DrÍadas - Guardianas de los Bosques

EL ATAQUE.

La escuela no me hacía sentir mejor,  dicen que ese es el lugar para olvidarte de tus problemas y ser simplemente tú, pero sinceramente dudo mucho que eso sea cierto, me sentía peor, no me calentaba ni el sol, y Xiana por supuesto que se dio cuenta, al igual que Elena, y ya no se diga mi hermano que desde que salimos de la casa me controló el estado de ánimo, y no me ha dejado en paz preguntándome que me pasa, mi mamá y mi papá también están preocupados, y de plano que eso si que no me gusta pero no he podido disimular muy bien que se diga mi tristeza.

  • Cristal, ¿te sientes bien? – me preguntó Xiana y Elena no lo dijo, pero estoy segura que lo pensó –
  • Sí, no se preocupen, estoy bien, - contesté muy vago y sin dejar de ver mi mesa en donde tenía mi cuaderno sin abrir y sin lápiz porque lo había olvidado –
  • Bien, vamos, ya es hora del descanso, - dijo Elena –
  • Vamos, - dije un poco ida en todo sentido –

 

Estábamos sentadas en la zona verde, cuando de repente notamos que Axel se acercaba a nosotras corriendo y con una cara de angustia increíble, nos alarmamos como era de esperarse y lo que nos dijo nos alarmo aun más.

