DrÍadas - Guardianas de los Bosques

PLAN DEFENSIVO.

Desperté rápidamente a la mañana siguiente, ¿sería un sueño todo lo que viví la noche anterior? Hago el comentario porque me pasa seguido que, no sé cuando sueño o cuando estoy despierta, pero me sentía tan bien, era algo inexplicable, pronto me di cuenta que todo había sido real, hasta la declaración de amor de mi hermoso Heliodán, me levanté y me dirigí a la mesa, tenía mucha hambre y necesitaba alimentarme bien para soportar lo que fuera, especialmente para ayudar a llevar a cabo el plan que hubieran decidido anoche en el bosque y del cual Xiana me daría referencias este día.

  • ¡Buenos días familia! – dije sonriendo y muy contenta, pero… - como…. ¡Ah! ¿y ustedes? ¿como? – me quedé muy sorprendida al ver a Xiana y a Heliodán sentados a la mesa desayunando con papá, con mamá y con Axel –
  • ¡Buenos días! Hija – dijo mamá – mira quienes te han venido a visitar, dicen que vienen por ti y Axel para ir a la escuela juntos.
  • ¡Ya veo! – exclamé sentándome y bebiendo el jugo de naranja que estaba a mi lado –
  • ¡Ese es mi jugo! – dijo Axel en tono divertido y en reclamo, retirando de mis manos el vaso que había tomado –
  • ¡Este es tu jugo Cristal! – dijo mamá, de veras que me había sorprendido verlos ahí, que hasta me equivocaba en eso –
  • Gracias, y bueno ¿Qué les dio por venir por mí? – pregunté comenzando a comer –
  • Solo queremos ir contigo a la escuela de hoy en adelante – dijo Xiana muy feliz –
  • Tu y Axel pueden correr peligro en el camino – dijo Heliodán sonriendo sarcásticamente como recordándome lo sucedido anoche –
  • Sí, bueno, agradezco sus buenas intenciones, además será más divertido ir a la escuela con ustedes que con solo Axel – dije riendo para ambientar un poco el susto que me habían dado –
  • Lo mismo digo – dijo Axel atando mi comentario anterior-

Terminamos de desayunar, cosa que no duró mucho ya que Heliodán y Xiana sólo tomaron jugo y fruta, por obvias razones que no viene al caso mencionar, nos despedimos de nuestros padres y salimos rápidamente para la escuela.

