Capítulo 63: Eso es historia

Capítulo 63: Eso es historia

—Estos son los bocetos que me hizo Angie —dijo Heather, extendiendo sobre su escritorio un montón de dibujos—. Monroe nos ha dado un poco más de dinero para vestuario, porque es una producción un poco más grande.

En los dibujos, se veían hermosos diseños de vestidos amplios, faldas acampanadas, camisas con delicadas puntillas y todo tipo de colores.

—Hemos decidido comprar algunas de las prendas de fábrica. Pantalones, camisas, cosas por el estilo —enumeró—. Los vestidos y las faldas las hará de cero, porque son más específicas, pero un pantalón engominado se consigue en cualquier lado.

Ya habían pasado dos semanas desde el incidente con Riley en el parque, y los ensayos habían comenzado. De momento, repasábamos un par de líneas y nos centrábamos más bien en el baile, porque eso parecía ser lo que más estaba costando.

Debido a que en años anteriores había renegado muchísimo a último momento con el vestuario, Heather decidió mandar a hacerlos de inmediato y luego ajustarlos en las últimas semanas, que llevaría mucho menos esfuerzo y tiempo.

—Son hermosos —le dije, una vez que me había mostrado mis diseños. Faldas en colores pasteles, un vestido blanco de lo más bello, todo muy acorde al estilo de Sandy—. ¿Crees que debería usar una peluca?

—No, no lo creo. Tan pronto comiences a cantar, cariño, se olvidarán completamente del color de tu cabello. Además, son incómodas y necesitamos más agilidad detrás de escena.

Asentí con la cabeza, porque tenía razón. Muchas veces pensaba que el color de mi pelo podría ser un impedimento a la hora de audicionar, porque la única colorada realmente reconocida en el mundo del teatro es Annie, y estoy demasiado vieja como para interpretar a la huérfana.

—No parece, pero sólo estamos a unos tres meses de la obra. —dijo, y tenía razón. Así como si nada, habíamos llegado a la mitad del mes de enero.

La obra escolar se realizaba, cada año, la tercera semana de abril. Luego estaba el Baile, en la primera semana de mayo. El año escolar terminaría oficialmente entre la segunda y tercera semana del mismo mes.

—Las cosas van en serio entre Rogers y tú, ¿verdad? —me soltó mientras ordenaba los papeles.

—¿A qué te refieres?

—Ya sabes a que me refiero, Scarlett. —movió las cejas

Verán, Heather Richards era mi profesora, pero aún así tenía poco más de 30 años, por lo que no me sorprendían este tipo de comentarios.

—Si, vamos en serio. Pero no tanto.

—Oh, ya veo. Johnny me contó que Summer y Patrick si van así de en serio.

Que sorpresa, el rubio divulgando chismes.

—Es importante que no te presiones, ¿sabes? Tienes que estar cien por ciento segura. Y te lo digo por experiencia, porque mi primera vez fue un asco.

Asentí con la cabeza, pero no estaba dispuesta a mantener esta conversación con ella. Ni en broma. Cerró la puerta de su oficina con llave y empezamos a caminar por el pasillo en silencio, cuando Riley pasó a nuestro lado y saludó a Heather con la mano, como si nada.

—¿Me puedes explicar por qué ella?

—Porque la necesitamos —me explicó sencillamente, y yo resoplé—. La razón por la que tomé a Chanel es porque es buena. ¿Tienes una idea de lo bien que baila? Todo en ella parece gritar "¡Cha Cha!". Pero ahora no podemos contar con ella, y yo necesito que alguien sepa bailar y ocupar su lugar. Y apareció Riley, junto a un puñado más de porristas, pidiendo un lugar en la obra.

¿Por qué me parecía que eso era demasiado sospechoso?

—Sabes que necesitamos extras, además.

Y con eso, dio por finalizada la conversación. Era momento de mi última clase del día, así que apuré un poco el paso para adentrarme en el aula de Historia con Fitzpatrick, y estaba a medio camino cuando sonó la campana.

—¡A sus asientos! —gritó el hombre.

Aún había gente entrando al aula cuando yo lo hice, y me fui directo a mi lugar, ahora al lado de Nick, quien me sonrió al verme.

—Tomen uno y pásenlo al que sigue —dijo el profesor, entregando una pila de hojas a los alumnos del frente—. Esta es una actividad que haremos de a dos, en la que trabajaremos por el resto del mes. Como verán, son cien preguntas que podrán responder una vez que veamos el documental y hayamos leído las hojas.

De inmediato, una ola de quejas se hizo presente en el aula, que Fitzpatrick calló con la mirada.

—Por ahora vamos a leer de la pagina 158 a las 176 y responder las primeros cinco preguntas. Y no teman en responder extensamente, que yo leeré todo.

Prosiguió a sentarse en su lugar.

—Creo que vamos a tener que pasar tiempo juntos, espero que eso no te moleste. —bromeó Nick.

—Lo que sea por sacar una buena nota. —le sonreí.

Escuché risas histéricas provenir de atrás nuestro. Era Sue McGregor, mi antigüa compañera de banco en esta clase, que había accedido cuando Nick le pidió tomar su lugar. A decir verdad, había sido lo mejor, porque desde que las cosas con Freddie se habían "oficializado", comenzó a mirarme con mala cara y a mantener el mínimo de conversación conmigo.

No me molestaba, porque apenas si la conocía, pero intuía que tenía que ver con el hecho de que yo había salido por breve tiempo con su actual novio. Aún así, no tenía porque preocuparse. Freddie y yo somos historia antigua.

—Aún hay tensión, ¿no es así? —me dijo Nick siguiéndome con la mirada, y yo asentí—. Es como mi relación con Freddie, de algún modo. Nos llevamos bien y todo, pero aún así hay cierto recelo de por medio. No es la misma relación que llevo con Patrick, o Johnny.

Abrí los ojos como platos, claramente sorprendida. Nick es el tipo de persona que es amigable con absolutamente todo el mundo, sin embargo yo no había podido notar las asperezas que al parecer existían entre ellos. Tenía sentido, desde luego. Pero no me lo esperaba.

***

—Hola, chicos —había dicho Freddie muchas horas después, cuando el resto estaba reunido en una larga mesa del comedor riendo de la imitación que Chanel había realizado de la profesora de Español.