Maxi
Esto tiene que ser una broma.
Es lo primero que cruza mi mente al ver a esta chica. Parece que el destino si existe después de todo. La observo bien, cada rasgo, cada mechón de pelo que cae sobre su cara. Es ella.
Ha pasado un año, más o menos, desde la última vez que la vi. Aunque ella ni siquiera sepa de mi existencia, yo si se sobre la suya.
La vi en la apertura de un bar hace un año, nunca olvidaría esa cara tan… seria. Ella era una de las meseras. El bar en cuestión no me había gustado pero ella, ella me había fascinado. Fui una vez por semana, incluso dos veces, durante tres meses a ese bar, solo para verla a ella. Nunca me acerque a hablarle. Recuerdo como un amigo fue tras ella al ver que yo era incapaz de hacer algo, es el día de hoy que todos nos reimos al recordar como lo rechazo. Nada de lo que él hizo sirvió para conseguir, aunque sea, el nombre de esta chica.
Después de eso deje de ir a menudo, pasaron casi dos meses y yo seguía sin aparecer. Luego me entere de que el lugar no funcionaba y lo cerraron.
Demolieron el lugar y con el mis esperanzas de hablarle a la chica de grandes ojos café.
Sigo sin poder creer que sea ella y que además la haya tirado, dos veces.
Volviendo al presente, la observo en silencio, esperando a que responda a mi pregunta. Esperando a que salga tan solo una palabra de esos lindos labios. Eso no pasa, ella tan solo me mira, realmente seria.
Me empiezo a incomodar, no sé qué hacer y, si no dice algo pronto creo que saldré corriendo de acá.
- ¿en serio acabas de preguntar si me encuentro bien?.
Y en ese instante, cuando ella dijo esas nueve palabras, supe que traería problemas.
Pero, ¿A quién no le gusta un poco de adrenalina en su vida?.