La caída de la luz

El Bosque de las Sombras se estremeció cuando la figura encapuchada pronunció el nombre prohibido: **Lucifer, la Espada de la Destrucción**. El aire se volvió denso, y las hojas de los árboles temblaron como si supieran lo que estaba por venir.

Lucifer emergió de la oscuridad, su hoja negra como la noche. Sus ojos ardían con un fuego infernal. Sebas y Elena se prepararon para el enfrentamiento, pero la espada era implacable.

Elena luchó con valentía, su espada chocando contra Lucifer. Pero la oscuridad era más poderosa. Con un solo golpe, Lucifer atravesó su corazón. Elena cayó al suelo, su vida desvaneciéndose.

Sebas rugió de dolor y rabia. Su espada solar tembló en su mano. Pero no pudo vencer a Lucifer. La espada de la destrucción era invulnerable.

—¡Huye, Sebas! —gritó Elena con sus últimas fuerzas—. ¡No dejes que mi sacrificio sea en vano!

Sebas corrió, dejando atrás a su compañera caída. La Niebla Negra se cerró tras él, como una puerta que se sellaba. La ciudad de Lumina estaba perdida.

Sebas vagó durante días, su alma rota. La depresión lo envolvió como una sombra. ¿Para qué luchar si todo estaba condenado? Pero entonces recordó la profecía: "El Espada del Amanecer será la luz que rompa la oscuridad".

Sebas miró al cielo. El sol brillaba, pero su corazón seguía oscuro. ¿Cómo podría ser la luz cuando había perdido todo?

¿Encontrará Sebas la fuerza para seguir adelante? ¿Qué secretos oculta la profecía? Continuará...