Cassie Beckham
Jueves, 22 de junio de 2023.
Ya es jueves, estoy súper emocionada por el regreso de Tati. Creo que Dani aún no sabe, amo a mis amigos, pero no sé cómo él lo vaya a tomar. Pasaron por cosas lindas, pero también juraron no buscarse más y olvidarse. Sé perfectamente que él no la ha olvidado, sólo basta con mencionar su nombre para ver su reacción.
Tatiana tampoco lo ha superado, quiere hacernos creer que sí, pero de vez en cuando nos pregunta por él. No nos vemos en persona desde que se fue, aunque siempre mantuvimos la comunicación. No puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo, apenas ayer parecía que jugábamos a las escondidas y hoy ya tenemos dieciséis años.
Según Akira, Tati debe estar llegando a eso de las nueve de la mañana, faltan veinte minutos para las ocho, por lo que me voy a la cocina, no hay mucho que hacer. Solo voy y me preparo cereal, coloco música pop del momento, me gusta el dúo que hacen dos hermanas, de verdad que cantan como unas verdaderas diosas y sus letras son fascinantes. Me dejo llevar y empiezo a cantar, no se me da muy bien que digamos, saludo a mi madre lo más efusiva posible.
―Buenos días a ti también muñeca, ¿cuál es la causa de tu estado de ánimo, señorita? ¿Algún chico en especial? ―pongo los ojos en blanco, Carol tenía que ser, de seguro se le fue la lengua con mamá.
―Mamá como se te ocurre decir eso, no soy Carol. Mi felicidad no tiene por qué ser por un chico. Hoy es nuestro reencuentro con Tati después de tantos años ¿te acuerdas? ―mi madre suele ser un poco olvidadiza― la prima de Akira
―¿Tatiana? ¿La chiquilla que se tuvo que ir por sus padres? Como no acordarme de ella, si los cuatro me dieron dolores de cabezas, cuando no eran Dani y Akira, eran Tatiana y tú. Que grandes están mis niños, como han crecido.
Ay que linda mi madre tan sentimental, termino mi cereal, hablamos un rato. Con mi mamá nunca es incómodo charlar, se puede decir que soy una copia de ella, luego se va a su trabajo tiene dos, ayuda a una prima en su negocio en un restaurante, mi madre es una excelente gerente del negocio de su prima lejana. Además, es contadora en una empresa importante de la isla, que se encarga de la importancia y exportación de productos.
Veo en mi reloj de muñeca que falta poco para que Akira y su mamá me pasen buscando, subo a mi habitación a terminar de arreglarme. Vaqueros, unos tenis y una camiseta de algodón color rosa, me rocío perfume y le doy un poco de color a mis labios con bálsamo. Cuando veo que faltan quince minutos para que me pasen buscando, bajo a la sala y espero.
La mamá de Akira es como una segunda mamá para Danilo y para mí, además es mi madrina de confirmación, así como mi mamá es como una madre para mis amigos Dani y Akira. Los tres somos todos tan unidos que lo único que nos falta compartir son los calcetines.
Escucho el claxon del vehículo de la señora Kira, la mamá de mi amiga, salgo informándole a Sandro. Al entrar en el coche, la saludo con beso en la mejilla y a Akira, que está igual que yo. Emocionada.
El transcurso del camino al aeropuerto lo pasamos cantando como locas una canción de amor del cantante favorito de Kira. Mi mejor amiga sacó la personalidad de su madre, extrovertida y bondadosa.
La morena ay yo al notar que faltan pocos metros para llegar, nos comenzamos a poner nerviosas. Mi estómago tiene un nudo de sensaciones para cuando nos bajamos del coche y vamos por Tati. Anuncian por los altavoces la llegada de vuelo.
—Tranquilas, mis niñas —Nos dice Kira al vernos.
Le sonrío sin nerviosa.
Los pasajeros de ese vuelo empiezan a salir y no vemos a Tatiana. ¿dónde estará? ¿será que perdió el vuelo?
No, no creo. Ya nos hubiese avisado.
Terminan de salir los últimos pasajeros y al fin vemos a Tatiana a lo lejos. Nos busca con su mirada, al vernos una sonrisa llena de felicidad surca su cara y camina rápido hasta nosotras, deja su equipaje de lado, sin dudarlo nos funde en un abrazo lleno de ternura y melancolía. Recuerdo cuando se tuvo que ir, no fue fácil para ninguno, pero aquí estamos.
―Chicas las extrañe como no tienen idea, tantas cosas que decirnos. Las amo ¿lo sabían? ―hace una mueca― claro que lo sabían ―nuestros reencuentro es interrumpido por la señora Kira, que también quiere abrazar su sobrina consentida. La estrecha entre sus brazos y le dice lo hermosa que está y cuánto la extrañó.
Estamos de vuelta al coche, debemos tener aturdida a Kira, porque desde que nos montamos Tati no deja de hablar y Aki le sigue la corriente, yo solo sonrío con las ocurrencias de las dos. Para cuando llegamos al vecindario, vemos en la calle sentados en la grama de la entrada a Dani, Dimitri y dos chicas que estudiaban con mi hermana, Flora y Mónica, por lo que entendí son primas de Dimitri. Puedo notar como el cuerpo de Tati se tensa al reconocer a nuestro amigo.
Al bajarnos, la mamá de Aki ayuda sacar las maletas de Tati. Las chicas al vernos, vienen rápidamente hacia nosotras, dejando a los chicos quienes al verse solos se levantan y también caminan hacia nosotras.
Flora y Mónica envuelven sus brazos alrededor de Tatiana y le dicen lo feliz que están porque haya regresado. Las saludo con cabeceo y me hago a un lado. Veo a mi amigo notando que no lo está pasando muy bien, se encuentra anonadado. ¿y quién no lo estaría?
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Editado: 27.12.2023