Desperté al oír el sonido de un gallo, ¿Porqué demonios tuvo que ponerse Jack ese maldito tono de despertador? Seguro que solo lo hace para fastidiarme.
Me levanté de la cama y baje en modo zombie a la cocina, maldita sea la persona que inventó el infierno, perdón, instituto.
Suspiré y me senté en la mesa, por suerte ya tenia el desayuno preparado, gofres, batido, fruta, chocolate caliente y churros.
Ja, era broma, en la mesa lo único que había eran los platos sucios de la cena de ayer, y por pereza a recogerlos, simplemente agarré una taza, le puse batido de vainilla y cogí una magdalena del armario para subir a comérmelo a mi cuarto.
Después de comerme el desayuno, me quedé en la cama sentada pensado en que ponerme, ¿Pasará algo si voy en pijama?
—No vas a ir en pijama así que empieza a vestirte o llegaras tarde- Oí a mi madre decir con voz demandante al pasar por delante de la puerta de mi habitación.
¿Como lo supo?
Resignada opté por ponerme unos pantalones ajustados azules, un top corto blanco, la chaqueta universitaria de mi hermano, que me quedaba algo grande y mis converse blancas.
Cogí la mochila y salí de la casa.Sí, ni quiera me peiné, quiero decir ¿Para que? si al final acabaré despeinada de todos modos.
—Bien hermanita, nos vemos luego- Dijo Jack una vez delante de la puerta del instituto.
—Pero si vamos juntos a clase- Respondí confusa, ¿He mencionado que somos gemelos? Bueno, pues lo somos, desgraciadamente no me libré de el ni en la barriga de mi madre.
—Ya pero me saltaré la primera clase, me cubres ¿no?
—¿A donde vas?
—Con mi mate- ¿He mencionado ya lo que es un "Mate"? Bueno, por si no lo e hecho, "Mate" es el nombre que se le da a las parejas de los hombres lobo o, en mi caso, mujeres lobo.
Veran, a cada hombre lobo la diosa luna le asigna una pareja eterna, algo asi como un alma gemela y blah blah blah, el caso es que ambos estan destinados a encontrarse y pasar toda la vida juntos. Aunque, bueno, tambien puedes rechazar a tu "Mate" ¿El problema? podrias morir, un royo, lo sé, pero es lo que hay.
Pero bueno, sigamos.
¿Acaso el puede salir con su mate pero si me ve a mi con el mío se agarran a golpes? Eso es totalmente injusto, aunque ¿Porqué me quejo? A mi ni si quiera me gusta Thiago.
Claro, claro, tu sigue diciéndote eso- Y ahí está mi conciencia de nuevo, esa vocecita molesta que hay en nuestras cabezas y que no nos dejan tranquilos.
Tu cállate, en cuanto tenga a mi loba ya no tendré que oírte mas- Recriminé.
Si tu lo dices...
—Hey Lele—. Oí a Kyleigh llamarme a mis espaldas, por favor que no venga con Thiago...
—Hola mi amor... —. La voz ronca de Thiago inundó mis oídos mientras que sus brazos me rodearon por la cintura.
Mierda.
—¿Qué haces aquí?—. Murmuré girándome y quedando, así, cara a cara.
—Vine a traer a Kyleigh para poder verte—. Susurró, y sin más, presionó sus labios dulcemente contra los míos.
¿No que no te gustaba?
Ignorando a la voz de mi cabeza le seguí el beso, no quería hacerlo pero no podía evitarlo, algo en mi lo necesitaba, y bueno ¿Para que negarlo? Besa de maravilla.
Nos separamos lentamente y me quedé observándolo. Su cabello castaño, sus ojos marrones, aquellos pequeños lunares esparcidos por su rostro y esos perfectos labios tan besables.
—¿Qué miras? —. Preguntó divertido sin soltar mis caderas.
—Lo feo que eres—. Murmuré con gracia.
—Amm, chicos, que sigo aquí—. Se quejó Kyleigh llamando nuestra atención— Y Leanne y yo debemos ir a clase.
—Cierto—. Le di la razón mientras me separaba de mi, tan odioso, mate.
—¿Nos vemos luego?—. Me preguntó este, aunque más bien sonaba como una exigencia, y a mí no me gustan las exigencias.
—Creo que paso—. Respondí con gracia mientras me dirigía junto a Kyleigh a nuestra clase.
—¿Qué día es tu cumpleaños? —. Preguntó ella mientras caminábamos hacia el salón de química.
—El mismo día que el cumpleaños de mi hermano—. Respondí como si fuese lo mas obvio.
—¿Y que dia es el cumpleaños de tu hermano?—. Volvió a preguntar.
—El mismo día, aunque dieciocho años después, del día en que lo parió mi madre.
—¿Y que dia fue el día aunque dieciocho años después del día en que lo parió tu madre?
Vale, creo que estoy hecha un lío ahora mismo.
—Pues cuatro días, cinco meses y quince años antes de parir a Tom.
—¿Y que dia fue el día aunque dieciocho años después del día en que lo parió tu madre antes de cuatro días, cinco meses y quince años antes de parir a Tom?
—¿Qué?— Vale, ahora definitivamente si que estoy hecha un lío.
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Editado: 08.04.2018