Dulce Tormento

La flor del infierno

A la mañana siguiente todos partieron al Bosque Belio, desde afuera se notaba el horroroso aspecto. Antes de entrar Ted conjuro escudos individuales para evitar cualquier amenaza. Debido a las historias de la noche anterior sabían aquellas formas de ataque que el bosque usaba en la personas. De momento, todos entraron tranquilamente, fue hasta que un paso en falso logró separarlos.

Todos siguieron al frente, no debían detenerse ni dejarse llevar por nada. Peter intentó buscarlos pero sabía que no podía salirse de su plan, aquel plan que la misma Lee modificó. "No te detengas aunque la vida del otro corra un riesgo, confía en el otro" Lee sabía que sus compañeros no eran débiles, en todo este tiempo le habían demostrado su gran poder.

Ted estaba en uno de los tantos caminos por los que la mayoría de las personas se pierden, un laberinto que parecía no tener salida. Tardó varios minutos el encontrar una salida, el bosque estaba jugando con su mente para acabar con su paciencia y dejarlo débil.

- ¡Maldición! Necesito salir de aquí.-Dijo intentando destruir las ramas. Pero estas eran más duras que una roca. No podía rendirse, su hermana estaba esperando por esa flor.

Del otro lado del bosque Jock estaba andando por el larga camino que le había transportado el bosque, se mostraba tranquilo y no le llamaba la atención el escuchar aquellas gritos. Voces de personas pidiendo ayuda, incluso le hacían escuchar que Lee era quien le pedía ayuda. Pero no era fácil de convencer, sabía que esa sería la última cosa que hiciera Lee.

Por otro lado, Lee estaba viendo las cosas diferente. El bosque había desaparecido frente a sus ojos, estaba acostada en un lugar con cielo azulado. Nada igual a lo que mostraba el bosque, todo era hermoso y tranquilo. Frutos en cosecha y hermosas flores que recibían exquisitos rayos solares.

A lo lejos estaba una hermosa flor, una con un tallo largo y pétalos delgados pintados de un rojo carmín. Un belleza que formaba un largo camino entre la tierra. Lee decidió acercarse pero la presencia de una pequeña la distrajo.

- Hola, sabía que pronto vendrías.-Dijo al ver a Lee.

- ¿Quién eres?

- Ya deberías saberlo, tu y tus amigos me han estado buscando por otros bosques.-Lee rápidamente supo quien era. La flor estaba hablándole y además la había traído a su mundo.-Sentí tu aura desde que entraste al bosque, hacia mucho que no recibía visitas de alguien con un poder de esa magnitud.

- Así que eres la flor que tanto busqué, es extraño hablar contigo.

- No todos tienen la capacidad de verme en persona, además se que tu no serás mi próxima portadora. Conozco tus intenciones y se todo de ti desde que te tragué aquí.

- Vaya, si que eres poderosa después de todo. Parte de las leyendas que escuché eran ciertas.

- Esas leyendas se han encargado de manchar mi nombre. Soy una rareza porque aporto poder a las personas que me toman. Pero yo decido a quien beneficio. Muchos hombres murieron debido a mis decisiones, solo una persona conoció mi verdadera historia.

- ¿Podrías decirmela? No todos los días se habla con una flor sabes. Soy de fiar, no te juzgare por las vidas que arrebataste, tuviste tus razones, pero yo tampoco tengo las manos limpias. Sabes que he hecho y a quien asesine.

La flor confió en su palabra, conocida su pasado, presente y futuro. La lágrima de dios que había sido enviada para darle descanso o sufrimiento a las almas.

- Hace muchos años yo llegué a este mundo, nadie conocía la maldad o el sufrimiento, todos pidieron deseos inocentes. Fue hasta que la humanidad comenzó a razonar, empezaron las pequeñas riñas. Pensaron que seria una gran idea desearle el dolor al otro, no pude controlarme. Mis brotes siguieron creciendo por la maldad de las personas, fue hasta que se tomó la decisión de traer otra especie al mundo. Vampiros que gobernarian y controlarian ese deseo de odio. Pero todo empeoró, comenzaron las guerras del poder entre ambas especies. Prostitución, violación, muertes, niños huérfanos. No soporté esta masacre que preferí asesinar a aquel que me consumiera, aquellos con maldad en su corazón. Este lugar lleno de belleza se opacó con el tiempo, el bosque se inundó con energía maligna ocasionando mi resguardo, mis raíces se extendieron ocasionando el brote en otros lugares. La única diferencia es que solo crecían una vez. Este es mi lugar de nacimiento, el único a donde pertenezco. Fue hasta que conocí a una persona que deseaba curar a su amada, sentí la tristeza en su corazón. Las personas que la habían asesinado estaban mintiendole, yo sabía la verdad de su pasado y observé un futuro, uno donde él no conocía el dolor. Cambie su deseo y cure su tristeza, fue la primera vez que no me sentía culpable por dejarle vivir. Jamás conocí a alguien igual hasta tu llegada.

- ¿Qué tengo que ver en esta historia?

- Que tu eres la salvación a la humanida, eres un ser capaz de muchas cosas, tendrás un futuro doloroso como cualquier persona, pero todo se mejorará, tendrás una vida que siempre deseaste. Todos tus planes mejorarán para bien, veo un futuro grandioso para ti.

Lee agradecía las palabras de la pequeña flor, con seguridad sabía que solo debía dejarse llevar en este camino, que las decisiones que tomase a futuro eran por una razón a la cual después estaría satisfecha.

- ¡Oh! Parece que tus amigos están buscándote. La platica se hizo larga y deberías regresar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.