  • ¡Cristal! ¿de veras te encuentras bien? – dijo Xiana abrazándome fuertemente, casi me cortaba el aire –
  • ¡Sí! Estoy bien, ¿por que? – dije extrañada y casi sin aliento –
  • Heliodán y Daitén nos contaron lo que pasó anoche de veras que me asusté muchísimo, - dijo soltándome algo, por lo que pude respirar mejor -  faltó poquito  para que viniera corriendo a tu casa y ver por mi misma que estabas bien, muchas gracias por preocuparte tanto por nosotros y hacer eso pero, ¡No vuelvas a arriesgarte así me oíste! – me dijo fuertemente Xiana con tono preocupado igualito al de una mamá, y abrazándome de nuevo –
  • Sólo para aclarar – dijo Axel - ¡yo también por poco muero! Tuve que usar maquillaje por primera vez para cubrir los moretes en mi cara, sino mi madre y padre hubieran armado un escándalo.
  • Lo siento Axel, tienes razón, - dijo Xiana – me alegra que estas bien, pero fue a Cristal a quien atravesaron con una daga, y por poco no la cuenta, ¡no se que hubiera hecho si morías! – dijo casi llorando volviéndome a abrazar –
  • ¡Por favor no vuelvas a decir eso ni  en broma! – decía Heliodán mientras me liberaba de los brazos de Xiana y me aprisionaba en los suyos – ¡Sería yo quien no sabría que hacer si algo le pasara! – dijo abrazándome con más fuerza como si intentaran alejarme de sus brazos –
  • ¡Muchas gracias por salvarla! – dijo mi hermano dándole una palmada en la espalda a Heliodán –
  • No fue nada – dijo Heliodán volteándolo a ver - ¡Ella es todo para mí, jamás hubiera permitido que muriera!
  • ¡Gracias! – le dije sonriendo -
  • ¡Cristal! No tienes porque agradecerme, solo recuperaba lo que más amo y la muerte me quería quitar – en eso tomó con sus manos mi rostro y la acercó al suyo terminando por chocar sus labios con los míos, después de un momento se retiró lentamente y me miró con esos bellísimos ojos grises –
  • Pero no estaba enferma o muriendo – le dije sonriendo para que justificara porque el beso –
  • ¡No todos los besos de un elfo son para curar! – exclamó con una hermosa sonrisa –
  • ¡Ah, no! – le dije incrédula pero divertida – y entonces si no son solo para curar, ¿Por qué son? – le pregunté muy curiosa –
  • ¡Son por amor! – me respondió, definitivamente que te den ese tipo de respuesta, te deja helada, pero de amor, que te derrite como sorbete bajo el sol –
  • ¡Que hermoso espectáculo pero nos podemos ir ya! – decía Axel entre sonriendo y enojado alejándome de Heliodán, solo intentó tomarme la mano ¡cuando de repente! –
  • ¡Ahh!, esta bien ya entendí, es toda tuya, llévatela tu – decía Axel algo desorientado por el susto que le dio Heliodán sujetándolo tan fuerte de la mano con la que pretendía sujetarme, que Xiana solo se puso a reír –
  • ¡Vamos Heliodán! Cuando entenderás que su hermano si puede tocarla – le decía Xiana divirtiéndose mucho por supuesto –
  • Lo siento, pero no puedo soportar ni eso – dijo Heliodán un poco apenado, pero igual me sujetó la mano y evitó lo más posible que Axel se me acercara, ¡vaya elfo! –
  • ¡Hola chicos! – dijo Elena que nos esperaba a la entrada de la escuela –
  • ¡Hola Elena! ¿Cómo estás? – dijo mi hermano muy feliz, ¿desde cuando se alegraba tanto por ver a Elena? –
  • Muy bien gracias por preguntar Axel, y díganme ¿Por qué vienen juntos? – preguntó intrigada Elena cuando nos vio llegar con Xiana y Heliodán –
  • Es que anoche por poco no la cuentan así que nos cercioramos de que siempre estén a salvo – dijo Xiana en tono preocupante –
  • ¡Qué dices! ¿están bien? – como era de esperarse Elena se preocupo, vaya comentario el de Xiana –
  • Sí estamos bien, - le dije para tranquilizarla - Axel recibió unos golpes pero los disimula con maquillaje y yo…
  • ¡¿Estas bien Axel no te lastimaron mucho?! – me interrumpió Elena, preocupadísima por mi hermano, ¿desde cuando le interesaba tanto lo que le pasara a Axel? –
  • ¡Sí estoy bien!, Daitén y Heliodán llegaron a tiempo, así no me molieron más – dijo Axel bastante nervioso, riéndose como tonto, si no lo conociera tan bien diría que cuando se ríe así es por que le gusta alguien, pero no creo, o talves, no sé,  ¿Qué pasaba con estos dos? –
  • ¡Cristal!, logramos armar algo en toda la noche, te contaré en el descanso lo que planeamos, a ver que te parece – dijo Xiana cortando con todos mis extraños pensamientos –
  • Esta bien, - dije interesada por saber que habían pensado para defender el bosque –
  • ¡Bien! – dijo Xiana, y nos dirigimos a clases –
  • Heliodán, ¿vas a entrar con nosotros? – le pregunté a Heliodán cuando vi que nos seguía, ¿no lo sacarían por no ser alumno? –
  • ¡Es cierto Heliodán no puedes entrar! –agregó Xiana –
  • Oh, esta bien, los espero en la zona verde detrás de la cafetería para conversar, ¡Contentas! – dijo Heliodán riéndose y dándose por vencido al mismo tiempo –
  • ¡Contentas!, gracias, de todos modos serías una distracción inmensa para todas las chicas de la escuela, es mejor que no entres – dijo Xiana sonriendo –
  • Bueno, adiós – dijo Heliodán retirándose rápidamente pero antes besó mi frente, todo fue tan rápido que ni cuenta me di sino hasta dos segundos después –
  • ¡Vamos se nos hace tarde! – nos gritaba Axel desde muy retirado ya, así que corrimos para alcanzarlo y no darle motivo a la profe Esperanza de castigarnos –



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En el texto hay: misterio, lealtad, amor verdadero

Editado: 09.03.2018

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