  • ¡Chicas, malas noticias! – dijo Axel tratando de tomar un poco de aire frente a nosotras –
  • ¡Que dices! ¿Cuales son las malas noticias? – pregunté inmediatamente poniéndome en pie –
  • Estaba camino al baño, cuando de repente Heliodán me encontró en su camino, me dijo que la constructora esta llegando al bosque con toda la maquinaria para comenzar a derribar árboles y todo – dijo Axel –
  • ¡¿Cómo?!  ¿no era como en dos días eso? – preguntó Xiana muy preocupada, y tenia razón, al parecer nuestra visita ayer había empeorado las cosas –
  • Si, así era pero al parecer decidieron adelantarse a la construcción – dijo Axel –
  • ¡Debemos llevar este video y los documentos  ahora! – dije muy alterada –
  • ¡Es cierto! Debemos actuar rápido, - agregó Elena –
  • Axel, que dijo Heliodán, ¿Cómo están allá en el bosque? – preguntó Xiana –
  • Me dijo que por el momento están preparando las maquinas, pero atacaran en cualquier momento, los elfos, dríadas, hadas, magos, y otras criaturas más están reuniéndose para intervenir si es necesario, pero es muy peligroso para ellos, podrían verlos – dijo Axel, lo más claro que podía –
  • Es cierto, hay que llegar con el alcalde lo mas pronto posible, para que detenga esto, y ellos no tengan necesidad de salir, - dije muy firme –
  • Bien, Cristal, ve rápido a buscar al alcalde y haz que vea el video, luego que vaya contigo y quite el permiso, Elena ve por los ambientalistas para que nos ayuden a evitar que destruyan el bosque, Axel, ve y detén a los periodistas y cámaras de televisión, es peligroso, podríamos vernos obligados a salir y el polvo del olvido no funciona en televisión, mientras yo iré al bosque a tratar de detener esas maquinas espantosas, cuento con ustedes chicos, - dijo Xiana muy confiada y eso nos daba fuerza para hacerlo muy bien –
  • ¡Cuenta con nosotros! – respondimos al mismo tiempo, de nosotros dependía salvar al bosque de ese ataque sorpresa que la constructora estaba haciendo y no íbamos fallar  –
  • Muy bien, de antemano gracias por su ayuda chicos, son las Dríadas las únicas encargadas de hacer esto, es nuestra deber y derecho desde nacimiento, nosotras somos las Guardianas de los Bosques y no dejaremos que los destruyan, - dijo Xiana muy emocionada, se sentía muy dichosa el contribuir a evitar un crimen así, y nosotros también – Pero, el hecho que nos ayuden otras criaturas llenas de magia, y humanos tan honorables como ustedes, es todo un privilegio, ¡¡muchas gracias!!
  • De nada Xiana, ¡vamos! Tenemos mucho que hacer para detener a ese monstruo – dije corriendo ya rápidamente en busca del alcalde, y así Elena corrió en busca de los ambientalistas y Axel a tratar de crear un obstáculo para los periodistas, Xiana mientras tanto desaparecía  a su manera entre los árboles, camino al bosque para entretener lo más posible la destrucción del Bosque la cual acababa de comenzar –
  • ¡Necesito ver al alcalde! – dije a la entrada de la alcaldía tratando de tomar aire por la corrida que di –
  • Tienes cita jovencita, - me preguntó uno de los vigilantes que estaban en la entrada –
  • ¡No! pero es muy importante que lo vea inmediatamente – le contesté un poco impaciente –
  • Si no tienes cita no puedes verlo, es un hombre muy ocupado y no puede perder su tiempo con niñas que traen asuntos sin importancia – dijo el muy insoportable policía calvo –
  • ¡Asuntos sin importancia! ¿De que habla?, ¡este asunto que le traigo es el más importante de todos los que ha tenido este año, déjeme pasar! – insistía cada vez más impaciente –
  • ¡Ya te dije que no! porque no vuelves a la escuela, es hora de que estés en clases – me dijo nuevamente ignorando mi petición –
  • ¡No tengo tiempo para estarlo perdiendo con un simple policía guardián de una entrada – dije muy furiosa y pateando al vigilante ese en donde más le doliera, inmediatamente corrí hacia adentro tratando de que otra docena de policías no me alcanzaran –
  • ¡Detente niña!, irás a la cárcel por esto sabes, - me gritaba uno de tantos policías que me perseguían –
  • ¡Hay no! me van a alcanzar, a ver ¿por donde fue que entramos la primera vez que venimos a visitar al alcalde? – decía mientras trataba de recordar cual era la oficina del alcalde al mismo tiempo que intentaba perder las dos docenas de vigilantes que corrían atrás de mí –
  • ¡Jovencita! ¿Pero que haces aquí? ¡deberías estar en la escuela! – me dijo una secretaria que pasaba por ahí –
  • ¿Por donde es la oficina del alcalde? – le pregunté muy angustiada, se me acababa el tiempo –
  • Es en otro pasillo a la derecha, la puerta tiene su nombre, pero, ¿para que quieres ver al alcalde? – me volvió a preguntar, y yo le respondía, después de todo me estaba ayudando –
  • Es algo muy importante referente al bosque Conde Darío – le respondí volteando a ver atrás por si acaso aparecían los guardias –
  • Entiendo, pero de todos modos no podrás verlo, esta en una junta muy importante ahora, porque no vuelves mañana, yo misma te llevaría a verlo – me dijo muy amablemente pero ya mañana no habría bosque que salvar –
  • Gracias por su amabilidad, pero no puedo hacer eso, es muy urgente, tengo que verlo ahora mismo – insistía nuevamente – ¿En donde se está llevando a cabo la junta?
  • En la sala de juntas, está subiendo las escaleras la primera puerta – me respondió la señora, ojalá hubiera más personas como ella –
  • ¡Muchas gracias! – le dije y salí corriendo rápidamente rumbo a las escaleras, tenía que mostrarle el video – aquí es, la sala de juntas.
  • ¡Te atrapé! – dijo uno de los policías –
  • Ahhhhh, ¡suélteme! – decía mientras intentaba abrir la puerta de la sala de juntas, pero no alcanzaba, me tenían bien sujetada ya entre dos, pero logré morderle la mano a uno de ellos y patee al otro, en eso entré y corrí a lado del alcalde –
  • ¡Señor alcalde! Quiero hablar con usted ¡es urgente! – le gritaba mientras me acercaba más a él –
  • ¡Tú otra vez niña! ¿Qué quieres ahora? – me dijo el alcalde, seguro me reconoció de la primera vez que le venimos a solicitar que desistiera de la idea en darle permiso a la constructora para destruir el bosque –
  • ¡Sólo quiero mostrarle algo! Escúche... – interrumpí lo que decía, ya que de repente vi al monstruo sentado en la mesa, estaba en la junta con el alcalde, ¡no podía ser! Ahí estaba, con un gran morete alrededor de la nariz y la boca, por lo menos tenía un recuerdo de nuestra visita pasada –
