labial rojo mate. —Además esto es supervivencia Verónica.

—Prefiero ser yo misma a fingir ser una plástica —Se cruzó de brazos mientras me fulminaba con la mirada. —Así como tú.

—Estás siendo demasiado irrespetuosa conmigo. Hablaremos luego cuando tú envidia hacia mí disminuya.

Al salir del baño de chicas me pase llevando con mi hombro al chico raro de la secundaria. El castaño me tomó de mi camisa para detener mis pasos. Le di un fuerte golpe en su mano para que soltara mi camisa.

—No me vuelvas a tocar con esas asquerosas manos. —Dije mientras sacudía mi camisa. Él rió entre dientes. — ¿Qué es gracioso rata de alcantarilla?

—Pobre princesa en apuros. —Llevó su rebelde cabello hacia atrás. El castaño borró todo rastro de su sonrisa dejando su rostro sin expresión. —No me vuelvas a llevar de esa forma porque en la próxima te meteré a ese baño y te daré algo con lo que te puedes ahogar.

—Eres un asqueroso.

—Tú una tonta chica rubia. Al parecer lo que dicen de las rubias es cierto.

Seguí mi camino sin mirar hacia atrás. Mi relación con Tyler Jones nunca había sido la mejor y todo este enfrentamiento era mi culpa. En séptimo grado lo había dejado como el bufón del salón por ser callado e inseguro para defenderse pero ahora él había cambiado. Después del divorcio de sus padres Tyler se había convertido en una persona diferente, añadiendo su cuerpo que de ser de la contextura de un fideo había pasado a ser el cuerpo de un modelo de revistas. Su odio hacía mí era profundo y me lo había dejado saber en varias ocasiones.

—Idiota. —Murmuré aún sacudiendo mi camisa. 
 

                Al llegar a la cafetería observe a Avril sentada con su equipo de porristas. Aplanche mi falda rosada con mis manos para luego caminar con pasos elegantes hacia ella. Al quedar frente a todas esas chicas mostré seguridad con una sonrisa pero solo la estaba proyectando debido que por dentro me estaba desarmando por lo pequeña que estas chicas me hacían sentir.

—Amanda sede el campo a Sabrina. —Avril miró a Amanda con una sonrisa. Ella hizo caso omiso a lo que su capitana le había ordenado amablemente. —Cabeza de globo no escuchaste lo que te dije —Le gritó llamando aún más atención de los que se encontraban ahí. Amanda para no pasar vergüenza obedeció. —¡Gracias! Sabrina toma asiento. 
 

¡Mirenla esta sentada con Avril!

Desearía tener su suerte.

Una drama Queen con otra Drama Queen. El mundo explorará. 
 

Amaba tener esa atención en mí, era como  música para mis oídos.

— ¡Querida Sabrina! Necesito de tu ayuda urgente. —Ella dejó caer sus manos encima de las mías mientras en su rostro podía ver agobio. Asentí con una sonrisa. —Viste lo que el vagabundo de Tyler le hizo a Danny. —Negué con la cabeza. Estaba un poco desconcertada debido que pensé que todos omitían la existencia de Tyler. —Lo golpeó dejando un morete en su hermoso rostro.

— ¿Qué? —Respondí sin creerlo o bueno si lo creía, lo que no creía es que Tyler por como lo vi hace unos minutos había salido completamente ileso. — ¿Por qué lo hizo?

No conocía a Tyler obviamente pero las veces que él había tenido problemas con otros chicos en la secundaria  es porque intentaban hacerlo quedar mal ante los demás o porque lo insultaran y conociendo al novio de Amanda podía ser cualquiera de las dos.