Capítulo 65: El cumpleaños

Capítulo 65: El cumpleaños

—¿Están listas para la fiesta? Este cuerpo está listo para la fiesta. —dijo Johnny cuando nos observó bajar por las escaleras del edificio este a las diez de la noche, totalmente vestidas.

—Feliz cumpleaños, mi amor. —le dije, apretujandolo en un abrazo.

Verán, no era su cumpleaños. Ni el de Summer tampoco.

Johnny cumplió 18 años el 14 de marzo, y Summer lo cumplía el 23, por lo que habían buscado un sábado entremedio de las dos fechas e iríamos a festejar a Sunrise, el club para mayores de 16 al que habíamos ido el día que me pelee con Freddie hace unos meses.

Johnny había conseguido que Dave, el dueño, le reservara el VIP., así que allá iríamos.

—Gracias, Zanahoria. Me encanta tu regalo. —respondió sonriente, abriéndose de brazos para que vea que llevaba puesta la camisa azul a cuadros que le había regalado.

En teoría, habíamos festejado su cumpleaños con torta y lo habíamos sorprendido en medio de la transmisión radial, donde casi se pone a llorar. Pero ahora vendría lo bueno.

Summer llevaba puesto una pollera negra de cuerina con una remera de lentejuelas doradas y zapatos altos. Chanel, por otro lado, se había puesto un vestido suelto azul marino del que sobresalía un poco su estómago y se había hecho una trenza en la cabeza. Y yo tenía puesto un vestido de tirantes negro cuya tela estaba llena de brillos, y había combinado con labios rojos y zapatos negros altos.

—Me siento incómoda —me susurró Chanel a medida que salíamos del instituto hacia la calle—. Como si ese tren ya hubiese partido para mí.

—No seas ridícula —dije, moviendo la mano como si espantara una mosca—. Solamente será un poco de diversión sana.

Pero ni siquiera yo pensaba que sería de esa manera.

Cuando llegamos al club, saludamos brevemente a Dave y subimos la escalera hasta encontrarnos con los chicos, que estaban comiendo pizza.

—¿Es una visión o es la cumpleañera más hermosa del mundo? —dijo Patrick, luego de lanzar un silbido y tirarle un beso al aire, sonrojando completamente a Summer.

—Todavía no es mi cumpleaños, payaso. —respondió ella divertida, antes de darle un beso sonoro.

Me senté al lado de Nick, que estaba solo en un sillón doble con el brazo en el respaldar, mirándome sonriente. Le di un beso un poco más largo que lo normal y luego tiré un poco mi cuerpo para pegarme a él, a lo que respondió pasando un brazo sobre mis hombros.

Summer se ubicó directamente al lado de Patrick, en un sillón para cuatro donde estaban también sentados Freddie y Susan, a quien se le notaba un poco incómoda. En frente, al otro lado de la pequeña mesa ratona se encontraban Johnny, Chanel y Lydia en sillas individuales, comiendo a más no poder. Lydia había logrado que Wesley —por quien parece que tiene un ligero crush— y los chicos de audiovisuales vinieran, y Johnny había amenazado a medio equipo de Fútbol Americano a que viniese a festejar con él. Ellos llegarían más tarde, porque la comida y bebida previa eran únicamente para el círculo cercano.

Al igual que la vez anterior, el VIP no era totalmente nuestro, aunque éramos un grupo grande. Unos metros más allá había una mesa con cuatro chicos que desconocíamos, pero que parecían de entre 19 a 21 años.

—¿Quién quiere jugar "Yo nunca"? —propuso Johnny, y mi mirada se posó automáticamente en Chanel.

La última vez que habíamos jugado a este juego, meses atrás, ella me había llamado "arrastrada asquerosa" y me había acusado de tener sexo con el novio de una amiga. Esta vez, sin embargo, pude ver la vergüenza en su mirada a medida que bajaba la cabeza. Ella lo sentía, y yo lo sabía.

Supongo que las dos hicimos cosas de las que no deberíamos enorgullecernos.

—No empieces con tus juegos, Becker. —gruñó Patrick, negando con la cabeza.

—Pero es mi cumpleaños. —le contestó en tono de reproche.

Pat le lanzó una mirada de advertencia, y Johnny dejó caer los hombros desanimado.

—Podríamos jugar a "verdad o reto" —dijo Nick a mi lado, tocándose la barbilla—, y el que se rehúsa a contestar, deberá tomar.

De más está decir que a los diez minutos estábamos todos sentados en ronda, con una botella de Tequila —y limones y sal— en la mesa y una botella de algo color azul que desconocía. Chanel no participaría, de más está decir.

—Si, mientras no beba alcohol, por supuesto que lo haré. —respondió a una pregunta que no logré oír.

—Pues yo soy virgen, así que beberé hasta desmayarme. —dijo Lydia, masticando un pedazo de pizza. Todos las miramos incrédulos, y yo no pude evitar lanzar una carcajada.

—Mira, te traje esto para que también puedas jugar —le dijo Johnny, que era el que subía último, y le mostró una botella de jugo de naranja—. Se que no es lo mismo, pero...

Chanel sonrió y se acercó un poco hasta darle un beso en la mejilla, que hizo que Johnny se pusiera rojo como un tomate. Y me pareció adorable.

—¡Bien, nenas, vamos a jugar o qué! —exclamó Freddie, frotándose las palmas.

—Discúlpame, gran bebedor —rió Patrick—. ¿Probaste mucho Tequila en el campamento de ciencia?

—No. Solamente probé el que me dio tu madre. —pinchó el otro, y Pat entrecerró los ojos.

A su lado, Susan rió.

Nick se dispuso a acomodar los vasitos en frente a cada uno de nosotros, y luego colocó una botella vacía en donde antes estaba la pizza. Él la giró, y frenó en Summer, quien sonrió nerviosa.

—Bien, Summer —comenzó Nick, en tono lento y "misterioso"—. ¿Verdad, o reto?

—Verdad.

—¿Es cierto que te encontraste a Heather Richards y al director Monroe en una cita en Ronnie's?

—Es cierto —dijo, y yo tuve que llevar mis manos a la boca para no pegar un grito—. Fue hace menos de un mes, y estaban tomándose la mano por encima de la mesa.

Heather y Frank. Supongo que Monroe no era un hombre feo, aunque estaba segura de que tendría unos años más que mi profesora.