Tenía seis años la primera vez que realmente
te conocí, había escuchado en el vecindario
hablar sobre ti, y los dolores que causabas al alma,
tenía seis años cuando decidiste que era el momento
de llegar.
Aun no sabia como escribir en corrido, pero las
palabra de mi boca salían con ganas de correr hacia,
un abismo donde yo no tenia idea, de lo que se encontraba allí,
tu no dijiste nada, callada así solo la miraste y decidiste que ella
tenía que ser tu próxima presa, la única mujer que a mi edad podía amar.
Cuando la muerte llega, no pregunta por nadie, al parecer ya tiene anotado
en su agenda quien a de llevarse consigo, y le importa poco que ese alguien sea la luz de un niño que no sabe como vestirse solo, o quien le acompañara ahora que ya no está.
Todo eso le importa poco, al final solo esta haciendo su trabajo y ella misma desearía que no fuese así, pero que mas da dicen los demás, así a de pasar unos vienen y unos van, cuando la muerte llega.