  • ¿Qué hace ese hombre aquí? – le pregunté al alcalde señalando al hombre espantoso ese que se hacía llamar Leonardo Villalta –
  • Es una reunión para solventar que más se construirá cuando la zona elegida del bosque esté libre – dijo el alcalde muy tranquilo –
  • ¡Qué zona elegida! Bien pudiera ordenar construir otra ciudad a esta, ¡ya que destruirán todo el bosque!, - dije muy segura de mi misma, y eso es bueno cuando quieres convencer a alguien –
  • ¿Qué dices jovencita? – me preguntó el alcalde ahora un poco intranquilo por lo que acababa de decir y poniéndose en pie –
  • ¡Nada! Esa niña tiene complejos muy fuertes cuando se trata del progreso y desarrollo de su propia ciudad – dijo interfiriendo en mi explicación el monstruo Villalta –
  • ¡Claro que no! en verdad señor alcalde, él planea hacer papilla a todo el bosque, era mentira lo que decía en la solicitud de permiso, él sabía que cuando usted lo autorizara, haría lo que quisiera en el bosque, ya que no especifica nada – continuaba diciendo lo más claro que podía para que me creyeran –
  • ¡Es eso cierto! Leonardo – dijo el alcalde más serio por el asunto –
  • ¡Por supuesto que no! le vas a creer a una niña tonta como esta, en lugar de confiar en mí, el empresario de constructoras más importante del momento – decía el Villalta ese, tratando de poner en duda lo que yo decía –
  • ¡Sáquenla de aquí! – ordenó el alcalde a los policías que estaban a mi lado tomando asiento de nuevo –
  • ¡No! por favor, escúcheme, es verdad lo que digo – insistía tratando de soltarme de los frondosos esos, ¡que manera de tratar a una mujer! –
  • ¡Es mentira! – gritaba el Leonardo Villalta, y ordenando que me sacaran rápido –
  • ¡Señor alcalde tengo pruebas de que lo que digo es cierto! – insistí con todas mis fuerzas –
  • ¿Qué pruebas? – dijo el alcalde volviendo aponerme atención –
  • ¡Suéltenme! Me hacen daño – decía tratando de escapar de esos fortachones –
  • ¡Suéltenla! – dijo el alcalde, por fin, me tuvieron compasión –
  • ¡Gracias! Señor – dije acercándome a él nuevamente –
  • ¿Qué clase de pruebas tienes para apoyar lo que dices y verificar que es cierto? – me preguntó el alcalde un poco más interesado en el asunto –
  • ¡Un video señor! Ahí Leonardo Villalta confiesa todo, y también por poco comete un asesinato, o dos, ¿quien sabe?, - dije muy seria –
  • ¿Qué dices? ¿A quien iba a matar? – me dijo el alcalde muy preocupado por las vueltas que estaba dando el asunto, y Leonardo Villalta no me quitaba los ojos de encima, parecía que quisiera matarme ahí mismo –
  • ¡A mí! – dije muy preocupada – y por poco a mi novio también, ¡si no es por que el sabe defensa personal ya seriamos historia! – por no decir, si no es por que él es un elfo fuerte, lleno de magia y… eh, eh ¿Como? ¿dije mi novio? –
  • ¡No puede ser! ¡muéstrame ese video jovencita!, si es cierto lo que dices, me arrepentiré no haberte escuchado mucho antes – me dijo el alcalde sintiéndose algo culpable –
  • ¡Claro que sí! Véalo por favor – le dije poniendo el video en el televisor que estaba en la sala, se veía claramente todo lo que platicamos con el monstruo un día antes, en el momento en que quería sobornarme, y cuando intentó matarme, todo estaba ahí –
  • ¿Dime tienes una copia de esos papeles que quemó? – me preguntó el alcalde, refiriéndose a los documentos que mencioné y los cuales aparecían en el video –
  • ¡Sí!, los que él destruyó eran una de las copias, aquí están otras copias de los originales – le dije dándole los documentos que habíamos copiado aquel día que por poco nos descubren solo por andar buscando evidencia, el alcalde los tomó y los leyó detenidamente –
  • ¡Querido amigo, tú no puedes creer eso! Todo es falso, y lo del video es una trampa, ellos hicieron que dijera todo eso pero… - decía el muy cínico, pero el alcalde lo interrumpió, por primera vez veía que le hablaba fuerte, ahora si que mandaba el alcalde –
  • ¡Y aún sigues negándolo!, - dijo el alcalde muy enojado, levantándose de la silla -  ¡todo lo que esta niña me dijo antes y ahora es cierto! Tu no pretendes ayudar en el progreso de la ciudad sino que destruirla por completo, no ves que ese bosque es el único que nos queda, es el pulmón de esta ciudad, el área natural de esparcimiento para la mayoría de locales y visitantes, yo te di el permiso, porque me dijiste que solo destruirías una pequeña parte del bosque, pero en el video y en este documento del proyecto dice todo lo contrario, era una trampa para que te concediera el permiso, pero como aun no es demasiado tarde yo te quito todo permiso de construir allí ni una fuente para los pájaros, no tienes ninguna autorización ni derecho de hacer nada ahí, ¿me entendiste?, ¡policías arresten a este hombre cruel y malvado! – dijo el alcalde con tanta fuerza, que hasta me sentí orgullosa, pero ni imaginaba lo que estaba a punto de pasar –
  • ¡Eso es lo que tú crees alcalde de cuarta!, siempre supe que eras un incompetente – dijo el monstruo ese noqueando a los policías, quitándoles las armas, tomó una de forma amenazante y tomándome a mi del cuello, le apuntó con el arma al alcalde –
  • ¿Qué estas haciendo? Suéltala, - dijo el alcalde muy asustado, ¿y como no?, si lo tenía bien apuntadito –
  • ¡De ninguna manera! Ella es el inicio de todos mis males, yo no voy a perder ese dinero, me des o no el permiso yo voy a destruir ese bosque de porquería y voy a llevar a cabo todos mis planes, ¿y si no quieres que ella muera? ¡Haces lo que te digo!, ¿me entendiste? – gritaba el muy despreciable, y cada vez sentía que me asfixiaba más –
  • Por favor podemos llegar a un acuerdo, no tienes que ponerte violento ni mucho menos amenazar a una niña inocente – decía el alcalde muy preocupado por la seguridad de la ciudad como la mía pero no lograba nada de nada –
  • ¡No me digas que hacer! Ya lo sabes, ni intentes detenerme, mantente al margen si quieres que ella viva – decía el hombre ese apuntándome ahora a mi, colocando la pistola en mi cabeza, sinceramente ya veía venir la pelona por mi y el detalle que tendría mi tumba –



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En el texto hay: misterio, lealtad, amor verdadero

Editado: 09.03.2018

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