Eclipse de Medianoche

Capitulo 2

¿No les pasa?
 


 

No les pasa que con la puesta del señor sol en pleno amanecer deslumbra su cuarto y te inspiras a salir de la cama. Tienes planteados los retos del día y vas con todo a romperla al instituto, te planteas que los obstáculos son solo eso y tu mentalidad es positiva desde el momento que sales de la cama.
 


 

Todos tus problemas los dejas atrás y la esperanza de un nuevo día con nuevas oportunidades prevalece.
 


 

¿Les pasa?
 


 

Porque a mí no.
 


 

Mi mentón descansa en la palma de mi mano mientras me esfuerzo en tener los ojos abiertos, y vaya que me esfuerzo. No es fácil mantenerse despierta después de cuatro horas de sueño, lamentablemente sufrí una noche pesada ya que el recuerdo del bosque seguía en mi mente, era como si hubiera despertado un imán que me atraía sin sentido alguno, pero aún así el no saber absolutamente nada era más tentador.
 


 


 


 

––Estas hecha un desastre.–– dijo Susan mientras se sentaba en su butaca.
 


 

––Pareces un muerto viviente.–– remató Nath.
 


 

––Gracias.–– contesté irónicamente. ––No olvides que si estoy así es por tú culpa, Susan.
 


 

––¿Disculpa?–– replicó indignada. ––Yo no tengo la culpa de que seas una debilucha.
 


 

––Ya, ya, como sea.–– dije mientras tallaba uno de mis ojos.
 


 

––Por lo menos puedo ayudarte en tu pelo, grita mi ayuda urgente.
 


 

Le obsequié una mirada de pocos amigos la cual respondió con una sonrisa angelical. Me límite a rodear los ojos y fue suficiente para que tomará un sí como respuesta.
 


 

Se posicionó tras de mí, no supe en que momento había tomado un peine pero me di cuenta cuando dió el primer jalón desenredando cada uno de los mechones negros envueltos, me rodee está mañana entre quejas que variaban entre »Marie, tienes que procurar tu cabellera« o »Mierda Marie, es más fácil peinar a mi perra« y »Tu pelo debió ser nido de algún animal y ni cuenta te diste«, etcétera, etcétera.
 

Agh.
 

Tengo muchos cosas en que preocuparme y mi pelo no es una de ellas, digo, apenas tengo tiempo para saber si estoy viva que no recuerdo el peine.

––Listo.––finalizó Susan después de su larga explicación de los shampoos de pelo maltratado.
 

Alcé ambos pulgares con una mueca.
 

––Pareces un panda con esas ojeras.–– dijo Nath mientras comía su barra energética.
 

––¡Bien!–– me exalte mientras dejaba caer mi espalda en el respaldo.–– ¿Alguna otra aportación acerca de mi apariencia? 
 

––Bueno, ahora que lo dices…
 

––No, Susan. No es algo que me importe.–– interrumpí.
 

Se posicionó para dar el mismo discurso de siempre pero la palabra le quedó en la boca cuando el profesor entro con su cara larga, todos aquí sabemos que eso solo significa una cosa: No tomo su café negro en la mañana.
 

#Miedo.
 

Cómo esperábamos la clase empezó como el infierno prometido, una extensa lectura (la cual ni entendíamos) en voz alta distribuida por varios alumnos. Aún no entiendo cual es el propósito si solo es leer, nadie ni el mismo analiza o explica cada lección, solo se basan a resumenes y preguntas con respuestas. 
 

Un asco, sí. Para ser profesores de preparatoria son un tremendo fracaso.
 

––Quiero veinte preguntas con la respuesta que abarque la mitad de una hoja.–– ordenó el profesor.
 

Todos, hasta yo, empezamos a quejarnos acerca del trabajo. 
 

––¿Cómo pretende que saquemos un cuestionario largo de una tema tan pequeño?–– dije, según yo en voz baja, pero para mí mala suerte no fue así.
 

Al parecer hoy no es mi día, incluso mi habilidad de pasar por desapercibida estaba descompuesta.
 

Sentí como todos a mi alrededor me miraban sin pudor alguno, me maldije mentalmente por haber sido tan tonta y no haberme quedado callada como otros días. Lentamente alcé mi vista hacia el frente, y como todos esperaban, la atención del profesor estaba puesta en mi.
 

Solo me observa, solo me observa.
 

––Muy bien señorita Johnson.

Noooooooo…
 


 

»El aprendizaje se divide en dos sectores: El avanzado que hace que los súbditos prosperen, aprendan y cuestionen por su propia fuente. Y por otro lado el mediocre que se queda estancado con lo que enseña el maestro.
 


 

El único sermón dónde se excusaba apenas había comenzado, las veces que lo a dicho solo evidenciaba su falta de vocación, y para serles honesta no tenía ganas de escucharlo. Quedarme callada era la única solución a la amenaza de guerra, pero mi conciencia ya había formulado una respuesta.
 


 

Mi lado razonable me obligaba a callar, pero mi bocota obvio no tenía planes de seguirlo.
 


 

––Pero si el mismo maestro pertenece a la segunda rama es difícil que sus súbditos avancen.
 


 

Las palabras salieron sin previo aviso. 
 


 

Todos callaron y el ambiente tenso rodeó el lugar, me había metido en un gran lío, aunque no me había arrepentido.
 


 

––¿Conoce el lema “El alumno supera al maestro”?– dijo el profesor enarcando una ceja. Asentí al instante.–– Está claro que usted no sería uno de ellos, pero ese no es el punto. Quien tiene ganas de aprender avanza, investiga y usa métodos de aprendizaje por si mismo.
 


 

»Es una decepción que haya mentalidades como la suya, todos tenemos el suficiente intelecto para adquirir conocimientos y otros… Bueno, todos saben cómo terminan.
 


 

––El alumno supera al maestro cuando ambos tienen la misma pasión de aprender y superar, y si fuera cierto de que todos podemos aprender desde casa no existirían instituciones académicas.
 



#9499 en Fantasía
#2086 en Magia

En el texto hay: destino, romance fantasia magia, secretos drama

Editado: 24.08.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.