¿ El Amigo o El Cuñado De Mi Hermano? Saga: Nyc N° 2

Capítulo 20

Alexander le plantó cara a todos los Evans, les dejo muy en claro el error que cometieron al haber tratado así a Paige.

Jason trato de mediar pero Alex estaba alterado. Y tenía todo el derecho de estar así al encontrar a Paige lastimada por culpa de su madre.

Alex se disculpó y se dispuso a sacar de ahí a Paige pero John lo detuvo.

— No se pueden ir, debemos de aclarar todo esto— se quejó.

Alexander lo miró molesto; se notaba, su rencor hacia la familia de su esposa.

—Estoy de acuerdo señor Evans; los espero mañana en la villa de los Ashby.

Los Evans quedaron en silencio; el rostro frío y el poder que destilaba Alexander los dejo sin saber que decir.

—No te preocupes, ahí estaremos— respondió Jason al ver el rostro de todos.

— ¿Todo bien?— el gerente del restaurante se acercó al ala para ver si todo estaba en orden.

Jason apretó los dientes al ver de quien se trataba, como odiaba a ese idiota, cuando su hermana estaba en su último año; a ese imbécil le pareció divertido hacerle una broma.

—Todo Excelente muchacho— respondió el padre de Jason.

—Jason— saludo el gerente alegre al verlo pero con un toque de nerviosismo en su voz— tiempo de no verte por el pueblo— Jason solo lo asintió ante el saludo, una vez él se enteró lo que el idiota le había hecho a Paige; el, Tyler y varios chicos de su generación le hicieron un visita en los vestidores de la escuela.

El muy imbécil se lo pensara más de una antes de meterse con su hermana. Claro, Paige no sabe nada y él se encargó de que nadie le dijera sobre la golpiza que le había dado a Stevens.

— ¿Paige? — dijo el imbécil reconociendo a su hermana, él se pudo alertar esperando cualquier comentario mordaz, no tanto por lo que el comentaría le haría a Paige sino por como lo dejaría Alexander si molestaba a su esposa.

— ¿Si?— pregunto Paige dudosa de quien era el sujeto.

—Soy yo, Michal Stevens, ¿Me recuerdas?— la cara de Paige lo decía todo, si lo recordaba pero el tipo estaba irreconocible.

—Mírate, te ves genial— le dijo Michal observándola de pies a cabeza.

¡Pobre imbécil! Pensó Jason al observar a Alex tomar a Paige de la cintura e intimidar a Michal con la mirada.

Paige hizo las presentaciones y le aclaro a ese tipo que estaba casada; se despidió de todos y antes de salir su padre les dijo.

—Nos vemos mañana hija— John les dejo en claro que todavía debían hablar.

—Sí, hasta mañana.

Paige y Alexander salieron de la estancia dejando un silencio tras de ellos. Se apresuraron a salir del restaurante evitando mayormente las miradas curiosas sobre ellos.

—Sigan disfrutando su almuerzo, me retiró— con eso Michal se fue dejando a los Evans solos.

—Así que el esposo de Paige es tu jefe—pregunto Sam enojada, Alexander les explico todo, desde cómo conoció a su hermana hasta como término el trabajando para su empresa— se puede saber ¿Por qué demonios no dijiste nada?— le acuso su hermana.

—Paige me pidió que no lo hiciera. Es su vida, no me correspondía hablar de su vida sin su permiso.

—Debiste habernos dicho algo Jason— le reclamó su madre la cual se sentía confundida por todo lo acontecido.

—Ya, dejen al muchacho. Jason solo hizo lo que Paige le pidió.

—Somos su familia Papá, debió de habérnoslo dicho...—empezó a decir Sam

—Tu hermana trato de hacerlo y ninguno se interesó por ella Samantha— le increpo su padre— no trates de cargar con la culpa a tu hermano por nuestros errores.

John se sentía molesto con su familia y con el mismo, había perdido una hija por no apoyarla cuando ella lo necesitaba.

Jason al ver el gesto de martirio de sus padres procedió a hablar.

—Paige los ama— empezó diciendo— a pesar de todo ella nos ama... Siempre que hablábamos ella me preguntaba por ustedes; si estaban bien, si necesitaban algo...

—Si fuera cierto ella hubiera tratado de volver —le recalco Sam.

Jason le lanzo una mirada de muerte; Sam siempre fue la consentida y siempre los veía a él y a Paige de menos.

—Ella no podría haberlo hecho— dijo Amelía observando a la nada y sorprendiendo a todos— nosotros la echamos y le prohibimos volver a poner un pie en el pueblo— termino de decir con sus ojos borrosos.

—Tienen una oportunidad para no volver a perder a su hija— les dijo Jason a sus padres— solo una, no la desperdicien, en especial tu Mamá, Paige hoy venía con las mejores intenciones y tú no hiciste más que atacarla y agredirla.

—Yo no quería hacerle daño— dijo Amelía con los dientes apretados.

—Pues pareció totalmente lo opuesto— dijo Jason poniéndose en pie y caminando hacia la puerta del restaurante molesto.

— ¡Dios! ¿Que hice?— dijo Amelía rompiendo en llanto y cubriendo su cara con sus manos.

—No hicisteis nada Mamá— la tranquilizó Sam.



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En el texto hay: romance, amor, cuadroamoroso

Editado: 18.09.2018

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