DrÍadas - Guardianas de los Bosques

INFILTRADOS.

Al siguiente día me levanté muy temprano, no precisamente porque siendo domingo me iría de parranda, por lo general amanecía súper dormida y no me levantaba hasta al mediodía, pero este domingo iba a ser especial ya que mi hermano y mi amiga se darían cuenta de nuestro secreto, nos iban a ayudar con la protección del bosque y más que nada éramos ya una gran familia en potencia, mi hermano ya estaba listo en la puerta muy interesado en donde rayos iba a parar todo esto, y para mi sorpresa Axel quiso pasar por la casa de Elena para que ella se fuera con nosotros y no llegara separada como habíamos quedado ¡que sorpresa para mí!, nunca se había preocupado así, al llegar al bosque Xiana nos estaba esperando, y nos guió por el mismo camino en que me guió a mi la primera vez que la visité y cuando me confió su maravilloso secreto.

  • Bienvenidos a mi hogar, - dijo Xiana con una gran sonrisa –
  • ¿Y dónde es?, - preguntó Elena muy confundida porque ahí no había más nada que árboles, plantas y flores –
  • ¡Aquí! – respondió Xiana, y por supuesto que Elena estaba más confundida que cuando hicimos el examen sorpresa de matemáticas y no sabíamos nada –
  • ¿Aquí? ¿donde?, no entiendo Xiana.
  • Verás Elena, Axel, tengo que confesarles algo y se los confío porque son el hermano y la mejor amiga de Cristal, y pues ella ya lo sabe y se ha portado de maravilla con mi secreto así que estoy segura que ustedes también por eso se los voy a decir.
  • ¿De qué estas hablando Xiana? – preguntó mi hermano mucho más intrigado –
  • Pues, es que yo y mi mamá y muchas amigas mías, pues, somos…
  • Somos Dríadas, querido, - dijo la reina Xantha saliendo de un gran roble –
  • ¿Qué es eso? – gritó Elena muy asustada –
  • Nada grave querida no te asustes, - volvió a responder Xantha –
  • ¡Mamá!, no es justo se suponía que yo se los iba a decir, - dijo Xiana en tono divertido y caprichoso –
  • Lo siento mi vida, pero no me aguanté además tú no te dabas prisa.
  • ¡No entiendo nada!, - replicó mi hermano un poco más interesado en saber que rayos estaba pasando que en ponerse asustado –
  • Pues verás, nosotras somos Dríadas, guardianas del bosque, y este bosque necesita toda la ayuda que se le pueda dar por eso hasta hemos salido de él, arriesgándonos a debilitarnos por estar lejos de nuestro roble para tratar de hallar una solución a el peligro que el bosque está enfrentando, - dijo Xiana –
  • ¡Dríadas!, - dijo Elena muy emocionada –
  • Sí, ¿qué pasa? – preguntó Xiana –
  • Es que yo leí, cierta información de criaturas mitológicas, fantásticas, y encontré a las dríadas, es fascinante, pero se suponía que era un mito como muchos, las Dríadas son guardianas de los bosques, sujetas a un roble en específico, que vive con ella y en ella, son parte uno del otro y tienen una vida tan larga como la del roble al que están unidas.
  • Sí es cierto, sabes mucho de nosotras pequeña, - dijo la reina Xantha muy admirada por los conocimientos de Elena –
  • Ella sabe mucho de muchas cosas reina Xantha, - dije yo muy orgullosa de mi amiga –
  • ¡Reina!, ¿es usted la reina de las dríadas? – preguntó Elena –
  • Sí, soy yo, - dijo Xantha –
  • Increíble, nunca pensé que fuera real, entonces si ustedes existen, también son reales las hadas, las ninfas, los magos…
  • ¡Los elfos! – dijo Daitén que se estaba acercando con Heliodán –
  • ¡Elfos!, - dijo Elena muy emocionada, y como no, con semejantes chicos hermosos enfrente, vestían como la primera vez que los vi, con sus ropas del bosque, como elfos que eran –
  •  Esto definitivamente no se ve todos los días, - dijo mi hermano más calmado, como que ya había digerido la noticia y la tomo muy bien –
  • ¡Esto es increíble, increíble, maravilloso! No lo puedo creer, entonces todo es real, -decía una y otra vez Elena mas emocionada que yo cuando me lo dijeron –
  • Bueno entonces ahora que lo saben podrán ayudarnos a proteger el bosque, ¿cierto?, - dije en tono muy serio –
  • Cierto, - dijeron Elena  Axel en coro –
  • Lo que le pasó a Xiana ayer es que golpearon a su roble y por ende ella también sintió el dolor del golpe, por eso regresamos inmediatamente para ver que pasaba, - decía Daitén explicando el porque Xiana se había sentido mal – nos encontramos con que unos tipos de la constructora pretendía “limpiar parte del terreno para la futura construcción desde ya”.
