Efimero

Capitulo 01

《No mires atras, ya no volveras por ese

Camino torcido.》

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Me siento como un completo idiota esperando a una completa desconocida.

Suspiro

—¿Por qué mierda vine? —susurro jugando con mi botella de agua.

Miro a las personas que transitan por el lugar a través de la ventana, muchas personas llevan consigo a sus hijos y es entendible, es fin de semana, además tengo entendido que por estas calles han abierto un nuevo parque de diversiones.

Siento como alguien se sienta; por el rabillo del ojo logro ver una silueta frente a mí, giro mi cabeza y la observo, está vestida completamente de negro y sus ojos es lo único visible de su rostro, ambos nos vemos directamente en silencio.

Sus ojos son tan negros, pero tiene un brillo especial que me recuerda a una noche estrellada.

Sus ojos se vuelven dos arcos, supongo que debajo de ese cubrebocas está sonriendo, se levanta, compra algo y sale de la heladería, me quedo unos segundos confundido antes de seguirla sin decir ni una sola palabra.

Ambos caminamos en silencio, pero es ella la primera en romperlo.

—¿Le tienes miedo a las alturas?

—No. —respondo sin pensar.

—¿Entonces por qué dudaste ayer?

Sabía a lo que se refería, pero yo no podía darle una respuesta porque ni siquiera yo sabía el porqué, no sabía si en verdad estaba dudando o no. ¿Por qué no lo hice? Aun no tengo la respuesta, quizás nunca la tenga, pero está bien..

—No lo sé. —susurré dando una respuesta más para mi, que para ella.

Ella asiente, como si estuviese analizando mi respuesta, luego toma mi mano sorprendiéndome, pero entonces entiendo que la tomó para guiarme por un flujo de personas que caminan apresuradamente, como si el tiempo no les alcanzara.

Cruzamos unas cuantas calles antes de llegar a lo que parecería ser un bosque, nunca había estado por este lugar, y eso que he pasado muchas veces cerca de aquí. Atravesamos el “bosque” cruzando un par de árboles antes de seguir una fina línea en el suelo, como si una persona hubiese pasado por ahí durante varios años hasta lograr trazar un camino. Land art…

—¿A dónde vamos? —pregunto luego de estar caminando por algunos minutos. Aún sostiene mi mano, como si no quisiera perderme.

—Es un secreto.

Ladeo la cabeza pero acepté aquel hecho.

—¿Me asesinaras una vez lleguemos? –pregunto de manera genuina, no le temo a la muerte, ¿pero moriré de una forma terrible si me asesina?

La escucho reír estruendosamente, su risa es contagiosa pero muerdo mis labios para no reír con ella, en cambio solo dejo escapar una pequeña sonrisa que ella no ve por ir delante de mí, guiándome.

—Ayer te querías suicidar pero ¿temes ser asesinado? Eso no es muy lógico. —suelta mi mano y me mira.

—No le temo a ser asesinado, solo no deseo tener una muerte terrible.

Sus ojos nuevamente se vuelven arcos, otra vez se encuentra sonriendo ¿Como se verá su sonrisa? ¿Cómo será su rostro?

—Espero que mantengas en secreto este lugar, juralo. –me señala con el dedo, como si me estuviera amenazando.

—Lo juro. —puse una mano en mi pecho y la otra la levanté.

Ella asintió satisfecha antes de abrirse paso entre un par de arbustos, hago lo mismo descubriendo un hermoso lago frente a mis ojos. Observo a mi alrededor, todo es muy lindo, hay un pequeño camino de madera en el lago en donde ella ya se encuentra sentada, me llama con su mano y me acerque cautelosamente a ella.

—¿Cómo te llamas? –pregunta repentinamente.

—Liam. —susurro y la miro. —¿Cuál es el tuyo?

Ella sonríe y asiente ignorando mi pregunta. Nos quedamos en silencio observando el lago, yo no sabía qué decir para entablar una conversación, no soy la persona más sociable en este mundo, puedo contar mis amigos con una sola mano y me sobrarían dedos.

Por mi cabeza solo seguía rondando el mismo pensamiento “¿Qué hago aquí con una desconocida?”. Realmente no podía responderme, después de todo la presencia de esta chica me hacía sentir realmente bien, como si en este mundo no existieran los problemas…

No se cuanto tiempo paso pero realmente no me importaba, no quería llegar a casa, estar junto a esta chica tan extraña se sentía realmente bien... Estar junto a ella era como estar en un lugar silencioso, en donde solo se oye tu respiración y el aire que te rodea, era realmente pacifico. Era extraño, pero agradable, realmente era agradablemente extraño...

—¿Sigues pensando en suicidarte? —la miro por el rabillo del ojo, ella tiene su mirada fija al frente.

—No tengo nada en esta vida, tal vez si me suicido reencarne en otra vida y tal vez, solo tal vez, sea feliz.

Ella se quedó en silencio, como si estuviese analizando mi respuesta; cautelosamente comienza a hablar.

—¿Me permitirías hacerte cambiar de opinión? —me sorprendo ante sus palabras, giro a mirarla encontrándome con sus ojos negros viendome fijamente. —Solo dame un mes.

Su propuesta es realmente inesperada; me quedo en silencio observando sus ojos que son tan negros y profundo… Si no te concentras podrás perderte en ellos… Sus ojos son realmente lindos y brillantes. Me atrevo a aclarar mi garganta y preguntar.

—¿Por qué harías eso? Hablo de querer hacerme cambiar de opinión. ¿Eso tiene siquiera algún sentido?

Silencio nuevamente, veo como pasa saliva y habla.

—Digamos que hay cosas de las que no puedo hablar así sin más... Pero me gustaría enseñarte cosas por las que puedes vivir. —sonríe.

Lo considero, mierda, su propuesta es extraña, pero no me disgusta… Ayer estaba intentando suicidarme y no lo hice por ella... No lo hice solo por saber qué me diría hoy… Me imagine cualquier tipo de escenario, pero nunca este.

—A veces se necesita más que unas palabras de aliento de alguien cercano o de un extraño, a veces necesitas un abrazo al alma, no importa si es algo efímero.




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