Ambos adolescentes se mantenían en completo silencio en la habitación, cada uno absorto en sus pensamientos personales, por parte de Nelly no se sentía mal por haberlo besado.
Incluso podría asegurar que, si se diera la oportunidad, lo volvería a hacer.
Lo repetiría una y mil veces sin sentirse mal en nada, si bien sentía culpa por haber lastimado a su hermano, quedaba solo era eso.
Por haber lastimado a su hermano.
No se arrepentía de haberlo besado, de haberlo disfrutado a tal punto que sentía que sería capaz de hacerlo un millón de veces otra vez, había estado enamorada de ese chico tanto tiempo que, ahora que lo tenía a su disposición.
Lo besaría una y mil veces y le daría todo de sí misma hasta que él la ame como ella lo amaba a el.
A pesar de que era el novio de su hermano, y de todo el tiempo que ya llevaban siendo pareja, ella lo seguiría amando, aunque eso la lastime a ella.
Aunque afecte a su hermano.
Si quería que su hermano fuera feliz, pero no a costa de a felicidad de ella. Si bien se habían prometido dejar de verse hasta que este este resuelto ahora sabia que no lo podría cumplir.
Este tiempo sin verlo había sido el infierno mismo para la adolescente.
Sentía ante su ausencia como si le hubieran quitado la parte más valiosa de su existencia y la mantuvieran a unos metros de ella sin permitir acercarse a esta, matándola muy lentamente.