  • ¡Qué!, pero ni siquiera han aprobado esa solicitud las autoridades pertinentes de la ciudad, ¿Cómo se atreven a adelantarse a los hechos?, - decía Elena muy desconcertada –
  • Pues ya ves, están tan seguros de que les permitirán construir aquí con el pretexto del progreso, que ya se adelantan, - replicó en tono irónico Heliodán -
  • Bueno y ¿que debemos hacer?, - preguntó Axel ansioso de empezar ya –
  • Lo primero sería saber que están planeando en la constructora para este bosque, dicen que sólo derribaran una parte de el, pero sinceramente dudo eso, - dijo la reina Xantha, muy preocupada –
  • Mamá, que no es eso lo que tu haces en sus oficinas, - dijo Xiana –
  • Hago lo que puedo, pero hay ciertas limitaciones para los empleados querida, no puedo saber todo, me descubrirían, y después me despedirían, y eso no puede pasar necesito estar cerca.
  • Es cierto entonces, ¿que hacemos?, - preguntó Axel –
  • Podríamos infiltrarnos para buscar información confidencial, - dije rápidamente como si se tratara de un juego –
  • ¡Infiltrarnos!, no sería peligroso – advirtió Heliodán que estaba a mi lado más cerca que de costumbre, pero ya no me ponía nerviosa, no, que va, ¿ya habría superado el asunto de soportar su belleza? –
  • No, nada peligroso, es sólo ser muy listo para que no te cachen, - recalqué como si fuera divertido, claro que era peligroso, mucho mas fácil que nos cacharan y ya no digamos la que se iba a armar si salía mal el asunto –
  • Bueno, esta bien, no tenemos opción, necesitamos saber que pretenden hacer, ¿quién se ofrece para ir?, - dijo la reina Xantha, parece que la convencí con mi discurso de todo va a estar bien, somos profesionales, viva el espionaje, sé lo que hago –
  • Yo me ofrezco, - dije inmediatamente, deberás que no me había dado cuenta de lo aventada que era –
  • Si ella va, yo también, - dijo Heliodán, gua, ¡que chico! –
  • Esta bien, yo estaré vigilándolos por cualquier cosa adentro de las oficinas ahí trabajo después de todo, afuera estarán Xiana, Axel y Elena, correcto, Daitén quédate aquí por si regresan con mas máquinas para “adelantar la obra” y protege el bosque con las demás dríadas, - ordenó la reina Xantha y así sería, era un muy buen plan – Cristal busca todo documento que hable del proyecto en el bosque Conde Darío, ¡ten cuidado, no te arriesgues más de la cuenta!
  • Claro que sí todo estará bien majestad, - dije en tono despreocupado pero sinceramente ya me estaba asustando, siempre metía las patas hasta el fondo espero que esta sea la excepción de mi vida –
  • Todo va  a estar bien Cristal, yo voy a estar contigo, - me dijo Heliodán muy quedito en mi oído que casi no lo escuché, pero no necesitaba oírlo tanto, yo lo sentía y eso era suficiente para mí, ya no me hacia sentir nerviosa sólo muy a gusto cuando estaba cerca, siempre me acariciaba el pelo y me hacía sentir segura, ¿será que me estaba enamorando de este elfo?
  • Heliodán suéltala, - escuche que decía Daitén – no ves que la necesitamos con todos sus sentidos al máximo, si te acercas a ella de esa forma tan, tan cariñosa, lamento decirte que no se va a concentrar.
  • Esta bien, ya está, pero me es difícil no hacerlo, igual trataré de controlarme por la causa, - dijo Heliodán sonriendo, me besó la mejía y se alejó un poquito –
  • Más, aléjate más, - decía Daitén que deseaba reírse pero se aguantaba, ¿qué era tan divertido?
  • No me puedo alejar más no ves que voy a ir con ella, - dijo en tono de reclamo –
  • Hay, esta bien pero contrólate,- dijo dándose por vencido Daitén –
  • Bueno, ¡ya!, - dijo la reina Xantha – todos a sus casas, la operación de infiltrados comenzará después de la escuela mañana, descansen y los veo después, necesitarán fuerzas para aguantar todas las felicitaciones que seguro tendrán por su espectacular puesto de encantamientos de plantas  en el festival y me cuentan como les fue.
  • Si, adiós, - dijo Elena, Axel y yo la seguimos casi inmediatamente, así como mi hermano, era extraño, pero me sentía muy feliz, estábamos mas unidos que nunca, y lo mejor mi hermano estaba conmigo sin la odiosa bruja esa de Sara, a quien mandó por un tubo para mi suerte presente y futura.



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En el texto hay: misterio, lealtad, amor verdadero

Editado: 09.03.2018

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